Taras Kompanichenko, kobzar de profesión –intérprete de la tradicional kobza ucrania–, dejó atrás los escenarios tras el inicio de la invasión de 2022 para vestir el uniforme militar. El último artista retratado en la serie documental Culture vs. War siente que “no tenía derecho a estar desprovisto de un arma” para que nadie pudiera acusarlo de “ser un adorno”, según confiesa, aunque enfatiza que su música actúa como el arma más fuerte, herencia de los tiempos cosacos y esencia de la identidad nacional ucrania, amenazada por los ataques rusos.
Kadim Tasarov, creador del proyecto Culture vs. War tras sobrevivir al asedio ruso de Bucha, dirige seis documentales que relatan cómo escritores, músicos, fotógrafos y cineastas cruzaron la línea del arte para enfrentarse al conflicto, a menudo junto a la primera línea del frente. El proyecto cuenta con respaldo de organismos como ¡Mira lo ucranio!, la Comisión Europea y el Ministerio de Exteriores de Ucrania, y sus producciones se encuentran disponibles sin coste en YouTube.
Las voces de los protagonistas resuenan en versiones DOBLADAS al inglés, árabe y español, esta última producida con inteligencia artificial y bajo la coordinación de Olga Ledo en Madrid e Irpín. Ledo, embajadora del proyecto en España, explica que el equipo “seleccionó cuidadosamente las voces de IA que mejor se asemejaban a los protagonistas y revisó la entonación, el ritmo, las pausas y la pronunciación”, con un proceso “minucioso y exigente”.
El documental más extenso narra el recorrido de la banda Antitilá, referente musical que optó por las armas. Durante 42 minutos, su vocalista, Taras Topolia, relata experiencias como el inesperado contacto telefónico de Bono, líder de U2, quien los invitó a actuar junto a la banda irlandesa tras una conversación surgida desde el frente. Topolia resalta: “Tocar música durante esta guerra es como una medicina para nosotros”.
Aunque la agrupación ha recibido críticas, Topolia responde citando a Depeche Mode: “Intenta caminar con mis zapatos”. Las imágenes alternan escenas de crudeza y muerte con momentos musicales y de humor, evidenciando la compleja cotidianidad de la guerra.
El lente de Tasarov se detiene también en los fotógrafos Vlada y Konstiantin Liberov, quienes dejaron de retratar historias de amor para documentar el conflicto, loque nlos llevó a conseguir así un contrato con la Associated Press. Ambos recuerdan la pérdida de amigos, como el soldado conocido como Da Vinci, caído en combate: “Es tan doloroso, porque sabemos que no debiera haber ocurrido, nos sentimos engañados por el universo”, expresa Vlada en una de las escenas de la serie.
El cineasta y actor Ajtem Seitablaiev, hoy soldado de un batallón de fusileros, señala la diferencia entre el cine y la guerra: “Aquí, en la vida real, a diferencia de en un plató de cine, no hay oportunidad de volver a grabar otra toma”. La conquista de Crimea en 2014 lo encontró lesionado tras una caída durante un rodaje; ahora, su papel es el de defensor del país.
El relato de Serhiy Mijalchuk, cineasta galardonado, refleja la humildad con que muchos artistas tomaron las armas el 24 de febrero de 2022. Mijalchuk afirma: “Ni siquiera me hice soldado para matar al enemigo, porque, aunque esté bien entrenado, no creo que lo haga mejor que otros, sino para estar al lado de los que lo hacen, los que nos protegen”. Recuerda la traumática escena de una familia atrapada en un vehículo ardiendo. “Cruzas una frontera psicológica”, confiesa ante la cámara.
Serhiy Zhadan, escritor, poeta y activista, figura central de la Brigada Jartia de la Guardia Nacional, protagoniza uno de los documentales dirigidos por Tasarov. Con una voz cargada de rabia, Zhadan denuncia: “A nuestro lado hay una sociedad de criminales de guerra, saqueadores, violadores y asesinos”. En el filme, reflexiona: “Intentas ver un ser humano incluso en tu enemigo. Piensas: si yo no quiero hacerte daño, por qué tú quieres hacérmelo a mí; si yo no quiero matarte, por qué tú quieres matarme a mí”.
Según la productora ejecutiva Alina Krasnianska, el objetivo de Culture vs. War es “llegar más cerca de la gente, cansada de la información periodística sobre esta guerra”, mostrando la guerra desde la mirada de quienes combinan el arte y el combate. “El arte muestra nuestros valores, nuestra forma de pensar, nos da la oportunidad de hablar con la audiencia de una forma diferente”.