Comprar un carro eléctrico o híbrido en Colombia ya no es solo una decisión ambiental: también es una manera inteligente de ahorrar plata. Y no poca.
Gracias a los incentivos tributarios del Gobierno nacional, los propietarios —o quienes están pensando en dar el salto a la movilidad limpia— pueden reducir el costo total de su vehículo aprovechando beneficios que incluyen deducciones en renta, exclusiones de IVA y rebajas en la importación de equipos.
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En lo que va de 2025, la Unidad de Planeación Minero-Energética (Upme) ha certificado inversiones en energías limpias por $6,56 billones, un número que muestra que miles de colombianos ya están usando estos incentivos para abaratar la compra de carros eléctricos e híbridos.
¿Por qué hay tantos beneficios para estos vehículos?
El Gobierno lleva varios años empujando la transición hacia tecnologías menos contaminantes. Y una de las estrategias clave ha sido reducir los impuestos asociados a la compra e importación de vehículos eléctricos e híbridos.
Los alivios están respaldados por las leyes 1715 de 2014 y 2099 de 2021, que establecen incentivos para cualquier persona natural o empresa que invierta en proyectos relacionados con energía limpia, incluida la adquisición de este tipo de vehículos.
La lógica es simple: si usted aporta a disminuir las emisiones, el Estado le ayuda con la carga tributaria.
¿Qué beneficios puede recibir un propietario de carro eléctrico o híbrido?
Los más importantes son:
- Deducción del 50 % de la inversión en la compra del vehículo sobre la base gravable del impuesto de renta, válida hasta por 15 años. Si usted declara renta como persona natural o si su empresa compra un vehículo para operación, puede descontarse la mitad de lo invertido.
- Exclusión del IVA para equipos y servicios asociados a la instalación de cargadores o adecuaciones necesarias. Esto baja notablemente los costos para quienes instalan cargadores en casa o en su empresa.
- Exención de aranceles al importar vehículos eléctricos, híbridos o partes necesarias para su funcionamiento.
- Depreciación acelerada, una ventaja clave para empresas, porque les permite recuperar más rápido el valor contable del activo.
En resumen: entre deducciones, exclusiones y exenciones, un carro eléctrico o híbrido se puede volver mucho más económico de lo que parece en el concesionario.
¿Y cómo se accede a estos beneficios? Paso a paso
Aquí es donde muchos se enredan, pero el trámite es más sencillo de lo que suena.
Para aplicar a los incentivos, el propietario debe obtener un certificado de la Upme, que es el documento que habilita los descuentos tributarios ante la Dian.
1. Todo empieza en el SUU
La solicitud se radica en el Sistema Único de Usuarios (SUU) de la Upme. Allí usted adjunta:
- Factura o documento que pruebe la compra del vehículo.
- Certificados técnicos del carro eléctrico o híbrido.
- Información básica del solicitante.
- Documentos del proyecto (en este caso, la adquisición del vehículo como inversión en energía limpia).
No se necesita intermediario ni tramitador: todo se hace en línea.
2. Revisión de documentos
Una vez radicada, la Upme tiene 10 días hábiles para verificar que esté completa la información. Si falta algo, le piden corregir y volver a cargar.
3. Evaluación técnica
Como los vehículos eléctricos e híbridos hacen parte de las Fuentes No Convencionales de Energía (Fnce), la evaluación puede tardar hasta 20 días hábiles. Aquí los expertos verifican que efectivamente el vehículo cumple las características necesarias para generar beneficios tributarios.
4. Emisión del certificado
Si la evaluación sale positiva, la Upme emite el certificado y se lo notifica por el SUU. Ese documento es la llave para ir a la Dian y hacer válidos los beneficios.
¿Hasta cuándo se pueden presentar solicitudes?
Si usted quiere aplicar este año, debe radicar la documentación antes de que termine 2025.Quienes no alcancen podrán hacerlo a partir del 15 de febrero de 2026, fecha en la que inicia el nuevo ciclo de recepción.
Así que hay tiempo, pero ojo: como siempre, las solicitudes de fin de año suelen congestionar el sistema.
¿Realmente vale la pena?
Para muchos compradores, sí. La deducción del 50 % de la inversión en el impuesto de renta puede representar millones en ahorros. Y si a eso se suman los beneficios de no pagar pico y placa en varias ciudades, el costo reducido de la energía frente a la gasolina y el mantenimiento más barato, el panorama es aún mejor.