La cogeneración de energía avanza en Europa, pero retrocede un 5% en España desde la pandemia

El sector, que afirma que está en la “etapa más difícil de su historia”, demanda al Gobierno que fije la la fecha para la celebración en 2024 de las subastas de 1.200 megavatios, pendientes desde hace más de dos años

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Central de cogeneración en El Grado. (Europa Press/Neoelectra)
Central de cogeneración en El Grado. (Europa Press/Neoelectra)

La cogeneración de energía, como su propio nombre indica, permite producir conjuntamente varias formas de energía de forma simultánea. Las más habituales son la energía eléctrico-mecánica y la energía térmica, partiendo de fuentes primarias mediante la combustión de materias primas fósiles. De esta forma, permite aprovechar al máximo los combustibles utilizados, logrando mejorar la eficiencia energética y reduciendo las emisiones de gases contaminantes.

Para entenderlo mejor, podemos observar el ejemplo de una planta de generación térmica que, además de energía eléctrica, produce calor como consecuencia de los procesos de combustión. Este calor se puede aprovechar, por ejemplo, instalando una caldera con agua. Al calentarse, el vapor resultante se puede aprovechar para activar maquinaria o incluso para producir más electricidad. En septiembre de 2020, la Comisión Europea propuso elevar de un 40% al 55% el objetivo de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero para 2030, cogiendo de base los niveles registrados en 1990. Para ello, sistemas como esta cogeneración de energía son claves en el proceso de aumento de la eficiencia energética.

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Aunque la cogeneración de energía históricamente ha estado asociada a procesos industriales con alto requerimiento de calor, como la industria alimentaria, química o cerámica, su implementación a menor escala ha posibilitado su uso en centros urbanos con alta demanda de energía térmica. Ejemplos de esto incluyen edificios residenciales, bloques de viviendas, polideportivos, piscinas climatizadas u hospitales. Ahora, muchos países apuestan por ella para cumplir los objetivos europeos.

Avances en Europa

A nivel europeo, varios países han optado por esta modalidad energética: Dinamarca es uno de los hubs de cogeneración más destacados en todo el mundo. La planta de Avedøre, ubicada en un suburbio al sur de Copenhague, es capaz de consumir diferentes tipos de combustibles y generar calor y electricidad al mismo tiempo con alta eficiencia energética.

La planta es capaz de suministrar, a día de hoy, cerca del 97% de la energía térmica necesaria para suministrar servicios de calefacción a la población de la capital danesa, algo que han logrado replicar en muchas otras localidades. Según se extrae del informe de C40 Cities acerca de este modelo, el sistema logra abaratar la factura de la calefacción de cada hogar en unos 1.400 euros anuales. Además, como la calefacción se genera partiendo del calor residual, se logra evitar al año la emisión de 665.000 toneladas de dióxido de carbono (CO2).

Situación en España

En España, la situación de la cogeneración energética se encuentra actualmente en stand by. En 2019, antes de la crisis derivada de la pandemia, el sector participaba en más de un 11% del mix energético nacional, según datos de Cogen y REE. Desde entonces, la producción de electricidad de la cogeneración se ha desplomado, condicionada por la incertidumbre regulatoria. En 2023, la cogeneración aportó menos del 6% de la electricidad generada en España.

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Hoy, numerosas industrias ven con muchas dudas la situación del sector, solicitando a los organismos reguladores que se publiquen retribuciones firmes y en plazo que permitan operar con estabilidad. Durante la pasada legislatura, la nueva metodología de la cogeneración no logró completarse, pese a mantenerse múltiples reuniones técnicas con diferentes organismos.

Esta semana, el sector lanzó un ultimátum para fijar en el plazo de un mes la fecha para la celebración en 2024 de las subastas de 1.200 megavatios (MW), pendientes desde hace más de dos años. El director general de ACOGEN España, Javier Rodríguez, considera que “ahora lo que toca es priorizar la industria, todo lo que sea política energética asociada a la industria. Si no es así, se van ir viendo caer industrias”.

La cogeneración es un sector que afecta al 20% del PIB industrial, actuando en sectores como la alimentación, química, papelería, textil o automóvil. La falta de convocatoria para estas subastas, que podrían movilizar entre 800 y 1.000 millones de euros, son claves para que la industria pueda continuar con el proceso de transición de las plantas industriales.

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Los cogeneradores se enfrentan a un reto mayúsculo

Los cogeneradores aseguran que se encuentran en su “etapa más difícil de su historia”, fundamentalmente debido a los retrasos regulatorios y a la falta de apoyo a las políticas energéticas y climáticas integrales para sus industrias. El 25% de la cogeneración no recibe retribución regulada.

Según los datos del sector, la falta de convocatorias de subastas para la cogeneración (desde 2012) ha abocado a las plantas a alcanzar el fin de su vida útil (25 años). En apenas dos años, el 40% del sector está en grave riesgo de deslocalización.

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