Los delitos informáticos, entre ellos el hackeo y robo de datos, alcanzaron cifras récord en el 2024.
De acuerdo con el Ministerio de Defensa, tan solo entre enero y noviembre se registraron 69.349 denuncias por delitos cibernéticos.
El desconocimiento de medidas de seguridad y factores de riesgo ha dado paso a que los mitos sobre el uso de Internet restrinjan la navegación, como ocurre con las redes wifi públicas y los testimonios sobre supuestos hackeos de personas, luego de conectarse.
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Pero, según explicó el colombiano Edwin Pardo, director de desarrollo de una plataforma que analisa los datos y calidad de las redes wifi, no podrían estar más alejados de la realidad.
“Que alguien pueda hackearte al conectarte a una red es un mito, pero con matices. No van a hackearte de manera automática apenas te conectes, es completamente falso. Al conectarse a una red wifi pública o abierta, la mayoría de servicios y aplicaciones, como Whatsapp, usan un cifrado fuerte de extremo a extremo. Solo el que envía un mensaje o lo recibe puede leerlo, porque cada uno tiene una llave que se usa para descifrarlo”.
Además, “si alguien lograra hackear una conversación de Whatsapp, lo que va a ver es un montón de símbolos sin ningún sentido, a menos que de que tenga la llave del que envía o el que recibe el mensaje, y esa llave está en el dispositivo de cada usuario”.
Los riesgos están en todas las redes wifi, incluyendo las de la casa o el trabajo; sobre todo, si no se es cuidadoso con los enlaces a los que se da “clic”: “¿Hay riesgos?... sí, sobre todo al conectarse a páginas que no son seguras, que no tienen el ‘https’, si se descargan archivos de los que no se conoce su origen o si se entregan contraseñas a sitios web fraudulentos”.
Sin embargo, “la mayoría de aplicaciones usan la encriptación o plataformas de seguridad, de cifrado, fuertes; es decir, que no es tan sencillo interceptar los mensajes. Y, por otro lado, los sitios web seguros siempre usan el ‘https’ y se pueden reconocer por un candado que se ve en la barra y nos dice que están cifrando la información, cuando es requerida”.
Las redes wifi, con todo y el creciente número de ciberataques, son más seguras de navegar que nunca; lo que no quiere decir que puedan ignorarse peligros, como la suplantación de redes wifi públicas, que suelen utilizar personas inescrupulosas para acceder a datos personales de otras personas.
La clave está en el cuidado, aunque “estos ataques no son tan efectivos porque los navegadores y los sistemas operativos de los celulares y los computadores traen incorporados sistemas de protección que detectan certificados falsos y emiten las alertas”.
En su trabajo, Pardo ha llegado a la conclusión de que: “Conectarte a una red wifi pública no te convierte en una víctima, automáticamente, de hackeo, pero tampoco es Disneyland, hay que ser cuidadoso”.
No abrir enlaces poco confiables, entregar sus datos personales o contraseñas para acceder a redes wifi y activar las alertas de dispositivos y aplicaciones están entre sus recomendaciones, así como también:
- Mantener las aplicaciones actualizadas para que tengan las últimas versiones de sgeuiridad.
- Acceder solo a sitios con https, que tengan el candado o el dominio que ya se conoce.
- Tener cuidado de los programas que se descargan o los sitios web a los que se entrega nuestros datos personales.
Decir que puede vulnerarse la red wifi pública es contradecir el trabajo que quienes nos conectan y saben de antemano que “ni las redes wifi públicas, ni las del hogar son completamente invulnerables, pero, como métodos de protección, están activos los certificados de seguridad y la encriptación de datos”.