Crisis sin fin para los tambos: el sector asegura que el precio que cobran no alcanza para cubrir los costos

Productores de las principales cuencas lecheras opinaron sobre la situación por la que atraviesa el sector. El aumento de los costos, el impacto de la brecha cambiaria y la inflación, y una producción que empieza a sufrir los efectos de la sequía

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Los tamberos aseguran que el precio que reciben no alcanza para cubrir los costos
Los tamberos aseguran que el precio que reciben no alcanza para cubrir los costos

Los tamberos recibieron en diciembre del 2021 un precio promedio de 34,35 pesos por litro entregado a las industrias. Esto significó un incremento intermensual del 2% y que suma un ajuste interanual del 61%. Sin embargo, desde la producción aseguran que los precios y los ajustes dispuestos por las empresas lácteas no alcanzan a cubrir los incrementos en los costos, en medio de una fuerte sequía y cuestiones como el tipo de cambio o la inflación.

Pese a la suba del precio en la tranquera y a contar con un valor de 32 centavos de dólar, los tambos afirman que no hay rentabilidad, y mucho menos aquellos que despachan hasta 3.000 litros diarios, que representan el 70% del total de establecimientos en el país. Asimismo, la producción de leche en la Argentina tocó los 11.000 millones de litros en el 2021, una cifra que se mantiene en esos niveles desde hace años. En los tambos se señala como principal dificultad cumplir con la compra de alimentos: hoy la soja disponible toca los 40 mil pesos la tonelada o el maíz muy afectado por el clima de sequía, con lotes que no obtuvieron granos.

En Santa Fe, Fernando Córdoba, secretario de la Mesa de Productores de Leche (Meprosafe), afirmó que el precio que se pagó en diciembre pasado de poco más de $ 34,35 promedio nacional, enfrentó un costo de producción de 35,50 pesos. “Es decir, estamos un peso por debajo del promedio nacional. Eso lo observamos con preocupación y entendemos que el precio no alcanza, y es como que habría un acuerdo entre las industrias para pagar casi lo mismo. No se entiende que compitiendo y elaborando distintos productos, con valor agregado, se puede pagar lo mismo. Es lo que siempre discutimos y hablamos de una cartelización: donde pocos le ponen el precio a muchos. Ningún gobierno quiere meter allí la mano y corregirlo”, señaló.

La producción de leche comienza a recibir el impacto de la sequía.
La producción de leche comienza a recibir el impacto de la sequía.

Gustavo Augel, tambero de Lobos y Coordinador de la Comisión de Lechería de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP), manifestó que “no es que la producción haga mal las cosas y no den los números, lo que sucede es que tenemos políticas erradas para la lechería. Hay cosas que nos hacen daño desde afuera y es muy difícil afrontarlas. Es muy difícil decirles a los jóvenes que se queden en el campo e inviertan en lechería. Se cierran muchos tambos por año y a los tambos chicos cada vez les cuesta más quedarse en el sector. No nos olvidemos que el 75% de las explotaciones lácteas son pequeñas”.

Otra provincia

En lo que respecta a Entre Ríos, Fabio Schneider, tambero y vicepresidente de la Filial Crespo de la Federación Agraria Argentina, dijo que la caída de producción comienza a notarse tras las altas temperaturas y la sequía. “El precio que cobramos es de $32,70 por litro, es una vergüenza, ya que el aumento, que ronda los 40 a 50 centavos mensuales, debería ser una actualización frente al ajuste en los costos. Así tendrían que ser no menos de $5 mensuales”, señaló.

Schneider recordó que el tambero debe hacer frente a la suba de los costos y la distorsión que ofrece el dólar, donde los productores comercializan en pesos y enfrentan costos que aumentan constantemente. “Los niveles de producción de leche en Argentina, por más que lo presenten como récord, venimos con una cantidad de litros igual en los últimos 20 años. Cada vez hay más consumidores locales y ventas al exterior, y la producción local de leche se estancó. Además, se hace más difícil llenar la heladera de los argentinos porque no va a haber producción por más que el Estado inyecte dinero en algunos sectores de la sociedad: si no hay qué comprar, el dinero no se come”, concluyó.

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