* El penal a Benedetto y el gol de Marcos Rojo
Boca Juniors vivió una situación singular este sábado en la Bombonera en el choque ante Talleres de Córdoba correspondiente a la 8ª fecha de la Liga Profesional. Luego de los dos penales que falló ante Corinthians –uno en tiempo regular y otro en la tanda definitoria–, Darío Benedetto volvió a hacerse cargo de una pena máxima ante la T durante el primer tiempo del juego y su disparo se estrelló contra el travesaño. Era el tercer penal consecutivo que fallaba el goleador. Y en el complemento hubo otro penal más...
Con el encuentro sin goles, ya cerca del final, el Pipa intentó aguantar una pelota en el área y el defensor Rafael Pérez se lo llevó puesto cuando intentó interceptar el pase. Sin embargo, el árbitro Pablo Dóvalo no llegó a divisar la clara infracción pero sí lo hizo Mauro Vigliano, a cargo del VAR.
Tras el llamado al juez principal, las imágenes no dejaron dudas: Pérez pisó claramente a Benedetto en el tobillo. Dóvalo sancionó la pena máxima, pero también le mostró al defensor colombiano la segunda tarjeta amarilla.
Benedetto, rengueando tras el doloroso golpe que recibió, se paró a un costado y cedió la ejecución a Marcos Rojo, flamante capitán ante la ausencia del Cali Izquierdoz, quien ya había sido relegado al banco de suplentes en la fecha pasada ante San Lorenzo y en esta ocasión ni concentró alegando una lesión.
El ex Estudiantes de La Plata cambió por gol la pena máxima, celebró con furia su anotación pero en el medio del éxtasis visualizó al 9 y le devolvió un especial abrazo que seguramente mucho tuvo que ver con las horas complicadas que vienen atravesando los referentes tras lo sucedido ante Corinthians por Copa Libertadores.
Fue el propio Rojo quien reconoció que la decisión de cambiar de pateador fue algo que hablaron en el en el entretiempo: “Ya habíamos hablado en el vestuario. Yo le pregunté si él, si había otro penal, si lo quería patear él. Porque el encargado de los penales es él, es un gran delantero, un goleador y me dijo que lo patee porque por ahí no estaba del todo bien porque venía errando los penales. Contento por el gol”.
El entrenador, en la conferencia de prensa posterior, también se refirió a este hecho: “Creo que lo vio todo el mundo. Darío no podía pisar. Está más que claro que un penal no lo podía patear en las condiciones que estaba. Así que perfecto lo que sucedió en la cancha. Está perfecto, es así. No hablé del penal en el entretiempo”.
* Salida de Benedetto y ovación
Minutos más tarde, Hugo Ibarra decidió sacar de la cancha a un Benedetto que no podía pisar por el dolor que arrastraba tras la entrada de Pérez. Mientras se producía el ingreso de Luis Vázquez en su lugar, la Bombonera le regaló una ovación al Pipa, que una vez que llegó al banco de suplentes se colocó hielo en la zona lastimada.
Luego del encuentro, Rojo también habló sobre los días complejos que vivieron tras el choque de la Libertadores y el apoyo de los fanáticos en la Bombonera: “Es sabido. El hincha de Boca es así, lo demuestra siempre. En los malos momentos es cuando más alientan, cuando más cantan, cuando más gritan y nosotros lo sentimos adentro de la cancha. Este triunfo es para todos ellos que nos aguantan a pesar de todo”.
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