Este sábado 10 de febrero el Recinto Feral de Valladolid acoge a la gran fiesta del cine español. Los grandes rostros de la cultura se han unido un año más con el objetivo de reconocer el trabajo de todos los profesionales del mundo audiovisual.
En este sentido, quienes logren hacer con el reconocimiento de la Academia de Cine en esta 38ª edición de los Premios Goya subirán al escenario para recoger la estatuilla que confirme su triunfo. A continuación, se explicará cómo ha evolucionado el diseño de esta última a lo largo de los años.
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Cuánto pesa la estatuilla de los Goya
Ha habido muchos cambios en el diseño de la estatuilla desde la primera edición de los premios, y uno de los más importantes tiene que ver con el tamaño. En sus inicios, la estatuilla, creada por el escultor malagueño Miguel Ortiz Berrocal, presentaba el busto de Francisco de Goya acompañado de una cámara cinematográfica, siendo una escultura desmontable de bronce que pesaba casi 15 kilogramos. La estatuilla también incluía una insignia de los Goya que se podía quitar.
Sin embargo, en la actualidad el premio es mucho más ligero, a día de hoy pesa entre 2,5 y 3 kilogramos. Esto ha sido posible gracias a una reproducción del busto de Francisco de Goya, creado por Mariano Benlliure en 1902 y que la familia del pintor aún mantiene en propiedad.
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Cuánto mide un premio Goya
Todas las estatuillas que se entregan a los premiados de los Goya tienen las mismas características, con independencia de la categoría que se premie. En este sentido, las medidas del Goya son de 32 centímetros de altura, lo que hace del galardón un elemento accesible y ligero.
¿Cómo se fabrica la estatuilla de los Goya?
La Fundición Codina, ubicada en la localidad madrileña de Paracuellos del Jarama, es la encargada de elaborar los trofeos de los Premios Goya. El proceso se inicia con una reducción elaborada en redina de la pieza original. Esta reducción sirve para la confección de moldes de silicona, de los cuales se obtienen todas las réplicas. Una vez preparado el molde, se llena con cera y se ensambla la estructura conocida como árbol de fundición, provista de los canales por donde fluirá el bronce fundido. Más adelante, la pieza se coloca en el horno a una temperatura de 730 grados durante dos días, según explicó uno de los responsables a RTVE. Este método, denominado sistema de la cera perdida, implica que la cera se funda y deje lugar a una estatua de paredes finas.
Una vez completado este proceso, se comienza el cincelado y los últimos ajustes al bronce antes de proceder a la aplicación de la pátina. Esta etapa es crucial, ya que es aquí donde el metal adquiere su color definitivo mediante el uso de fuegos, ácidos y cera, logrando así el tono deseado.