"Se necesitan nuevas herramientas para el control de enfermedades transmitidas por mosquitos". Esa fue una de las conclusiones del II Encuentro Internacional sobre Dengue, Zika, Chikungunya y Fiebre Amarilla, organizado por Mundo Sano -una fundación privada de Grupo Insud-, que contó con el auspicio de Chemotecnica y la Red Latinoamericana de Control de Vectores.
Es que esta problemática ocupa y preocupa a los expertos. El Zika, Dengue, Chikungunya y Fiebre Amarilla son enfermedades virales transmitidas por el mosquito Aedes aegypti, cuando pica a una persona infectada y luego a una persona sana. Como no existe una vacuna contra estas enfermedades, a excepción de la fiebre amarilla, es fundamental controlar la presencia de los mosquitos y sus criaderos.
Tanto en el caso de Dengue, como Zika y Chikungunya, estas enfermedades tienen un comportamiento similar al comienzo del período clínico: fiebre, cefalea, dolores articulares y musculares. Además, cada una de ellas tiene una serie de manifestaciones que las diferencian.
El Dengue presenta fiebre habitualmente más alta, así como dolores musculares más fuertes. Puede complicarse cuando cae la fiebre y se debe prestar atención a los signos de alarma, como el sangrado.
La Chikungunya, además de una fiebre más alta, presenta un dolor en las articulaciones más intenso y afecta manos, pies, rodillas, espalda. Puede llegar a incapacitar (doblar) a las personas para caminar y realizar acciones tan sencillas como abrir una botella de agua.
El Zika no presenta rasgos particularmente característicos, pero en la mayoría de los pacientes se observan erupciones en la piel y conjuntivitis. Además se ha demostrado su capacidad para afectar al sistema nervioso pudiendo ocasionar Sindrome de Gillán.-Barré, meningoencefalitis y malformaciones congénitas como microcefalia.
Los programas de control, la clave para combatir estas enfermedades
Los programas de control vectorial buscan disminuir las poblaciones de estos mosquitos (vector) mediante la eliminación de sus criaderos. Al tratarse de un mosquito doméstico, sus principales criaderos son los depósitos y recipientes artificiales que puedan contener agua al menos una semana. Por ese motivo, el control debe orientarse a la reducción, destrucción o el manejo ambiental de estos elementos, durante todo el año, como así también trabajar en las variables socioculturales y urbanas que rodean a estas problemáticas.
El encuentro mostró así que las metodologías tradicionales de reducción de criaderos, mediante eliminación y control con larvicidas y biolarvicidas, no son suficiente para atacar esta problemática.
"Se necesitan nuevas herramientas ya que los métodos tradicionales de control han mostrado un éxito limitado debido a la complejidad de la sociedad actual: densidad poblacional en los centros urbanos, falta de planificación urbana, capacidad de los centros de salud así como la naturaleza compleja de las metodologías tradicionales de los Programas de Control Focal y el aumento a la resistencia a los insecticidas", destacaron en el encuentro.
Y se puntualizó en que hoy no existe una sola herramienta que garantice el éxito de los métodos de control del manejo efectivo de las poblaciones de Aedes aegypti. "Las formas tradicionales deberían contemplar la integración de las nuevas metodologías".
El encuentro concluyó también con la necesidad de utilizar estrategias integradoras que combinen el uso correcto de las propuestas actuales, incorpore novedades previamente validadas y, en todos los casos, se aborde la problemática teniendo en cuenta la situación local.
Entre los expositores de la jornada estuvieron: Mario Masana Wilson –Representante de la Organización Panamericana de la Salud para Argentina- y Claudio Salem de la empresa Rentokil de Brasil. Este último disertante compartió su experiencia durante los meses previos a la celebración de los Juegos Olímpicos Río 2016. Debido a la alerta epidemiológica por los números de casos de Dengue, Chikungunya y Zika presentes en Brasil, hubo un periodo de incertidumbre acerca de la celebración de los juegos y de la necesidad de asegurar el control del vector para evitar nuevos casos. Salem disertó sobre las herramientas que utilizaron para efectivamente controlar la población de mosquitos y exitosamente celebrar los juegos sin ningún nuevo caso.
Además, participaron Roberto Chuit de la Academia Nacional de Medicina de Buenos Aires; Alejandra Morales del Instituto Nacional de Enfermedades Virales Humanas; Eduardo Zerba del Centro de Investigación en Plagas e Insecticidas (CITEDEF) y Fradique González Villalobos de la empresa OXITEC. Mientras que por parte de Mundo Sano, Andrea Gómez Bravo y Manuel Espinosa del equipo de Programas y Proyectos, presentaron los trabajos: "Herramientas alternativas para el control de las enfermedades transmitidas por vectores" y "Abordaje para el monitoreo y control de Ae. aeygpti en el Norte Argentino".
Marcelo Abril, Director Ejecutivo de Mundo Sano, realizó la apertura del evento dando la bienvenida y compartiendo algunos datos sobre la trayectoria de la Fundación en los programas de control de vectores y prevención de enfermedades transmitidas por mosquitos.
En la Argentina, Mundo Sano realiza actividades de prevención en puntos estratégicos.
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