Una de las escenas más recordadas de Mi pobre angelito (Home Alone, en su idioma original) está a punto de adquirir una nueva vida, esta vez fuera de la pantalla.
El famoso momento en el que Marv, uno de los intrusos, queda paralizado por una tarántula sobre su rostro será inmortalizado con una escultura que se exhibirá en la misma casa donde se filmó la película.
El responsable del homenaje no es otro que Daniel Stern, el actor que dio vida al torpe ladrón y que hoy, a sus 68 años, combina su faceta artística con la vida rural en un rancho de California.
En una entrevista con la revista People, el artista reveló que fue contactado por los actuales dueños de la emblemática casa ubicada en Winnetka, Illinois, utilizada para las tomas exteriores del clásico navideño.
La familia, fanática declarada de la película de 1990, le propuso crear una obra que recordara una de las escenas más icónicas del film.
“Soy escultor y me preguntaron si podía hacer una escultura para la casa”, explicó. La respuesta fue afirmativa y el proyecto ya está en marcha: una réplica de sí mismo junto a la temida araña.
La escultura, que será realizada en bronce, será el primer autorretrato de la carrera artística de Daniel Stern.
Con humor, el actor confesó que se permitió ciertas licencias creativas: aseguró haberse representado “un poco más apuesto” de lo que se considera en la vida real.
Más allá de la broma, destacó lo especial que resulta saber que la obra quedará instalada en un lugar tan cargado de historia cinematográfica y afectiva para varias generaciones.
El actor señaló que el trabajo estará terminado en unos meses y que, aunque será enviada a Illinois, existe la posibilidad de una inauguración oficial. “Sería una locura estar en esa casa”, comentó, consciente de que la propiedad se ha convertido en una auténtica atracción turística desde el estreno del film hace más de tres décadas.
En la película dirigida por Chris Columbus, Daniel Stern compartió protagonismo con Joe Pesci como los inolvidables “Wet Bandits”, una dupla de ladrones que intenta robar viviendas en Navidad y termina enfrentándose a las ingeniosas trampas del joven Kevin McCallister, interpretado por Macaulay Culkin.
La escena de la tarántula, en particular, se convirtió en una de las más celebradas por el público, en gran parte gracias al grito agudo y desesperado de Marv. De hecho, Stern recordó que ese alarido fue un homenaje directo a la icónica escena de la ducha de Psicosis.
Sin embargo, detrás del humor hubo tensión real: durante la filmación, una tarántula auténtica fue colocada sobre su rostro. Aunque había un entrenador de arañas en el set, el actor confesó sus dudas sobre cuán “entrenado” estaba realmente el animal.
“No oye y no se puede entrenar”, le explicaron, descartando cualquier tipo de control real sobre su comportamiento.
El temor era comprensible, pues el actor incluso preguntó si podían retirar el aguijón del animal, a lo que recibió una respuesta contundente: hacerlo lo mataría. “Si no lo hacen, el que muere soy yo”, bromeó el actor al recordar el momento.
Afortunadamente, la escena se grabó sin incidentes y quedó grabada en la memoria colectiva del cine familiar.
Cabe recordar que la casa de Mi pobre angelito volvió a ocupar titulares recientemente cuando fue vendida por 5.5 millones de dólares, superando el precio inicial de venta.
Con cinco dormitorios y seis baños, la residencia salió al mercado en mayo de 2024 y encontró comprador en tiempo récord, confirmando el interés sostenido que genera entre fanáticos del cine y curiosos por igual.