El precio de la vivienda se desacelera: sube un 4% el año pasado, la mitad que en 2022

Los pisos nuevos se encarecieron un 8% el año pasado frente al 3,2% que lo hicieron los de segunda mano

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Un cartel de 'Vende' de una inmobiliaria, en un portal del distrito de Arganzuela, en Madrid.
Carlos Luján / Europa Press
Un cartel de 'Vende' de una inmobiliaria, en un portal del distrito de Arganzuela, en Madrid. Carlos Luján / Europa Press

El precio de la vivienda subió el año pasado un 4% impulsado por la falta de oferta y el incremento de la demanda, pero lo hizo casi la mitad que un año antes en que la escalada fue del 7,4%. Tras el nuevo encarecimiento de 2023, el coste de la vivienda suma diez años de subida.

Las mayores alzas se produjeron en la vivienda nueva con un 8% el año pasado, su mayor incremento desde 2007, cuando se encareció un 11,9%. Mientras que la de segunda mano escaló un 3,2%, su menor crecimiento desde 2020, en que subió un 1,4%, según el Índice de Precios de Vivienda (IPV) del Instituto Nacional de Estadística (INE) publicado este jueves.

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Los precios fueron de menos a más el año pasado hasta el tercer trimestre. En el primero subieron un 3,5% interanual, en el segundo un 3,6 %, en el tercero aceleró su incremento al 4,5 %, para el en cuarto trimestre bajar al 4,2 %.

A juicio de María Matos, directora de Estudios de Fotocasa: “Durante 2023 el precio de la vivienda no ha dejado de crecer, a pesar del rápido encarecimiento que ha sufrido el euríbor. No obstante, el pasado ejercicio presenta subidas más suaves, entre el 3,5% y el 4,5%, que las que se registraron en 2022, cuando las subidas anuales se movieron entre el 8,5% y el 5,5%. El encarecimiento de las hipotecas ha hecho que la demanda descienda frente a 2022 pero no lo suficiente como para ver caídas en los precios, ya que la demanda continúa siendo fuerte en España en estos momentos”.

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2023 cierra como el segundo mejor año desde 2007 con más de 580.000 compraventas, lo que indica, según Matos, que el interés por adquirir una vivienda está en máximos impulsada por compradores solventes, con poder adquisitivo, que comprar para invertir y muchos de ellos son extranjeros. Estos perfiles están “dinamizando el mercado de la compraventa sin intimidarse debido a los altos tipos de interés”.

Matos también ha detectado un perfil más modesto que interactúa con el mercado “esperando a que el precio pueda llegar a rebajarse y encontrar una buena oportunidad. Así, como la eficacia de la compra por reposición, sin necesitar financiación bancaria”.

Otros factores que incrementan la compra de viviendas son un mercado laboral que se mantiene relativamente estable y el empleo resiliente, “lo que impacta positivamente en la renta de las familias”, apunta la experta.

El Consejo de Ministros aprueba una línea de avales para la adquisición de viviendas. (Europa Press)

Impulso de la vivienda nueva

El cuarto trimestre del año pasado cerró con una subida de la vivienda nueva del 7,5% a nivel interanual, que significa 3,5 puntos menos respecto al trimestre anterior. Esta tendencia de fuertes incrementos en el precio de la obra nueva se mantendrá en el largo plazo debido a que esta tipología de vivienda a estrenar está viviendo un auge sin precedentes, reconoce Matos.

Prevé que la vivienda de nueva construcción “no va a sufrir casi moderaciones en su coste, ya que los obstáculos que rodean esta tipología parece que tienen un largo recorrido”. No solo por la inflación, que afecta al coste de los materiales, a la producción y a la logística, sino por los escasos niveles productivos de la obra nueva.

Apunta que las dificultades de los promotores y constructores para comprar suelo finalista, la falta de mano de obra cualificada en el sector y el aumento del precio de los materiales “está causando que el stock esté bajo mínimos. Esta situación provoca un déficit de producción de obra nueva que el sector lleva arrastrando desde hace más de una década”.