En un contexto de apreciación cambiaria y elevados niveles de deuda, el gasto en turismo y pago de intereses acapararon el 90% del saldo comercial de bienes desde diciembre de 2023. Esta situación condiciona la capacidad de aprovechar los ingresos generados por el comercio exterior.
La balanza comercial de bienes acumuló USD 40.890 millones entre diciembre de 2023 y noviembre de 2025. No obstante, ese superávit se reduce a apenas USD 3.940 millones al descontar el déficit de la balanza turística (USD 15.314 millones) y los pagos de intereses (USD 21.636 millones), un monto incluso inferior a los ingresos netos del sector oleaginoso y cerealero registrados en septiembre, que ascendieron a USD 7.568 millones.
“En otras palabras, intereses y turismo prácticamente se consumen el saldo comercial de bienes desde diciembre de 2023. El esfuerzo productivo del complejo exportador es absorbido por los compromisos derivados del nivel de endeudamiento y del tipo de cambio que promueve el turismo emisivo, entre otras cuestiones”, señaló el CEPA.
Desde LCG resaltaron que en noviembre, 764.000 personas salieron del país como turistas (+101.000 personas en términos anuales), mientras que ingresaron sólo 491.000 personas (-13.735 personas por año).
En lo que va del año, el turismo emisivo acumuló 11.191.000 viajeros, una cifra apenas por debajo del máximo histórico alcanzado en 2017, cuando se registraron 11.320.000 personas.
En términos de gasto por turismo emisivo, indicó la consultora, el gasto total del mes ascendió a USD 550 millones. Con la incorporación de octubre, el desembolso acumulado del cuarto trimestre —sin considerar diciembre— alcanza los USD 1.148 millones. En el mismo período del año pasado, esos dos meses habían registrado un gasto cercano a USD 910 millones, lo que marca un incremento interanual del 26%.
Por su parte, el CEPA precisó: “El saldo de la estimación por viajes y pasajes neteado servicios de envíos postales resultó deficitario en USD -322 millones en noviembre”.
“Asimismo, si se calcula la balanza turística considerando consumos de bienes y servicios pagados con tarjetas, viajes y transporte de pasajeros, volvió a ser negativa por USD 560 millones, acumulando en el año un saldo negativo por USD 9.340 millones (el déficit más elevado desde 2017, cuando alcanzó USD -10.709 millones en la totalidad de ese año)”, añadió.
Como contexto, según la Balanza de Pagos del Indec, la cuenta corriente registró un déficit de USD 1.600 millones en el tercer trimestre mientras que la cuenta financiera mostró un ingreso neto de capitales por USD 2.100 millones.
“El incremento en el déficit de cuenta corriente, explicado principalmente por el crecimiento del turismo y las importaciones, continúa reflejando la fortaleza del peso. Si bien se mantuvo un superávit en la balanza comercial (USD 4.300 millones), cayó un 18% interanual frente a igual período de 2024 (USD 5.300 millones). Las exportaciones crecieron 13,8% interanual, mientras que las importaciones lo hicieron al 24,6%”, resaltó Max Capital.
La cuenta de servicios registró un déficit de USD 2.600 millones, explicado en gran parte por el rojo del turismo, que alcanzó los USD 1.400 millones. En la cuenta financiera, el resultado estuvo impulsado principalmente por los desembolsos del FMI y de otros organismos multilaterales, junto con una Inversión Extranjera Directa (IED) por USD 3.500 millones.
El próximo año los pagos de deuda entre capital e intereses ascienden a USD 18.000 millones. La consultora 1816 estima que se hará un rollover en el pago a organismos internacionales, por lo que el monto descendería a USD 13.800 millones.
Según la ley de Presupuesto 2026, el Gobierno dispuso que los pagos correspondientes a la amortización de capital y al 60% de los intereses de las letras intransferibles en dólares que mantiene el Banco Central (BCRA) sean refinanciados mediante la emisión de nuevos títulos públicos.
Según la medida, esos vencimientos serán reemplazados, en la fecha original de pago, por bonos emitidos a la par, con un plazo de cinco años y amortización íntegra al vencimiento.
Los nuevos títulos devengarán una tasa de interés equivalente a la que rinden las reservas internacionales del BCRA para el mismo período, con un tope máximo fijado en la tasa SOFR Term a un año más un margen de 0,71513%, menos un punto porcentual.
El 40% restante de los intereses de esas letras intransferibles se abonará en efectivo. La determinación final de las condiciones financieras quedará a cargo del organismo responsable de la coordinación de los sistemas de administración financiera.
Además, se estableció que todas las letras intransferibles en poder del Banco Central deberán ser registradas conforme a las normas contables generalmente aceptadas.