La ‘adultización’ de los menores: cuando los niños quieren ser niños, pero la sociedad no les deja

Pese a que los más pequeños imitan por naturaleza a los adultos, hay conductas que pueden ser peligrosas. Las diferentes industrias han encontrado un nuevo objetivo a los que vender sus productos, pero esto puede tener consecuencias a largo plazo, según los expertos

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'Adultización' en menores. (Infobae España)
'Adultización' en menores. (Infobae España)

Los niños imitan lo que ven, y en la era de internet, lo que ven está en las redes sociales. En TikTok hay niños, niñas y adolescentes que siguen al dedillo una rutina facial (skincare, en inglés) con una larga lista de cosméticos, entre los que se encuentran el retinol o ácido hialurónico. En la misma aplicación, menores de edad comparten su rutina de gimnasio y presumen de los kilos que levantan. Esto también se ve en la calle: tiendas de ropa que venden cada vez más menos prendas categorizadas como infantil y apuestan por shorts imposibles, croptops y hasta pantalones de traje y blazers.

Estos no son casos aislados. Un estudio realizado por Sondea para Fundación Multiópticas en 2021 recogía que, ya para entonces, dos de cada tres padres consideraban que existía “mucha presión por crecer” en la sociedad española y trataban a sus hijos como si fueran más mayores. Pero pese a que los niños por naturaleza imitan a los adultos, hay una diferenciación: saber cuándo es un juego y cuándo no.

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Aurora Gómez, psicóloga experta en comportamientos digitales, explica a Infobae España que “los niños aprenden cómo funciona el mundo jugando a que son un adulto”. “Está bien mientras sea un juego que elige el propio niño porque quiera entender el mundo, como cuando juegan a las cocinitas o a ser cajero”, explica. Pero, según la experta, los patrones que se están viendo en redes sociales no son un juego. “Los niños están haciendo skincare o comprando ropa de cierta forma porque las marcas les han vuelto objetivo”, señala.

En la cuenta de TikTok de Albert Soler (@_albeertsoler_), este adolescente publica sus GRWM, el acrónimo de get ready with me (”prepárate conmigo”, en español). Uno de sus vídeos más vistos en su perfil fue publicado en el mes de enero de este año, y acumula más de dos millones de visitas y más de 136.000 ‘me gustas’. En el vídeo muestra, paso a paso, su rutina de belleza, y enseña una decena de productos pese a que solo tiene 15 años.

Una niña se arregla en su habitación. (Freepik)
Una niña se arregla en su habitación. (Freepik)

Abel Domínguez, psicólogo infanto-juvenil y director de Domínguez Psicólogos, explica que hoy en día los menores están muy expuestos a las redes sociales, por lo que se identifican así con otros mayores de referencia que ven, en este caso, en TikTok. “Los menores están expuestos a adultos que están poniendo permanentemente sus vidas al servicio de crear contenido”, señala el experto.

De hecho, según el Instituto Nacional de Estadística, a los 11 años la mitad de los niños españoles ya utilizan un móvil. Esta cifra sube hasta el 93,3% cuando los menores alcanzan los 15 años. La mayoría de ellos ha crecido con un smartphone en la mano y cada vez ven más factible que ser youtubers, influencers o streamers sea para ellos un trabajo, por lo que estos creadores de contenido que imitan se convierten en su referente. “Les crean necesidades a través de estos contenidos y es una combinación que puede ser peligrosa”, explica Domínguez. Peligrosa, porque, según señala el psicólogo, son cosas que no necesitan y que no son realmente importantes en su etapa vital.

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Por ejemplo, en muchos casos de rutina fácil no es necesario más que limpieza, hidratación y protección solar. “No tiene ningún sentido que utilicen esos productos, porque en edades tan tempranas la piel solo necesita crema hidratante y un fotoprotector y, en el caso de que tengan acné, un producto limpiador suave o que contenga hidroxiácidos para exfoliar la piel”, asegura a Infobae España la dermatóloga Ana Molina.

