Una peculiar jugada se vivió en el duelo en el que el Vaduz de Liechtenstein recibió al Bala Town de Gales por la primera fase de las rondas preliminares de la Europa League.
El Vaduz ganaba 2-0 con comodidad y contaba con un lateral en ataque a su favor. En ese momento, el entrenador del Bala Town decidió hacer un cambio y el juego se paró. Cuando las acciones se reanudaron, el futbolista del conjunto local asistió desde el lateral a un compañero que estaba solo en el área rival. Este mandó el centro atrás que derivó en el gol del mediocampista Marco Mathys para el 3-0 definitivo.
Inmediatamente, los jugadores del equipo galés reclamaron al árbitro del encuentro, el finlandés Jari Jarvinen, por una supuesta posición adelantada del jugador que tiró el centro. Sin embargo, y de manera insólita para integrantes de un equipo profesional, ignoraron un artículo clave del reglamento del fútbol: desde el lateral, no hay offside.
Así, Vaduz se impuso por 3-0 en su cancha y -tras haber ganado en el partido de ida por 2-1- consolidó el pase a la segunda ronda de la instancia que clasifica a la fase de grupos de la Europa League.
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