La terapia de jugar, un analgésico para los niños hospitalizados con cáncer: “Sienten menos ansiedad y se reduce el uso de sedantes”

En el Día Mundial contra el Cáncer Infantil, fundaciones como Juegaterapia reivindican el derecho de los niños enfermos a seguir siendo niños

Compartir
Compartir articulo
Una niña hospitalizada sostiene un peluche (Shutterstock)
Una niña hospitalizada sostiene un peluche (Shutterstock)

Un jardín que invade pasillos de batas blancas, salas de cine donde poder vivir otra realidad y estaciones lunares que transportan a otros universos con menos gravedad. Estas son las instalaciones que se pueden encontrar en las plantas de oncología infantil de hasta diecisiete hospitales en toda España. Una serie de proyectos cuyo objetivo es salvaguardar, dentro de lo posible, la infancia y la inocencia de los niños ingresados.

Desde 2010, Juegaterapia busca llenar las plantas infantiles de los hospitales de vida y de luz, lo que en gran medida ayuda a los niños y a sus familias a sujetar parte de la carga. Esta ONG cree (y ha demostrado) que jugar es terapéutico, que la humanización de los centros médicos va de la mano del tratamiento oncológico. Así lo asegura Esther Pereira, directora de Humanización de los Hospitales de Juegaterapia, para Infobae España: “Nuestros proyectos no son meramente decorativos, son terapéuticos porque de alguna manera ayudan a restablecer el estado anímico de los niños. Un niño anímicamente fuerte cuando está pasando un cáncer ayuda en la recuperación, porque siente menos ansiedad y favorece a su entorno, a los médicos y a la familia”.

Te puede interesar: España tiene sueño: “Cinco millones de personas toman una pastilla para dormir y el 50% de los insomnes acaban con ansiedad o depresión”

Javi ha sido uno de esos niños hospitalizados. El 4 de septiembre del año pasado ingresó en el Hospital Infantil Universitario Niño Jesús de Madrid cuando le diagnosticaron aplasia medular grave, una enfermedad que provoca la desaparición de las células que producen la sangre en la médula ósea. Su padre, Luciano, cuenta para Infobae España que, aunque no se trate de un cáncer, “el proceso de de diagnóstico, evolución y tratamiento es exactamente igual”. Ahora, con los 11 años recién cumplidos, Javi ya está en casa, aunque continúa con la medicación y las revisiones semanales.

El donante de médula de Javi fue su padre, “el único que era compatible en toda la familia”, y como se lamenta Luciano, “todavía hay muy pocos donantes de médula”. El pequeño pasó semanas en el hospital semi-aislado como medida de prevención ya que no tenía leucocitos (glóbulos blancos) ni plaquetas. Para sorpresa de la familia, el interior del edificio poco o nada tenía que ver con su fachada. “Nos llamó mucho la atención que, cuando entras al hospital, es totalmente diferente, con colores muy vivos y todas las habitaciones muy decoradas pensadas para ellos”, expresa el padre.

El Retiro invade el Hospital Niño Jesús de Madrid (Juegaterapia)
El Retiro invade el Hospital Niño Jesús de Madrid (Juegaterapia)

Humanizar los espacios

La línea más ambiciosa de Juegaterapia es esta misma, la humanización de los espacios, siendo también de los más necesarios la construcción de jardines en las azoteas de los hospitales. “Queremos que los niños hospitalizados sientan que también tienen derecho a jugar al aire libre, como el resto de niños que están fuera”, explica Esther. Llenar de columpios y toboganes estas terrazas está promoviendo que los niños ingresados jueguen entre ellos, que interactúen con el entorno y que incluso disfruten al aire libre del recreo de las clases que reciben en el hospital. El sexto jardín tendrá lugar en el Hospital Materno-Infantil de Málaga, para el que ya se están recaudando los fondos necesarios.