Consumidores, no individuos

“Les están convirtiendo a edad más temprana en consumidores que probablemente no estarían tan activos si no estuvieran expuestos a este tipo de contenidos y a las redes sociales”, añade el experto. Con esto coincide Estefanía Jiménez, profesora experta en redes sociales. “Tenemos una sociedad en la que más que individuos se nos considera, en esencia, consumidores. Los y las menores de edad son grandes consumidores a los que ofrecer productos, sean o no adecuados para su edad”, añade.

Algo similar ocurre con la ropa. En varios grandes almacenes está a la vista encontrar ropa para niños marcada por las tendencias de moda para adultos, dejando atrás, por ejemplo, las camisetas con dibujos, lazos o las zapatillas con luces. Esto también tiene un impacto para los menores, que Alicia Hermoso Soto, pedagoga y doctoranda en Educación, define como “adultización”. “Esta adultización en menores supone frenar o distorsionar parte del desarrollo psicológico, e incluso físico, normativo coherente a sus edades”, explica. Y esto supone un problema grave a nivel psicológico: “Encontramos niños y niñas aparentemente maduros, pero infantilizados a nivel psicológico en su edad. Lo que puede llevar a tratarles como más mayores y su nivel cognitivo no corresponde con su conducta, vestimenta, entre otros”.

De hecho, al buscar en TikTok los términos “kids dressing like they’re grown” (”niños vistiendo como adultos, en español”) aparecen numerosos vídeos de niños pequeños vistiendo, efectivamente, como adultos en miniatura. Muchos de los comentarios que acompañan a estos vídeos son críticas hacia los progenitores por vestir así a sus hijos. “Yo vestía de Hello Kitty y Minnie Mouse a esa edad… dale a esa niña una infancia de verdad”, dice una usuaria.

@aiden.dashner this shouldnt be an unpopular opinion, but I feel like its become so normal to dress little kids like adults & it makes me sad 😢 #girlmom #momsoftiktok #sahm #relatable #momcomedy #storytime #motherhood #sahmsoftiktok #toddlermom ♬ original sound - Aiden Dashner 🤍✨

Aurora Gómez explica que esto tiene mucho que ver con la sexualización y puede crear un trastorno de la imagen. “Nunca ha habido tanta población infanto-juvenil con problemas de salud mental”, señala. Además, la experta Estefanía Jiménez añade que también es una cuestión de expectativas y de lo que se espera de ellos.

El caso contrario: cuando los adultos no se sienten adultos

Los expertos consultados coinciden en que avanzar la adultez de los menores tiene grandes consecuencias tanto a corto como a largo plazo. Especialmente porque, una vez alcanzada la edad adulta, hay personas que sienten que “se han perdido” su infancia, como asegura Alicia Hermoso. Esto afecta directamente al desarrollo psicológico y social, “haciéndonos personas adultas con posibles problemas en estos aspectos, emocionales, gestión de conflictos o relación con otras personas”, señala.

El Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes ha propuesto a las comunidades autónomas que en Educación Primaria y Secundaria no se utilice el teléfono móvil en horario lectivo. (Fuente: Ministerio de Educación)

Aurora Gómez apunta que uno de estos problemas es que una persona no llegue a considerarse adulta “porque no existen los ritos de paso de marcados” de la infancia a la adultez, y es algo que se lleva viendo “muchísimas generaciones”. La psicóloga ejemplariza esto con independizarse. “Hacer esto ante la precariedad económica y la crisis de vivienda es inviable para la mayoría de la gente. No se es un adulto en términos de asunción de responsabilidades.”

La clave reside en educar correctamente desde la infancia. “Es fundamental que los entornos infantiles, tanto las familias como la escuela, ayuden a comprender a niños y niñas qué tipo de productos y servicios realmente necesitan y les aportan algo beneficioso”, explica Jiménez. “Ellos y ellas no siempre son capaces de averiguarlo, y si lo dejamos en manos del mercado, tanto la industria como la publicidad se encargarán de convencerles de que necesitan muchas cosas para cumplir con esas expectativas externas”.