Pasión, celos e infidelidades. Un crimen y un cuerpo calcinado. Seis años después, Rosa Peral vuelve a ser noticia. El estreno de El cuerpo en llamas, la serie de Netflix protagonizada por Úrsula Corberó que la propia Peral ha intentado paralizar, ha devuelto a los titulares el caso de la Guardia Urbana ocurrido en 2017.
Peral fue condenada a 25 años de prisión por matar a su pareja con ayuda de su amante, los tres siendo policías y formando un triángulo amoroso conocido como El crimen de la Guardia Urbana, uno de los episodios de la crónica negra española más morbosos y seguidos. El caso comienza con la aparición de un cuerpo completamente carbonizado en el Pantano de Foix, en Cubellas (Cataluña). Se trataba de Pedro Rodríguez, pareja de Peral.
La identificación del cadáver se pudo llevar a cabo gracias a una prótesis en la espalda. Los implicados, la propia Peral y Albert López, amante de ésta, se acusaron mutuamente del crimen durante el juicio que se produjo en el año 2020, pero fueron condenados a 25 y 20 años de cárcel, respectivamente. Los tres habían formado parte de la Guardia Urbana, además de protagonizar muchas polémicas laborales y amorosas.
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El cuerpo en llamas promete convertirse en una de las series de esta temporada, además de devolver a la memoria uno de los casos más morbosos de la historia reciente en España. No en vano, la promiscuidad de Peral y las relaciones que marcaron su vida fueron dos puntos clave en el juicio. Para los que ya hayan visto la serie dirigida por Laura Sarmiento y Jorge Torregrossa, o estén en ello, Netflix ha aprovechado el momentum para estrenar Las cintas de Rosa Peral, un documental en el que aparecen sus declaraciones sobre el caso desde la prisión de Mas Enric, en Tarragona.
En Las cintas de Rosa Peral, la protagonista rompe su silencio desde la cárcel seis años después. El documental, dirigido por Manuel Pérez y Carles Vidal Novellas, aporta material nuevo e inédito perteneciente al archivo personal de foto y vídeo de la propia Peral, además de entrevistas con periodistas, con su entorno, con su padre, con el fiscal del caso y con su abogada.
Durante 80 minutos, el documental ahonda en la planificación del crimen, en las declaraciones de la propia Peral, en la psicología de sus relaciones y en cómo la prensa se lanzó de cabeza a conocer cada detalle del caso por el alto nivel de contenido que éste incluía. No en vano, Peral ya protagonizó otro caso previo en la Guardia Urbana de Barcelona después de que denunciase ser víctima de un caso de pornovenganza por parte de un superior.
La reconstrucción del caso se convierte en un visionado complementario –y casi obligatorio– para aquellos que ya hayan visto El cuerpo en llamas (o estén en ello), pues se conocen más detalles sobre el crimen que ayudan a generar un dibujo completo de uno de los casos más mediáticos en los tribunales españoles. Ni Las cintas de Rosa Peral ni la serie protagonizada por Corberó han sido las primeras obras audiovisuales en abordar el caso de la Guardia Urbana, pues en 2022 Movistar+ estrenó El crimen de la Guardia Urbana, una docuserie integrada dentro de la colección Crímenes de Carles Porta.
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En contra de su honor
“Queríamos que el tono fuera sobrio. Reflejar el mundo en el que se mueven estos personajes, pero sin sentirnos superiores a ellos, intentando introducirnos en su subjetividad”, declaraba Jorge Torregrossa, uno de los responsables de El cuerpo en llamas, sobre la serie en una entrevista con Infobae España.
“No me lo planteo, si le gusta o no, si está a favor o en contra. Nosotros hemos creado una ficción basada en unos hechos. No hemos ido a las fuentes directas, sino que hemos utilizado la verdad judicial”, respondía sobre las declaraciones de la propia Peral, que pidió paralizar el estreno de la serie de Netflix porque vulnera su derecho al honor. El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña ha inadmitido el intento de retirada por falta de competencia.