En Medellín un sacerdote celebra la misa con títeres, para atraer a los más jóvenes

La iniciativa del padre Juan G. Betancur busca hacer más llamativa y amena la eucaristía para los niños buscando a través del personaje Jimmy, explicarles a los más jóvenes la devoción por Dios

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Parroquia en Medellín, hace amena la eucaristía para los niños con títeres - crédito @juanpablolv_/X
Parroquia en Medellín, hace amena la eucaristía para los niños con títeres - crédito @juanpablolv_/X

En la iglesia San Bartolomé, en Belén Rincón, de Medellín, la tradición de la eucaristía se mezcla con la creatividad para hacer que la misa sea una experiencia única, especialmente para los más pequeños.

El padre Juan G. Betancur encontró en un títere llamado Jimmy un aliado invaluable para transmitir el mensaje de la homilía de manera amena y comprensible para los niños.

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Cada domingo, el altar de la iglesia se convierte en un escenario donde Cristian Usma, el responsable detrás de Jimmy, y el padre Betancur, interactúan para hacer que la liturgia sea más accesible y entretenida para los niños que asisten a la misa. A través de diálogos ingeniosos y gestos expresivos, “Jimmy” y el padre Juan Guillermo Betancur abordan temas religiosos de manera educativa y divertida.

“Buenos díaaaaaasssssss padre”- dice un coro de voces agudas de los niños que con el tono que tiene llega a todos los rincones de la iglesia de San Bartolomé, mientras que las voces graves y tímidas de las personas adultas “apenas se hacen audibles”.

Imagen de referencia. Entre los entusiastas saludos de los niños y los tímidos saludos de los adultos, se da inicio a la misa que para los más pequeños resulta muy amena - Odelyn Joseph/AP
Imagen de referencia. Entre los entusiastas saludos de los niños y los tímidos saludos de los adultos, se da inicio a la misa que para los más pequeños resulta muy amena - Odelyn Joseph/AP

El altar de esta iglesia está adornado con elementos tradicionales como imágenes religiosas y flores, pero lo que llama la atención es un inusual teatrino a un lado del púlpito. Este teatrino es utilizado por el padre Betancur para dar vida a personajes como Jimmy, un títere con el que interactúa durante la misa para transmitir mensajes religiosos de manera didáctica y divertida

La presencia de este personaje en la iglesia ha logrado capturar la atención de los feligreses, especialmente de los más jóvenes, quienes esperan con entusiasmo ver qué enseñanzas traerá el títere cada domingo. Además de Jimmy, otros personajes como doña Florinda, Clarisa y Don Calixto también participan en las representaciones, según el tema que se vaya a tratar.

Los diálogos entre el sacerdote y el títere abordan temas de la liturgia dominical de una manera accesible y amena, haciendo que la experiencia religiosa sea más cercana y participativa para los más pequeños.

Para el padre Betancur, esta iniciativa no se trata solo de entretener, sino de conectar con la audiencia de una manera más profunda y significativa. “Lo que buscamos es que la homilía y la eucaristía se conviertan en una experiencia desde la diversión, desde la alegría, desde la inocencia con la perspectiva de la niñez”, comenta el sacerdote.

En Medellín se celebra la misa con títeres para atraer a los niños - crédito Colprensa
En Medellín se celebra la misa con títeres para atraer a los niños - crédito Colprensa

El padre Betancur, junto con Cristian Usma, el responsable detrás de los títeres, han creado un método único que combina la enseñanza religiosa con el entretenimiento, logrando captar la atención y el interés de los fieles más jóvenes. Esta innovadora forma de impartir la homilía busca no solo transmitir conocimientos, sino también fomentar la participación y el disfrute de la experiencia religiosa.

Al finalizar la misa, los fieles se retiran con confites y globos, llevando consigo no sólo enseñanzas religiosas, sino también momentos de alegría y diversión compartidos en la iglesia San Bartolomé.

La metodología innovadora del padre Betancur ha sido bien recibida por la comunidad parroquial, quienes valoran el esfuerzo por hacer que la iglesia sea un lugar acogedor para todos, especialmente para los niños. Al finalizar la misa, los feligreses se retiran con confites y globos, llevando consigo no solo enseñanzas religiosas, sino también momentos de alegría y diversión compartidos en la iglesia San Bartolomé.

Docente y catequista: La alianza detrás de los títeres en la iglesia San Bartolomé

Esta es la historia de los títeres que están atrayendo a los niños en una parroquia de Medellín - crédito Pixabay
Esta es la historia de los títeres que están atrayendo a los niños en una parroquia de Medellín - crédito Pixabay

La historia detrás de los títeres que alegran las misas dominicales en la iglesia San Bartolomé de Medellín es un relato de colaboración y dedicación entre el padre Juan Guillermo Betancur y Cristian, docente de español y educación artística en el colegio Mano Amiga de Bello.

Su vínculo se remonta a unos quince años atrás, cuando el padre Betancur, cariñosamente conocido como “Juangui”, servía como párroco en los barrios Tierra Adentro y Villa Linda de Bello. En esa época, Cristian, un entusiasta catequista y coordinador de un grupo de jóvenes creativos, conoció al padre Betancur y juntos exploraron el potencial de los títeres como herramienta catequética.

“Él me enseñó de títeres y yo le enseño un poquito de liturgia”, comparte el padre Juangui, destacando el intercambio de habilidades y conocimientos que ha caracterizado su colaboración a lo largo de los años.

Cuando el padre Betancur fue trasladado a Belén Rincón hace cinco años, llevó consigo su innovadora metodología, y Cristian continuó apoyándolo en este nuevo desafío. Dirigiendo la formación de niños y jóvenes para la confirmación, así como con sus dotes histriónicas, Cristian ha sido una pieza fundamental en la implementación de los títeres en la vida parroquial.

Sin embargo, este año, Cristian decidió dejar algunas de sus responsabilidades debido a proyectos personales y la necesidad de dedicar más tiempo a la rehabilitación de su perrita enferma.

Cuando se le pregunta sobre su habilidad para coordinar las expresiones de los títeres, a pesar de la limitación visual entre él y el muñeco, Cristian explica que es una cuestión de conexión emocional. “El títere se tiene que sentir; es una extensión de lo que soy yo”, dice, destacando la importancia de involucrar no solo las manos, sino también las emociones en su actuación.

Para el padre Betancur, la naturalidad de los diálogos entre él y los títeres es clave para el éxito de esta iniciativa. Sin guiones preestablecidos, la homilía con títeres busca ofrecer una experiencia divertida y enriquecedora para todos los fieles, especialmente para los más jóvenes, enfatizando la importancia de la alegría y la inocencia en la vivencia religiosa.

La colaboración entre el padre Betancur y Cristian es un ejemplo inspirador de cómo la creatividad y la dedicación pueden transformar la manera en que se vive la fe en la comunidad parroquial.