Robo en pizzería de Chía prende las alarmas de las autoridades en el municipio

Una pizzería en Chía (Cundinamarca) sufrió un robo a mano armado por parte de dos sujetos que ingresaron al lugar con pistolas, apuntaron a los clientes y grupo de trabajo del local comercial para quitarles todas sus pertenencias. La situación de seguridad en el municipio y a nivel nacional empieza a preocupar.

La Policía Nacional sigue perdiendo terreno con los delincuentes que han tomado diferentes partes de Colombia. La capital y sus alrededores son de las zonas que más están sufriendo en este 2024, con casos de robo a mano armada, sicariato, entre otros tipos de delitos y violencia a la ciudadanía.

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Este video solo refleja lo que está pasando en el municipio que busca reforzar la seguridad para poder brindar garantías a las personas que residen allí y también para los turistas que llegan a conocer uno de los lugares más reconocidos de la sabana que rodea a Bogotá.

Los habitantes de Chía también esperan que las autoridades puedan hacer presencia en horas que son vulnerables para las personas que entran y salen del municipio a diferentes horas del día. La inseguridad sigue creciendo en el país y los principales mandatarios de las ciudades tratan de encontrar una solución a este tipo de situaciones.

En Bogotá y la zona céntrica del país se han conocido varios casos que han golpeado el bienestar de los ciudadanos en general, dejando un sabor amargo por el temor que generan este tipo de hechos y que solo merman la actividad por parte de la población que sufre con este flagelo, en el territorio nacional.

Bogotá se encuentra en alerta tras una serie de incidentes delictivos que han sacudido tanto a establecimientos comerciales como a zonas residenciales, intensificando el clamor por estrategias de seguridad más efectivas. En una reciente ola de violencia, un supermercado de la cadena D1 situado en la localidad de Fontibón, y un ciudadano en los baños de Titán Plaza, fueron blanco de actos criminales, resaltando una tendencia alarmante en el patrón de hurtos en la capital colombiana.

La inseguridad golpeó primero la noche del jueves 22 de febrero, cuando un supermercado D1 fue asaltado por dos individuos que intimidaron a los trabajadores, sustrayendo el dinero de tres cajas registradoras.

Este evento no solo deja en evidencia la vulnerabilidad de los comercios frente a la delincuencia sino también el temor creciente entre los habitantes y trabajadores del sector. “Los delincuentes aprovecharon la hora de cierre para llevarse lo que pudieron”, indican fuentes locales, subrayando la audacia de los maleantes.

Adicionalmente, en un hecho que demuestra la osadía de los delincuentes, un hombre fue despojado de sus pertenencias, incluyendo un celular y un reloj inteligente, dentro de los baños de Titán Plaza, uno de los centros comerciales más concurridos de la ciudad. La víctima señaló la “falta de respuesta y acompañamiento por parte de las autoridades” tras el incidente, lo que sugiere un vacío en las medidas de protección y respuesta ante situaciones críticas de inseguridad.

El empresario Hernán Roberto Franco Charry fue víctima de un ataque sicarial que le costó la vida, tras recibir cuatro disparos. El suceso se produjo cerca de las 7:30 a.m. del miércoles 21 de febrero, en una concurrida zona del Parque de la 93 en la localidad de Chapinero, Bogotá, momento antes de que Franco Charry fuera a encontrarse con un cliente para una asesoría financiera.

Según la cronología del crimen, captada por cámaras de seguridad, el ejecutivo estaba a punto de cumplir con un compromiso profesional cuando fue interrumpido brutalmente por los disparos. El incidente ha generado una amplia difusión en medios de comunicación, subrayando la gravedad y sorpresa del ataque. Entre las imágenes distribuidas, destaca un video que muestra el preciso instante en que el victimario consigue ejecutar el ataque y huir del lugar antes de que se cierre la puerta del estacionamiento donde ocurrió el fatal encuentro.

En declaraciones a Infobae Colombia, Angie Camila Guarín, médica del Hospital de Madrid (Cundinamarca) y egresada de la Universidad de la Sabana, explicó las posibles razones detrás de la reacción del empresario post-ataque. Guarín mencionó que el tipo de arma y la distancia de disparo podrían haber influido en la falta de muerte instantánea, permitiendo a Franco Charry tener algunos momentos de acción antes de colapsar.

La localización del impacto de bala es crucial, indicó, dado que un impacto fuera de órganos vitales como el cerebro o corazón no necesariamente resulta en una muerte inmediata. La especialista también resaltó el papel de las hormonas del estrés en la respuesta del cuerpo humano ante situaciones extremas.