El transporte avanza junto con la tecnología. Luego de inventar la rueda y domesticar a los animales, el gran salto llegó en primera instancia con la invención de la máquina a vapor en la Revolución Industrial, dando lugar a la aparición del ferrocarril que dominó el transporte terrestre hasta la irrupción del automóvil a fines del siglo XIX.
Tras siglos de evolución, la humanidad se encuentra hoy ante el desafío de reducir el impacto en el medio ambiente. Muchos países están logrando alianzas estratégicas, como el tratado de París, en donde se comprometen a modificar su esquema industrial para reducir las emisiones de gases responsables del calentamiento global. La respuesta debe ser efectiva y veloz.
Claro, la industria del transporte no está exenta y es, por su gran alcance y capacidad de incorporar nuevas tecnologías, una de las puntas de lanza para lograr un cambio importante en las costumbres y el conocimiento de las personas en materia de movilidad sustentable. Los autos híbridos aparecen como una opción indispensable frente a este desafío de escala global.
El motor híbrido
En este escenario, los motores de última generación que combinan baterías y sistemas nafteros pueden marcar la diferencia. Aviones, trenes, camiones y vehículos agroindustriales como tractores pueden paulatinamente ir incorporando motores híbridos para reducir su impacto y contribuir con el objetivo tan necesario de lograr una menor cantidad de emisiones de CO2.
El vehículo que abrió el camino a la motorización híbrida en materia automotriz es el Toyota Prius, que salió al mundo en 1997. El sistema del Toyota Prius puede funcionar solo con el motor eléctrico, con el naftero, o con ambos motores la vez y hoy continúa aplicando tecnología de punta para continuar perfeccionando el concepto.
Para mejorar la eficiencia de ambos motores, este sistema toma ventaja del motor eléctrico cuando el auto comienza a acelerar luego de estar detenido (velocidad baja), logrando en estas velocidades normales en las ciudades, un nivel de cero emisión de gases tóxicos. Por su parte, el auto utiliza el motor naftero y el eléctrico cuando va a una velocidad alta, reduciendo así la emisión de gases en forma sustancial en comparación con los autos convencionales, logrando una eficiencia de combustión superior con baja emisión de gases.
Otra de las ventajas destacables de los motores híbridos de última generación es su gran capacidad de autonomía. Un Prius modelo 2018 puede andar hasta 1000 kilómetros sin necesidad de recargar combustible.
La automotriz japonesa propone un camino que sigue con estos conceptos de cara al futuro. De hecho, el compromiso de Toyota es el de no producir más autos con motores solo de nafta de cara a 2050, año para el que se espera que toda su línea esté compuesta por híbridos y autos eléctricos.