El exclusivo regalo de compromiso de Tamara Falcó a Íñigo Onieva: un reloj de lujo valorado en más de 50.000 euros

La marquesa de Griñón ha obsequiado a su prometido con una pieza de la firma suiza Patek Philippe

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Íñigo Onieva en una imagen de sus redes sociales junto a su reloj de Patek Philippe. (Instagram)
Íñigo Onieva en una imagen de sus redes sociales junto a su reloj de Patek Philippe. (Instagram)

Tamara Falcó e Íñigo Onieva están en la cuenta atrás para su boda. El próximo 17 de junio la pareja se dará el ‘sí, quiero’ rodeada de su entorno más cercano y vivirá el momento más especial de su relación, que no ha estado exenta de polémica. En medio de las preparaciones para que todo salga a su gusto, los novios han realizado una pequeña pausa para celebrar este pasado fin de semana su fiesta de compromiso.

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La marquesa de Griñón cumplió con todas las tradiciones y, además de mostrar a sus invitados su anillo de compromiso, una joya de diamantes de la firma italiana Repossi con un valor de 14.500 euros, correspondió a su novio y le entregó un regalo de vuelta, que no podía ser otro que un reloj de compromiso. Un objeto que guarda un gran simbolismo, pues representa el comienzo de un nuevo tiempo, y que el empresario ya ha lucido.

Reloj Nautilus 5712/1A de la firma Patek Philippe. (Patek Philippe)
Reloj Nautilus 5712/1A de la firma Patek Philippe. (Patek Philippe)

Se trata de un diseño de la relojería suiza Patek Philippe, una de las más exclusivas del mundo y cuyos productos suelen costar miles de euros. De entre su amplia colección, Tamara ha elegido el modelo Nautilus 5712/1A, que destaca por ser automático y de estética deportiva. Fabricado por primera vez en el año 1976, tiene un precio de 50.850 euros, es de acero inoxidable y su caja está inspirada en la escotilla de un barco. Su fondo es de cristal de zafiro, tiene una correa de acero y muestra, además de la hora, las fases de la luna.

Una pieza de coleccionista al alcance de muy pocos que seguramente se convertirá en uno de los objetos más valiosos para Íñigo Onieva, no tanto por su valor económico como por la carga sentimental que tiene.

Boda muy esperada

La de Tamara Falcó e Íñigo Onieva es una de las bodas del año. No solo por la fama de sus protagonistas y de sus invitados, especialmente la familia de la novia, también porque será el culmen a una historia de amor que hace unos meses saltó por los aires y acaparó decenas de titulares. Un día después del anuncio de su compromiso, se publicó un vídeo en el que el empresario aparecía besándose con otra mujer en un festival de música en Estados Unidos. Ante las pruebas de infidelidad, la respuesta de Tamara fue contundente: abandonó el hogar que compartían, rompió su relación y canceló la boda.

Íñigo Onieva y Tamara Falcó en una fotografía compartida por el empresario en su Instagram.
Íñigo Onieva y Tamara Falcó en una fotografía compartida por el empresario en su Instagram.

Mientras que el empresario guardaba silencio, Falcó llegó a afirmar que su decisión era rotunda. “Me da igual que haya sido un beso de seis segundos o un nanosegundo en el metaverso. Si esto es verdad, aquí se acaba todo”, llegó a decir. Sin embargo, el paso de las semanas la hicieron recapacitar y en enero anunciaba en una exclusiva su reconciliación, la cual definió como “un milagro navideño”.

Como si no hubiera pasado nada, y tal y como habían previsto, contraerán matrimonio el próximo 8 de julio. El escenario será el palacio El Rincón, la joya inmobiliaria que Tamara y sus hermanos heredaron tras la muerte de su padre, Carlos Falcó.

El secreto mejor guardado es el vestido de la novia, del cual sólo se conoce que estará diseñado por la marca española Sophie et Violà. En vez de hacerles una transferencia, los invitados podrán regalar a la pareja uno de los artículos que han seleccionado de A-Típica, una tienda de decoración de lujo. No apta para todos los bolsillos, cuenta con artículos exclusivos como vajillas de 5.000 euros, jarrones de más de 550 euros, mantas de cashmere por 760 euros o candelabros por 677 euros la unidad, entre otros.

Del mismo nivel serán los platos que degusten tras la ceremonia religiosa. Tamara e Íñigo han confiado en Eneko Atxa, reconocido chef que está al frente del restaurante Azurmendi de Vizcaya y que cuenta con 5 estrellas Michelin