La senadora y exprecandidata presidencial María Fernanda Cabal se refirió públicamente a la decisión del representante a la Cámara Miguel Polo Polo de respaldar la aspiración presidencial del abogado Abelardo de la Espriella, un movimiento que, según explicó, le generó una afectación personal y política.
En diálogo con Revista Semana, la congresista describió ese distanciamiento con una expresión coloquial al señalar que le “puso los cachos”.
Durante la conversación, Cabal manifestó que la situación tuvo un impacto mayor del que esperaba, debido al trabajo previo que realizó para respaldar la llegada de Polo Polo al Congreso.
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Indicó que participó activamente en la construcción de su campaña, articulando equipos propios y externos, así como en la estrategia electoral que permitió obtener los votos necesarios para alcanzar la curul.
En ese contexto, afirmó que el respaldo del representante a otra candidatura presidencial fue interpretado como una ruptura inesperada. “Me dolió más la deslealtad”, dijo, al explicar que no suele reclamar públicamente los apoyos que brinda dentro de la actividad política, pero que en este caso el cambio de postura resultó significativo por el vínculo previo entre ambos.
La senadora también precisó que la decisión fue tomada de manera autónoma por el congresista. Según sus palabras, Miguel Polo Polo “prefirió irse”, y dejó claro que se trató de una determinación personal del representante, sin que mediara una imposición externa por parte de ella o de su equipo político.
Al referirse al uso de la expresión “cachos”, Cabal explicó que fue empleada “en chiste”, aunque insistió en que el trasfondo del episodio refleja dinámicas frecuentes dentro del escenario político. En ese sentido, durante la entrevista afirmó que “la lealtad es la virtud más escasa”, aludiendo a la volatilidad de las alianzas y respaldos en los procesos electorales.
El respaldo de Miguel Polo Polo a Abelardo de la Espriella se hizo público a comienzos de septiembre de 2025, cuando el representante anunció que no continuaría con su propio proyecto presidencial y optaría por apoyar al abogado. En ese momento, el congresista explicó que tomó la decisión tras analizar su experiencia en las elecciones de 2022, en las que, según dijo, se vio obligado a votar por el “mal menor”.
Polo Polo señaló entonces que considera que Abelardo de la Espriella representa de manera más integral sus convicciones políticas y que, a su juicio, cuenta con el carácter necesario para enfrentar problemáticas como la criminalidad y el narcotráfico. Estas declaraciones marcaron públicamente su distanciamiento de Cabal y de otros sectores con los que había tenido cercanía política.
En la misma entrevista con la Revista Semana, María Fernanda Cabal abordó también el proceso interno del Centro Democrático para la escogencia de su candidata presidencial. Reconoció que asume el escenario de no haber sido seleccionada y señaló que ha mantenido una postura exigente frente a la organización del partido.
La senadora indicó que durante el proceso interno se presentaron situaciones que, a su juicio, deben ser revisadas. Mencionó supuestos inconvenientes técnicos en las encuestas internas, que habrían impedido la participación de algunos militantes, así como posibles fallas en la muestra de la primera medición realizada por la firma Cadem.
Según relató, solicitó en varias oportunidades los enlaces de votación correspondientes, pero afirmó que en algunos casos estos no funcionaron. Estas observaciones fueron expuestas por Cabal como parte de su interés en que los mecanismos internos del partido cuenten con mayores garantías de transparencia.
Pese a estas críticas, la senadora manifestó que acompañará la campaña de Paloma Valencia, quien fue elegida como candidata presidencial del Centro Democrático. Subrayó que su intención es contribuir a la claridad y transparencia del proceso, sin promover divisiones internas dentro de la colectividad.
Las declaraciones de Cabal se producen en un momento en el que varios sectores del partido revisan el impacto de las decisiones individuales de sus congresistas y precandidatos, así como las dinámicas de respaldo de cara a las elecciones presidenciales de 2026, en las que el Centro Democrático busca consolidar una estrategia unificada.