El precio del dólar en Colombia cerró la jornada del 5 de diciembre en un promedio de $3.830,06, tras un aumento de $72,14 frente a la Tasa Representativa del Mercado (TRM), que se ubicó en $3.757,92. El comportamiento, marcado por la volatilidad y la expectativa, sitúa a la divisa estadounidense en el nivel más estable de los últimos tres años, con una caída acumulada del 13% respecto a 2024, cuando superaba los $4.400.
Y es que el mercado cambiario colombiano mostró una relativa calma durante 2025, con una TRM que se mantiene en torno a los $3.830. De acuerdo con Set-FX, el 5 de diciembre se negociaron más de USD1.773 millones en 2.155 transacciones, lo que reflejó una alta liquidez y actividad. El peso colombiano ha sido una de las monedas con mejor desempeño en América Latina, con una apreciación cercana al 14,4% hasta octubre y un avance mensual del 2,17% en septiembre.
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A nivel internacional, tras varios días de debilidad, el dólar se fortaleció a nivel global y se vio impulsado por la inflación anual en Estados Unidos, que alcanzó el 2,79% en septiembre, y por el aumento del gasto de los consumidores. En la región, la depreciación del real brasileño (2,76%) y la volatilidad de otras monedas influyeron en el comportamiento del peso colombiano. Al respecto, el asociado de Divisas de Credicorp Capital, Alejandro Guerrero, precisó que desde mediados de noviembre se ve una importante demanda por debajo de los niveles de $3.765.
“Se viene formando una línea de demanda bien interesante de corto plazo que volvió a respetar muy bien”, aseguró. Añadió que el par dólar-peso colombiano sigue operando algo errático, con alta volatilidad. Según él, es clave hacia arriba si vuelve a la zona de los $3.810. En caso de ruptura, se iría a los techos previos de $3.825 o $3.830, que es una zona que aguanta bien.
“En caso de ruptura, yo creo que vamos a tener fluidez para que el par pueda ir muy rápido a zona de $3.853”, indicó.
El nerviosismo generado por Petro
Por su parte, el CEO de JP Tactical Trading, Juan Pablo Vieira, afirmó que “el mercado está moviendo mucho volumen. Hay nerviosismo realmente en el mercado por las declaraciones del presidente Petro (sigue la tensión con el presidente Donald Trump) y vamos a ver cómo va a evolucionar aquí en esta zona ya de un $3.850 o $3.870 que va a encontrar un techo importante”.
Vieira identifica un “techo inicial muy fuerte entre $3.850 o $3.900. Ese es el techo clave nuestro, que necesita romper para creerle un cambio de tendencia de mercado”. Además, sugiere que cualquier corrección situaría un nuevo piso importante en $3.760, zona en la que recomienda reactivar compras.
Estabilidad y fortalecimiento del peso
Entre tanto, el director del programa de Administración de Empresas de la Universidad de San Buenaventura (sede Bogotá), José Guillermo Parada, delineó tres escenarios del dólar para el cierre de año, cuyo desenlace impactará de manera directa en la economía familiar, empresarial y en la planificación financiera de los colombianos.
El primer escenario, considerado el más optimista, prevé que el dólar cierre el año entre $3.750 y $3.800: “Una divisa americana en el rango de $3.750 a 3.800 no significa que todo esté bien: hay que vigilar inflación, precios internacionales y la política fiscal”. El experto resalta que este rango “abre una ventana para compras estratégicas y ahorro inteligente”.
Recordó que la inflación Colombia anual a noviembre se ubicó en 5,3%, mientras que la tasa de interés Banco de la República permanece en 9,25%, factores que contribuyen a contener el gasto y mantener la confianza en el peso. Un cierre en este rango beneficiaría a familias y empresas, lo que facilitaría viajes internacionales, reduciría el costo de productos tecnológicos y vehículos importados y aliviaría los gastos de las pymes que dependen de insumos foráneos.
Estabilidad con cautela
Mientras que para el segundo escenario se plantea una cotización del dólar entre $3.820 y $3.880, muy cercana a los niveles actuales. Parada explicó que “el dólar no es una variable aislada: depende tanto de factores externos como de la confianza interna —exportaciones, remesas y estabilidad fiscal—; por eso este tipo panoramas ayudan al ciudadano a planificar mejor”.
Ante este rango, los efectos sobre el bolsillo serían mínimos: los productos importados podrían aumentar apenas entre 1% y 2%, y los servicios dolarizados mantendrían precios similares a los de mitad de año.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif) coinciden en que Colombia cerrará 2025 como una de las economías más estables de la región, gracias al control de la inflación y al manejo prudente de la política monetaria. Parada insiste en la importancia de la planificación. “Más que adivinar el número exacto, lo importante es tener un plan: definir qué gastos o inversiones se deben hacer ya y cuáles conviene postergar dependiendo del escenario”, puntualizó.
Repunte del dólar y riesgos
El tercer escenario, el más desafiante, contempla un repunte del dólar hasta un rango de $3.950 a $4.100, en caso de que se presenten factores como pérdida de confianza fiscal, retrasos en reformas tributarias o choques externos en los mercados internacionales. El precio del petróleo Brent (de referencia para Colombia), que ronda los USD73 por barril, será determinante, ya que una caída adicional reduciría el flujo de divisas y presionaría el tipo de cambio.
Parada advirtió que “si no hay control fiscal, o aparecen choques globales, el dólar podría cotizar por encima de los $4.000, y eso impacta directamente en la canasta básica y en las familias que reciben remesas”. Un alza de esta magnitud encarecería productos importados, combustibles, pasajes internacionales y servicios digitales, además de afectar la rentabilidad de las pymes que dependen de insumos externos.