Las marchas en apoyo a Palestina en Medellín, el martes 7 de octubre de 2025 —mismo día en que los terroristas palestinos de Hamas asesinaron a sangre fría a más de 1.200 civiles en territorio israelí en 2023—, dejaron enfrentamientos entre los manifestantes y la fuerza pública, además de un saldo de 10 gestores de seguridad heridos, producto de los impactos con objetos lanzados desde las multitudes.
Los hechos causaron conmoción en el país y llamaron la atención de las autoridades por la violencia con la que terminan algunas de las jornadas de manifestaciones afines al Gobierno actual. Según el alcalde Federico Gutiérrez, estos eventos podrían ser utilizados por el Gobierno nacional para sacar provecho a su favor.
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Las agresiones han sido ampliamente rechazadas, al considerarse que desvirtúan el objetivo de la protesta y, además, llegan al punto de estigmatizarla.
“Atención Medellín. El gobierno Petro se prepara para intervenir en las decisiones de Medellín con la excusa de lo ocurrido ayer durante la jornada de violencia y vandalismo que generaron sus amigos”, inicia el mensaje publicado por el funcionario en su cuenta de X.
Con sus palabras, el mandatario de la capital paisa alertó a los ciudadanos que el propio presidente Gustavo Petro estaría pensando en intervenir en las decisiones de su Administración, según explicó, como represalia a los hechos de vandalismo ocurridos el 7 de octubre de 2025.
Según Gutiérrez, desde la Casa de Nariño se estaría preparando una “comisión nacional” para presionar las acciones de los gobiernos locales, según él, para impedir que ejecuten sus propias iniciativas dentro de las ciudades que gobiernan, así como impedir nuevos actos de vandalismo por parte de sectores que se autodenominan como afines a las políticas gubernamentales.
“Crearán una comisión a nivel nacional para presionarnos y que no podamos defender a nuestra gente y a nuestra ciudad de los violentos que ellos mismo mandan”, indicó el alcalde.
El mandatario hizo referencia a los actos vandálicos de los manifestantes, en el restaurante de la cadena estadunidense McDonald’s ubicado en la avenida El Poblado, donde encapuchados atacaron la infraestructura generando temor en las familias, algunas con menores de edad, que se encontraban en el lugar.
El vandalismo obligó a la intervención de la Policía Nacional y de gestores de convivencia que, según el alcalde de la capital de Antioquia, llegaron al lugar para proteger a los ciudadanos, ajenos a la protesta, que se encontraban en el establecimiento de las intimidaciones de los que señaló como “amigos” del presidente Gustavo Petro.
En la misma línea, aseguró que los actos de vandalismo son consecuencia de los reiterados pronunciamientos del jefe de Estado en contra de la gestión gobernantes antioqueños, especialmente, de la Administración de Medellín, por lo que fue enfático en que, desde esa ciudad, “resistirán” para “sacar adelante” al país.
“Ayer defendimos a niños y familias completas que estaban en McDonald’s siendo intimidados por los amigos de Petro. Su odio por Antioquía, Medellín y nuestra gente no tiene límites. Resistiremos y Colombia y Medellín saldrán adelante”, sentenció el alcalde.
Los actos de vandalismo en la capital paisa fueron ampliamente rechazados, desde la propia Administración de la ciudad. El secretario de Seguridad, Manuel Villa Mejía, detalló que los hechos violentos fueron el detonante para que se aplicara el “uso diferenciado de la fuerza”, por lo que rechazó el daño a los bienes públicos y aseguró que el verdadero objetivo es “incendiar a Colombia”.
No obstante, el Ministerio del Interior anunció que revisará las actuaciones tanto de la Policía como de los gestores de convivencia durante los hechos. Por su parte, la Alcaldía de Medellín reiteró en un comunicado que no permitirá que las manifestaciones se conviertan en escenarios de violencia y subrayó que las autoridades trabajan para identificar a los responsables de los ataques a establecimientos comerciales.