En la mañana del jueves 5 de junio, el presidente de la República, Gustavo Petro, ofreció una disculpa pública a la Comunidad de Paz de San José de Apartadó (Antioquia), durante un acto realizado en la Casa de Nariño.
El mandatario reconoció la responsabilidad internacional del Estado colombiano por violaciones a derechos fundamentales sufridas por esta comunidad, después de décadas de “violencia y omisión”.
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La petición de perdón se desarrolló en el Acuerdo de Solución Amistosa firmado el 18 de diciembre de 2024 entre el Estado y la comunidad, como parte del Caso 12.325 que tramita la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh).
Durante su intervención, Petro calificó de “dramática” la situación vivida por la comunidad y cuestionó la ausencia de justicia.
“La dramática realidad de la comunidad de San José de Apartadó en estos 30 años nos muestra la porquería del poder, y la mentira a la que estamos sometidos hasta el presidente de Colombia”, expresó. Y agregó: “A nombre del Estado pido perdón a las víctimas y a las familias de las víctimas de la comunidad de San José de Apartadó”.
El presidente también se refirió a la impunidad que rodea los crímenes cometidos contra la comunidad entre 1997 y 2007.
“¿Más de 300 asesinados durante décadas, 30 años de masacres, y dónde están las investigaciones, y nos dicen que estamos en una democracia, que se puede tener una masacre continua y la justicia no investiga, donde está el poder judicial de Colombia? No es este un hecho de ignominia?,¿no fueron militares los que mataron a muchos de la comunidad, sus armas no eran compradas con dinero público?”, cuestionó.
Petro sostuvo que la democracia no se resume en la independencia de poderes, al señalar que la justicia se corrompe y alimenta la impunidad, “los generales se venden y por eso permiten que sus tropas asesinen al pueblo, y los congresistas que hacen las leyes se venden, sus financiadores son los asesinos, porque financiaron el paramilitarismo”, indicó en el acto público.
En ese orden de ideas, el jefe de Estado denunció lo que consideró “la hipocresía del Estado” en el proceso de perdón por las heridas causadas por la violencia en el país. Enfatizó que, si bien se estaba realizando un acto simbólico de perdón, faltaba la presencia de representantes fundamentales del Estado, como la cúpula militar y los líderes de los poderes legislativo y judicial.
Para el mandatario, el verdadero cambio necesario debe provenir de todo el aparato estatal, que debería pedir disculpas al pueblo colombiano por los “más de 700.000 asesinados durante décadas de conflicto”.
El presidente Petro enfatizó que las voces de las víctimas y sus familias siguen vivas, por lo que remarcó la necesidad de que el Estado sirva al pueblo y no se posicione como una autoridad opresora. “sus familias están vivas aún, sus nietos están vivos aún, sus hijos están vivos aún, las esposas y las madres están vivas aún”, señaló.
Del mismo modo, Petro argumentó que si el Estado no se transforma en un verdadero defensor de la justicia, cualquier intento de disculpa por parte de los funcionarios sería meramente retórico y sin sustancia.
“No es el Estado de Colombia el que está pidiendo perdón aquí, es el presidente de Colombia, al cual detestan todos o las mayorías de los poderes”, declaró.
A través de la red social X, el jefe de Estado reiteró el pedido de perdón y señaló la responsabilidad de funcionarios del Gobierno en los asesinatos a lo largo de tres décadas. “Pido perdón a nombre del Estado de Colombia, que asesinó a la comunidad de San Jose, y no juzgó el crimen, a la comunidad de San José de Apartadó, al que funcionarios del gobierno mayoritariamente, asesinaron más de 300 de sus miembros de la comunidad, durante 3 décadas de ignominia”.