Bajo una lluvia persistente, cientos de fanáticos formaron largas filas este jueves en Leicester Square para intentar ver de cerca a Shah Rukh Khan y Kajol, dos de las estrellas más famosas en Bollywood.
Gritos, teléfonos en alto y paraguas chocando unos con otros acompañaron un momento histórico: la develación de una estatua de bronce en honor a Dilwale Dulhania Le Jayenge (DDLJ), el largometraje que desde 1995 no ha dejado de acumular récords y fanáticos.
Este 2025, el filme indio cumple 30 años como el romance más longevo en cartelera, y ahora también es la primera película de Bollywood en ser inmortalizada en el famoso paseo Scenes in the Square de Londres, junto a personajes de Harry Potter, Mary Poppins, Paddington y Singin’ in the Rain.
La figura que representa a Raj y Simran, los protagonistas eternamente asociados al amor imposible que encuentra su camino, fue presentada este 4 de diciembre con Khan, Kajol, el CEO de Yash Raj Films y Ros Morgan, directora ejecutiva de la Heart of London Business Alliance.
Para el público, fue una oportunidad irrepetible de presenciar cómo los actores revivían una historia que marcó un antes y después en el cine popular del sur de Asia.
Un clásico que se resiste a morir
Amor contra viento y marea (su título en español), estrenada el 19 de octubre de 1995, fue un éxito de masas. Su recaudación fue superior a los 32 millones de dólares en India y más de 160 millones de rupias adicionales en el extranjero.
Sin embargo, no le bastó haberse llevado el título de ser la más taquillera de su año. El tiempo le otorgó otro insólito récord que nació de la nostalgia de sus asiduos espectadores: lleva 30 años proyectándose de manera continua en el legendario cine Maratha Mandir en Bombai.
Por menos de un dólar (el valor actual de la entrada), multitudes se reúnen para observar nuevamente la historia cuyo guion conocen de memoria.
Ingresar a una función en Maratha Mandir es “entrar a una cápsula del tiempo”, describe CNN en su informe especial. El espectador encuentra asientos de cuero rojo desgastado, carteles antiguos, snacks en bolsas plásticas y una audiencia que estalla de emoción apenas suena el riff de mandolina que marca el comienzo del filme. Tres décadas después, unas cien personas al día siguen acudiendo al lugar, según datos del propio cine.
¿De qué trata DDLJ?
La película gira en torno a Raj Malhotra y Simran Singh, dos jóvenes de origen indio nacidos y criados en Londres, pero con crianzas radicalmente distintas. Simran vive bajo las normas estrictas de su padre, Baldev Singh, quien ya ha arreglado su matrimonio con Kuljeet, el hijo de un viejo amigo en India. Raj, en cambio, se ha criado con un padre más flexible y con gran sentido del humor, que le ha permitido explorar el mundo con libertad.
Antes de su boda pactada, Simran convence a Baldev de que la deje viajar con amigas por Europa, mientras Raj hace lo propio en un recorrido similar. Tras un inicio lleno de malentendidos, ambos pierden el tren a Zúrich y se ven obligados a continuar la travesía juntos. Lo que empieza como una convivencia forzada se convierte en una amistad profunda y luego en un amor que ninguno esperaba.
De regreso a Londres, Simran confiesa sus sentimientos a su madre, pero su padre escucha la conversación y, temeroso de que la modernidad del extranjero “corrompa” a su hija, decide mudarse inmediatamente a India para cumplir la promesa matrimonial. Raj, determinado a no perderla, viaja tras ella para conquistar a la familia.
La historia detrás del romance
La película fue el debut como director de Aditya Chopra, hijo del mítico cineasta Yash Chopra. Aunque ya había trabajado como asistente de su padre entre 1989 y 1993, el joven director escribió esta historia por su cuenta.
Cuando se la presentó al patriarca de la familia, esperaba que él la dirigiera, pero Yash insistió en que Aditya asumiera el reto él mismo. Así, con libertad creativa total, creó una película que sacudiría la industria de Bollywood.
Según el documental Los Románticos (Netflix), donde Aditya aparece en una entrevista inédita, la creación de DDLJ nació de una inquietud: hasta ese momento, el cine romántico indio presentaba el amor como un acto rebelde contra la familia.
Él quería contar una historia donde el protagonista no huye, sino que intenta ganarse la aprobación del padre, reflejando un nuevo ideal para la juventud de los años noventa.
Al mismo tiempo, Aditya logró capturar el panorama cultural de su país en los noventa: una región que acababa de abrir su economía al mundo, seducido por MTV y Coca-Cola, pero aún temeroso de perder su identidad.
CNN destaca que fue la primera película mainstream que colocó a la diáspora india en el centro de la narrativa, poniendo distancia de los estereotipos negativos habituales.
El contraste entre Londres, Suiza y los campos de la India, así como la dualidad entre tradición y modernidad, convirtió la historia en un espejo donde casi cualquier espectador podía verse reflejado.
De ahí que, como señala la crítica Anupama Chopra, autora de Dilwale Dulhania Le Jayenge: A Modern Classic, sea imposible atribuir su éxito a un solo factor: “cuando los dioses del cine deciden que estás haciendo un clásico, los astros se alinean”.
El panorama también se alineó por fortuna para Shah Rukh Khan, quien inicialmente se había negado a protagonizar la película.
Según explica el documental de Netflix, Khan (un talento en ascenso para ese tiempo) estaba muy interesado en convertirse héroe de acción, después de interpretar papeles de villano en cintas como Darr. Le parecía extraña la idea de protagonizar una comedia romántica donde el héroe no peleaba por la chica, sino que intentaba convencer a su padre.
La anécdota decisiva ocurrió en el set de Trimurti, cuando una señora de 80 años se acercó a SRK para decirle que no le gustaba verlo morir en todas sus películas. Aditya usó ese momento para insistir: “La superestrella será quien pueda ser el hijo de todas las madres, el hermano de cada familia y la fantasía de las chicas universitarias”. Poco después, Khan finalmente aceptó.
Kajol, en cambio, fue siempre la primera opción para interpretar a Simran. Como amiga cercana de Aditya Chopra, aceptó sin dudarlo. Luego ella reconoció que le costaba relacionarse con la docilidad del personaje.
Kajol y Shah Rukh Khan ya se conocían, pues habían trabajado juntos en Baazigar (1993) y Karan Arjun (1995). A partir de Dilwale Dulhania Le Jayenge su química y carisma los elevaron a ser la pareja favorita para los fanáticos de Bollywood.
En Leicester Square, ante su propia estatua, el ahora “Rey de Bollywood” resumió lo que la película ha significado en su vida.
“DDLJ se hizo con un corazón puro… y creo que por eso ha tenido un impacto duradero. Personalmente, es parte de mi identidad”, dijo a Variety.
Kajol añadió: “Ver la estatua fue como revivir parte de nuestra historia… es increíble que siga recibiendo tanto amor 30 años después”.