Alina Lozano relató que atraviesa un complejo proceso de “divorcio”

La actriz tuvo que tomar una dura decisión ahora que espera un bebé junto a su esposo, Jim Velásquez

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La actriz, que espera su primer hijo con Jim Velásquez, señaló que tuvo que reducir su consumo de azucar - crédito @chismescalientescol/Instagram

La relación entre Alina Lozano y Jim Velásquez ha puesto a prueba las dudas, el escepticismo y el hate que generaron en redes sociales desde el primer día. Primero fueron los comentarios sobre la diferencia de edad entre ambos, luego la incredulidad y la sorpresa por un matrimonio que parecía imposible y se terminó dando en noviembre de 2023, y ahora desafían nuevamente los pronósticos con el que sería su primer hijo.

Cuando ambos confirmaron su deseo de ser padres a inicios de 2024, arreciaron nuevamente los ataques y los cuestionamientos hacia la pareja –y en particular hacía Lozano por querer ser madre a sus 55 años–, así como las dudas de si será cierto lo que se proponen, llegando a pensar que podría tratarse de un embarazo falso incluso cuando la pareja publicó un video en redes sociales en el que se evidenciaba que la prueba de embarazo salió positiva.

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Con todo, el proceso para que la actriz quedara encinta no es la única preocupación que afronta, pues recientemente se refirió a uno de los requerimientos que le exigieron los doctores para poder afrontar el embarazo sin mayores traumatismos, dada su edad. Este sería la necesidad de reducir el consumo de azúcar, a lo que se refirió de manera provocativa como un “divorcio”.

“Amigos. ¿Ustedes no tienen eso que les gusta, que les encanta, que los trasnocha, que ustedes dicen ‘no, jamás dejaría de tomar o de comer eso’? (...) Estoy tomando agua”, dijo con pesar Lozano en sus historias de Instagram mientras consumía agua de un pocillo.

La pareja de esposos reveló que se convertirán en padres -crédito captura de video
La pareja de esposos reveló que se convertirán en padres -crédito captura de video

No obstante, y pese a que Lozano se refería concretamente al cuidado de su salud, decidió aprovechar para hablar en profundidad sobre lo que significaba para ella un divorcio.

“Hay divorcios que son duros, amigos. Siempre separarse o divorciarse es fuerte. Alina Lozano y el azúcar están enfrentando un divorcio”, manifestó medio en broma, medio en serio.

En una historia posterior expresó que se dirigía a tomarse unos exámenes, lo que evidencia que fue una instrucción médica la que llevó a “divorciarse” del azucar.

Las burlas por el nombre que le pondrían Alina y Jim a su hijo

Tras confirmar que serían padres, Alina Lozano y Jim Velasquez revelaron los posibles nombres de su hijo, dependiendo de si es niño o niña - crédito @jimvelasquezoficial/Instagram
Tras confirmar que serían padres, Alina Lozano y Jim Velasquez revelaron los posibles nombres de su hijo, dependiendo de si es niño o niña - crédito @jimvelasquezoficial/Instagram

Mientras el proceso de ser padres sigue su curso, tanto Jim como Alina deben hacer frente a sus detractores en redes sociales. “Yo sé lo que van a empezar a decir, que eso es biológicamente imposible, que usted ya es una abuelita, va a ser la abuelita de ese niño, pero bueno sí, voy a ser lo que ustedes quieren que sea, pero para nosotros es mi segundo hijo y el segundo de mi amor”, aseguró la actriz desde un primer momento.

Pero las reacciones cambiaron de tono cuando la pareja reveló los posibles nombres para su bebé, generando reacciones divididas entre los usuarios. En caso de que el bebé sea niño, se llamaría Franky Durlandy Velásquez Lozano, al parecer resultado de combinar el nombre del abuelo paterno y el segundo nombre de Jim. En cambio, si el bebé resulta ser niña, llevaría el nombre de Nidia Elvira Velásquez Lozano, al parecer como un tributo a dos de los personajes que definieron la trayectoria de la actriz en la televisión –Doña Nidia, en Pedro el escamoso, y Elvira Mora, en Pa’ quererte–.

Pero pese a los significados que tenían estos nombres en sus vidas particulares, las reacciones del público se dividieron entre las burlas por usar “nombres de abuelita”, las dudas por lo poco convencionales o difíciles de llevar que resultaban (por no hablar de que podrían no gustarle a sus hijos cuando crezcan), o los que defendieron la originalidad de sus elecciones en cualquiera de los casos.