El reciente nombramiento de Juliana Guerrero como viceministra de Juventudes del Ministerio de la Igualdad ha reavivado nuevamente un intenso debate sobre la meritocracia y el uso de recursos públicos, dado que la joven, sin título profesional ni experiencia previa en la administración pública, ha sido centro de polémica por haber usado las aeronaves oficiales de la Policía Nacional, al parecer, para asuntos personales.
Sin embargo, aunque hasta ahora se había conocido de un traslado en avión y helicóptero hacia el departamento del Cesar, en la mañana del martes 5 de agosto se conoció que la funcionaria y mano derecha del ministro del Interior, Armando Benedetti, habría usado las aeronaves de la institución al menos siete veces en apenas dos meses.
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Según información difundida por Caracol Radio, el ministro autorizó a Juliana Guerrero y su hermana, Verónica Guerrero, el uso de jets y helicópteros de la Policía, aeronaves cuyo uso está reservado al ministro o a quienes él designe.
La joven fue incluida en la lista de solicitantes de vuelos desde el mismo día de su nombramiento, el 6 de marzo, cuando también se completaron todos los trámites para su vinculación laboral, incluyendo exámenes médicos, firma de posesión y asignación de funciones, entre ellas la coordinación del gabinete del ministerio.
Entre el 6 de marzo y el 3 de julio, el despacho del ministro Benedetti solicitó un total de 11 vuelos para uso de Juliana Guerrero, de los cuales siete fueron efectivamente abordados.
Sus recorridos incluyeron vuelos hacia Montería, Barranquilla y Cartagena, así como desplazamientos notables como el realizado hacia Aguachica (Cesar), donde viajó acompañada de su hermana en un helicóptero Bell 212, tras haber volado previamente en un jet de la Policía desde Bogotá hacia Valledupar.
El primer viaje solicitado para Juliana Guerrero ocurrió el 6 de marzo, el mismo día de su nombramiento, en una ruta hacia Miraflores, Boyacá, donde estaría prevista una reunión con 120 alcaldes. Ese día se concretaron los trámites de su ingreso al Ministerio del Interior, pero finalmente no abordó ese vuelo.
A partir de entonces, se registran los siguientes trayectos realizados por la funcionaria en aeronaves oficiales, según información conocida por Caracol Radio:
- Embraer 145 matrícula PNC 0277: El 15 de mayo, Juliana viajó a Montería y, el 20 de mayo, a Barranquilla, para participar en eventos institucionales relacionados con su cargo como jefa de gabinete del ministerio.
- Jet Legacy 600: El 5 de junio voló a Cartagena, retornando por Barranquilla.
- ATR 42 y helicóptero Bell 212: El 19 y 20 de junio, Juliana y su hermana Verónica Guerrero viajaron desde Bogotá a Valledupar en un jet, y de allí hasta Aguachica (Cesar) en el Bell 212. Este desplazamiento fue de los más controvertidos, tanto por su justificación oficial —aludida como parte de una “misión ultra secreta”— como por el real motivo reportado por la revista Cambio, que vinculó la visita a la gestión de una reforma en la Universidad Popular del Cesar.
- Helicóptero Bell 212: El 3 de julio, Guerrero abordó un vuelo con itinerario Guaymaral–Miraflores–Apiay–Villavicencio. Sobre este trayecto, aún no se conoce la justificación formal consignada en documentos públicos.
Sobre el polémico vuelo del 19 de junio, la solicitud fue realizada directamente y de manera verbal por el ministro, según detallan los documentos conocidos por el mismo medio.
Ese desplazamiento cobró notoriedad cuando la revista Cambio publicó que la verdadera finalidad del viaje había sido la asistencia a una reunión del Consejo Superior de la Universidad Popular del Cesar, con el presunto objetivo de promover una reforma que facilitara la reelección del rector, Rober Romero.
Las críticas se han multiplicado en torno a los privilegios atribuidos a la joven funcionaria, sobre todo después de que el presidente Gustavo Petro justificara públicamente los traslados y defendiera a las hermanas Guerrero frente a las acusaciones, al asegurar que son víctimas de ataques por ser “jóvenes rebeldes, de origen popular y de color”.