Te puede interesar: Jorge García-Borregón, oftalmólogo: “Usar lentillas más tiempo del recomendado puede llevar en algunos casos a la pérdida irreversible de visión”

La instalación de salas de cines es otro de los proyectos que han sido muy bien acogidos por los más pequeños, así como las estaciones lunares para los niños inmunodeprimidos que no pueden estar en contacto con otros pacientes durante al menos 20 días. A menudo, estas salas son muy hostiles, por lo que desde la Fundación han rediseñado estas habitaciones como unas estaciones lunares: “Les hacemos creer a los niños que van a una misión espacial, les ponemos en órbita como auténticos astronautas”.

Estación lunar en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid (Juegaterapia)
Estación lunar en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid (Juegaterapia)

Del mismo modo, han decorado las máquinas donde se realizan las resonancias y los TAC para calmar los nervios y el miedo que les provocan a los pequeños estas pruebas. Los resultados de la humanización de estos espacios son más que positivos, tal y como celebra Esther: “Los médicos nos comentan que han reducido el uso de los sedantes para realizar la prueba”. Esto es gracias a que un ambiente menos hostil contribuyen a que estén más relajados, por lo que se consigue “que ese estado anímico y emocional sea muchísimo más fuerte” tanto en los niños como el las familias y que “los médicos trabajen de una manera mucho más cómoda”.

Los videojuegos reducen las dosis de morfina

La otra vía de actuación de Juegaterapia son los juguetes. Gracias a la donación de videojuegos de particulares y de empresas, la Fundación regala a los niños de las plantas oncológicas videoconsolas para ayudarles a distraerles, a abstraerles del dolor. Lo revolucionario ha sido demostrar con evidencias científicas que tenían razón: jugar es terapéutico.

En colaboración con la Fundación, Mario Alonso Puig, Patrono de Honor de la Fundación Juegaterapia; Francisco Reinoso-Barbero, Jefe de Anestesia del Hospital Infantil La Paz y miembro de la Real Academia de Medicina; Diego Plaza López de Sabando; Mercedes Alonso Prieto; Jordi Miró y Raquel Torres-Luna, publicaron en la revista Journal of Medical Internet Research un estudio en el que demostraban que el dolor que sentían los niños con cáncer se mitigaba mientras estaban jugando con las videoconsolas. Es más, se registró hasta una disminución del 20% del consumo diario de morfina, lo que concluyó que los videojuegos tenían un efecto analgésico gracias a las endorfinas que liberaban los niños mientras jugaban.

Luciano también destaca la importancia de los juegos para un niño que está enfermo y el impacto que tiene la diversión en su estado anímico: “Los ves como cuando están más tristes y cuando están alegres cambian muchísimo, todo lo malo se te olvida cuando los ves reír. Son críos y tienen que jugar. Un día les organizan teatro, otro cine, otro vienen payasos... Al final también nos ayuda a las familias, que llevamos muchos días con ellos y no sabemos qué hacer para entretenerles”.

Sala de cine del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba (Juegaterapia)
Sala de cine del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba (Juegaterapia)

El regalo del tiempo

“Es tu risa en los ojos la luz del mundo”. Este fue el verso que escribió el poeta Miguel Hernández a su hijo y bajo esta premisa trabajan cada día cientos de fundaciones en toda España y personas particulares, voluntarios que dedican parte de su tiempo libre a jugar con los niños de los hospitales. “Te sorprende porque precisamente los jóvenes, que están deseando que llegue el fin de semana, en vez de ir a divertirse, van al hospital los viernes y los sábados para estar con ellos”, narra Luciano.

En el caso de Juegaterapia, además de la opción de hacerse socios o realizar alguna donación, en 2014 abrieron una tienda para los ‘Baby Pelones’, unos muñecos solidarios cuyos beneficios se destinan a la financiación de los proyectos de la Fundación, como la humanización de los espacios o la compra de las videoconsolas. Artistas como Shakira, Manuel Carrasco, Laura Pausini o Alejandro Sanz ya han colaborado en el diseño de sus propios ‘Baby Pelones’.

En un mundo encerrado en sí mismo, en el que la individualidad cada vez hace más sombra sobre la colectividad, el padre de Javi disiente: “Pensamos que hoy en día cada uno va a lo suyo, pero hay muchísima gente que se dedica a ayudar a los demás, y eso hay que agradecerlo. En un sitio como un hospital es donde te das cuenta de que hay mucha gente buena”.