Pareja de esposos colombianos triunfa en Estados Unidos vendiendo tamales y arepas: así trabajan

Los emprendedores también venden salchipapas y ensaladas de frutas. Han logrado conseguir clientes gracias a los videos que publican en sus redes sociales

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La pareja de colombianos quiso emprender para poder pasar más tiempo con su hijo - crédito Leocastro09/X

Leonardo Castro y su esposa Valentina llegaron a Estados Unidos con la esperanza de tener una vida nueva y emprender. Como buena parte de los que migran a ese país, se enfrentaron a todo tipo de empleos para poder sobrevivir: recogiendo nieve y trabajando en construcción. Sin embargo, les quedaba poco tiempo para su hijo.

Entonces, juntos, tomaron la decisión de echar adelante un emprendimiento lavando carros en Chicago, que funcionó muy bien en verano, pero en invierno no tanto. Por eso, se vieron obligados a cambiar de idea y llegó a sus mentes la iniciativa de vender alimentos.

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El primer producto que se les ocurrió fue la venta de arepas rellenas con carne desmechada, maíz, salchichas, queso rallado. Todo el proceso de preparación quedó registrado en videos publicados en redes sociales, que ayudaron a que pudieran conseguir más clientes.

Decidimos que podríamos vender otro producto, el cual no conseguíamos acá: el tamal colombiano (sic). Todo lo fabricábamos desde la casa, llevamos a domicilio o también la gente pasaba. Todo en la ciudad de Chicago”, detalló Leonardo en un video publicado en TikTok.

Aunque resultó difícil poder ofrecer un producto como el tamal, porque no sabían como prepararlo, tuvieron éxito. Fue entonces cuando decidieron agregar otro plato al menú: el salchipapas colombiano. Empezaban a preparar los viernes y culminaban el domingo.

La pareja de colombianos empezó a vender sus tamales por varias ciudades de Estados Unidos - crédito Leocastro09/X
La pareja de colombianos empezó a vender sus tamales por varias ciudades de Estados Unidos - crédito Leocastro09/X

Aunque ambos apoyaban el emprendimiento, Leonardo se dedicó por completo a él, dejando atrás los otros empleos que había logrado conseguir en su estancia en Estados Unidos. Mientras tanto, su esposa mantuvo su trabajo en una compañía, pero los fines de semana se enfocaba en la venta de las delicias culinarias de Colombia.

Los logros que alcanzaron con su negocio los motivó a agregar otro producto más: las ensaladas de frutas. Pero no venden todos los alimentos en un solo fin de semana, sino que en cada uno ofrecen uno diferente.

¿Dónde ofrecíamos estos productos? En los grupos de colombianos, empresas donde habíamos trabajado, amigos, conocidos, hasta al mecánico, al que nos lavaba el carro, mejor dicho, a todo el mundo. Además de eso, íbamos relatando por las redes sociales qué era lo que íbamos vendiendo y allí también sacábamos mucha clientela”, contó Leonardo.

Entre todos los alimentos colombianos que la gente compraba, el favorito fue el tamal. Teniendo en cuenta eso, la pareja decidió viajar por varios lugares de Estados Unidos, recorriendo hasta 900 millas en el carro, con el fin de vender los tamales a otras personas.

Pasaron por Orlando, Tampa, Fort Myers y hasta Miami, ofreciendo el alimento tradicional de Colombia. Ese recorrido que hicieron lo llamaron la Ruta tamalera. Llevaban consigo ollas, estufa portátil y todos los implementos necesarios para mantener los productos bien almacenados y listos para entregar y para que los comensales los degustaran.

Actualmente, continúan con emprendimiento de venta de productos alimenticios colombianos cada fin de semana en Chicago y, además, cumplieron con otro objetivo: pasar más tiempo con su hijo.

El emprendimiento de La Tamalería es un éxito en Estados Unidos - crédito @Latamaleria/Instagram
El emprendimiento de La Tamalería es un éxito en Estados Unidos - crédito @Latamaleria/Instagram

Como esta pareja también hay otros colombianos aventureros que han decidido dejar la tierra natal para llegar a Estados Unidos a hacer una nueva vida. En el camino se han animado a mostrar lo mejor de su país de origen a través de la gastronomía. Por ejemplo, Alejandro Martín, un colombiano que se fue en busca del “sueño americano” montó su propio negocio de tamales llamado La Tamalería.

Sus ganancias evidencian el éxito de su trabajo: ha vendido más de cinco millones de dólares con la venta de los tamales y de la famosa lechona. Su emprendimiento se apalancó en 2020, en plena pandemia por covid-19, y, desde entonces, su negocio no ha parado de generar frutos.

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