Unicaja cesa a Manuel Menéndez como consejero delegado y zanja dos años de guerra interna

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Málaga, 1 jun (EFECOM).- Unicaja Banco ha cesado este jueves a su consejero delegado, Manuel Menéndez, y ha puesto así fin a dos años de guerra interna marcados por las desavenencias entre el denominado bando malagueño y el asturiano tras la fusión con Liberbank.

La entidad ha acelerado los plazos para poner fin a su crisis de gobernanza y ha celebrado esta misma tarde un consejo de administración en el que se ha acordado de forma unánime la salida de Menéndez, que se hará efectiva cuando se nombre a su sucesor en el cargo.

El principal órgano de gobierno de Unicaja Banco ha tomado esta decisión "con el objetivo de avanzar de manera más ágil y eficaz en la definición del modelo de gobernanza", adecuándolo a las previsiones del proyecto común de fusión con Liberbank.

Manuel Menéndez, a quien el consejo agradece "su dedicación y servicios prestados", mantendrá sus funciones hasta que se nombre a su sustituto, "garantizándose así la plena funcionalidad de la dirección de la entidad hasta dicho nombramiento".

Unicaja Banco subraya, en cualquier caso, que inicia "de inmediato el proceso para la selección y posterior designación del nuevo consejero delegado".

La salida de Menéndez cuenta con el respaldo de la Fundación Bancaria Unicaja, principal accionista de la entidad, que ha destacado la legalidad del acuerdo, que "se ajusta a la normativa jurídica".

LUCHA DE PODER

Manuel Menéndez, asturiano de 64 años, llegó a Unicaja Banco a mediados de 2021 tras la fusión con Liberbank, entidad en la que era también consejero delegado.

Sus dos años de gestión han estado marcados por la crisis institucional de una entidad dividida en dos claras facciones: la asturiana, representada por Manuel Menéndez y Braulio Medel, expresidente de la Fundación Bancaria Unicaja, y la malagueña, clara vencedora en esta guerra, con el presidente Manuel Azuaga y el actual presidente de la Fundación, José Manuel Domínguez, al frente.

La crisis tiene su origen en lo que desde el sector malagueño se consideró una inversión de la ecuación de canje pactada en la fusión, que preveía un reparto de poder del 60 % para el bando malagueño y del 40 % para el asturiano. Los anteriores consejeros de la Fundación Unicaja se alinearon con la parte asturiana para invertir el peso de la balanza.

Sin embargo, el equilibrio de fuerzas comenzó a cambiar con la llegada de José Manuel Domínguez a la presidencia de la Fundación Bancaria Unicaja, principal accionista del banco, con el 30 % del capital, en sustitución de Braulio Medel.

Este cambio de fuerzas se consumó en la junta de accionistas del pasado 30 de marzo, en la que la Fundación Bancaria Unicaja tuvo un papel clave al votar en contra de la renovación de dos consejeros independientes, lo que devolvió el control del consejo al bando malagueño.

EL ACUERDO DE FUSIÓN

El acuerdo de fusión entre Unicaja y Liberbank, firmado en julio de 2021, preveía que antes de agosto de este año el presidente, Manuel Azuaga, perdiese sus funciones ejecutivas, mientras que el primer ejecutivo, en este caso Menéndez, fuera reevaluado por el consejo para decidir si continuaba o no en el cargo.

Finalmente no ha hecho falta esperar a la fecha límite para conocer el destino de Menéndez, que, como era previsible a tenor de los cambios en el consejo, ha negociado su salida del banco.

Durante su breve mandato, Unicaja ha pasado a formar parte de los valores que componen el principal indicador de la bolsa española, el IBEX 35, en sustitución de Siemens Gamesa, y ha cerrado 2022 con un beneficio neto de 260 millones de euros, un 89 % más que el año anterior, gracias a la fusión. efecom

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