Lionel Messi, inédito: el enojo con Lewandowski, su arrepentimiento de hacer el “Topo Gigio” y su futuro en la selección argentina

El capitán de la Albiceleste contó algunas perlitas del Mundial de Qatar y se refirió a su continuidad en el equipo nacional

Lionel Messi formó parte del ciclo de entrevistas que compone “Campeones, un año después” de Star+. Allí repasó lo que fue la conquista de la Copa del Mundo en Qatar y brindó detalles inéditos con perlitas que hasta acá no habían salido a la luz. Desde su cortocircuito con Robert Lewandowski durante el partido contra Polonia por la fase de grupos, pasando por la actitud desafiante que tomó ante Países Bajos en cuartos de final y obviamente las sensaciones en la final contra Francia. Además, hizo hincapié en su futuro con la Albiceleste.

El cruce con Robert Lewandowski. “Me habían molestado las declaraciones que hizo porque cuando yo gané el Balón de Oro dije lo que sentía de verdad. Que él hable de la manera que habló, me molestó. Después del partido nos hemos cruzado y lo hablamos, la verdad que fue un malentendido. ¿Si en esa jugada lo volví a gambetear porque era él? Sí. En ese momento estaba molesto, me parecía que no correspondía. No me acuerdo bien qué había dicho, pero no era lo que él decía. Estaba caliente. Después fue al Barcelona, nos cruzamos con él estando en el club, hablamos del club de la ciudad y quedó todo bien”.

Los dichos de los neerlandeses antes de cuartos de final. “No jugué caliente, pero pasó un poco lo mismo que con Lewandowski, me molesta cuando se habla fuera de la cancha y se falta el respeto al rival. Si es en la cancha, queda ahí. O después del partido caliente. Pero hablar antes y calentar el partido faltando el respeto es algo que no hice nunca y no me gusta que me lo hagan. Él (van Gaal) lo hizo un poco a propósito. Y el arquero había hablado también. Esas cosas a mí no me gustan”.

El Topo Gigio contra Países Bajos. “Apenas lo hice, me arrepentí automáticamente. Dije ‘qué pelotudo, qué tengo que hacer’. Encima pensé que lo único que faltaba era que nos empataran el partido, que no lo ganemos, porque suelen pasar esas cosas. Se había podido terminar antes, no había necesidad de llegar adonde llegamos y que te hagan el gol de esa manera, con la jugada que hicieron... Fue una bronca muy grande. Pero automáticamente el equipo cambió el chip, no le afectó y siguió jugando como si nada. Eso te muestra la fortaleza que tenía el grupo, que no se caía ante nada. Confiaba tanto en la posibilidad que teníamos y el compañero de al lado que no le importaba nada”.

Su futuro en la selección argentina. “Siempre intentaré competir al máximo, soy el primero que sé cuándo puedo estar o no. Soy consciente que me fui a una liga menor, pero pasa mucho por lo personal, la manera de afrontarlo y de competir de uno. Mientras me sienta que estoy bien y puedo seguir aportando cosas, lo voy a hacer. En lo único que pienso es en llegar bien a la Copa América, disputarla, pelearla otra vez como hicimos siempre e intentar ser campeones. El tiempo dirá si estoy o no en el próximo Mundial, pero es una realidad que tendré una edad que normalmente no da para jugarlo. Por eso dije que creo que no iba a estar”.

¿Jugará la Copa del Mundo de 2026? “Parecía que después de Qatar ya estaba todo y me retiraba, pero es todo lo contrario, ahora quiero estar más que nunca. Después de haber pasado tantos años sufriendo, hoy vivimos un momento especial que nunca había vivido con la selección argentina y quiero disfrutarlo. Quiero estar en Argentina y me siento bien dentro del grupo. Hay un grupo unido, sano, que disfruta estar juntos. Quiero aprovechar todo eso sin pensar qué pasará en dos o tres años, que en el fútbol es muchísimo. No pienso en el Mundial ni tampoco digo 100% que no voy a estar, porque puede pasar de todo. Por edad y situaciones, lo más normal es que no esté. Después se verá. Capaz que nos va bien en la Copa América y se da todo para que sigamos, o capaz que no. Qué sé yo. No puedo decir si sigo o no, pero siendo realista, es difícil”.

Cómo cambió las críticas por el amor de la gente. “Antes de perder la final en Brasil había dicho que en algún momento iba a ser campeón del mundo. Algo me decía que Dios quería que yo fuera campeón del mundo, que me lo iba a dar y siempre confié en eso. Hubo muchas piedras en el camino, piedras grandes. La pasé mal yo, mi familia, la gente que me quiere. Yo y todos mis compañeros de ese momento. Se fue muy injusto con toda esa camada. De mí, en ese momento, se dijo de todo. Pero no soy rencoroso y desde la humildad y el silencio, hice mi trabajo. Para mí también es un triunfo haber cambiado esa situación y haberme ganado a toda la gente de Argentina. En un momento fui cuestionado por la gente también, por todo lo que se decía y se veía en la tele. Hoy el 95% o 100% de los argentinos me quiere y eso para mí es una hermosura”.

Qué le cambió ser campeón del mundo con la Selección. “Es la tranquilidad y orgullo de poder decir que en mi trabajo, entre comillas, pude conseguir todo. Llegar a lograr todo lo que uno soñaría como jugador y que no me quedó nada por hacer, es el mayor placer. Como cuando uno hace un buen trabajo, consigue un objetivo en cualquier tipo de rubro, uno se siente orgulloso y satisfecho de haberlo hecho y de poder decir que no me quedó nada por hacer”.

El padecimiento que terminó. “Mi familia sufrió mucho más que yo porque vive igual o más que yo todas las alegrías y las derrotas. El haberse bancado todos estos años de críticas en la Selección, mi mamá, mi papá, mis hermanos, mis sobrinos... Mi sobrino mayor, que vive acá también (en Argentina), que creció con todo eso, que eran siempre críticas, siempre matándome. Fue un poco decir ‘ya está, lo conseguimos, conseguimos todo, lo más grande, que era un Mundial’. Eso, ya está, se terminó”.