Incremento de infecciones respiratorias desencadena alerta en hospitales del Meta: se han atendido 1374 casos

Las secretarías de Salud del Meta y de Villavicencio anunciaron la activación de una alerta amarilla en la red hospitalaria departamental debido al incremento en el número de casos de Infecciones Respiratorias Agudas (IRA), así como por la presencia confirmada de la subvariante ómicron JN.1 del covid-19 en Colombia.

Durante la primera semana de 2024, entre el 31 de diciembre de 2023 y el 6 de enero, la Secretaría de Salud del Meta reportó un total de 1.374 casos de infección respiratoria. Este número representa el 3,7% del total de atenciones médicas ofrecidas en los servicios de hospitalización, consulta externa y unidades de cuidados intensivos (UCI) en dicho periodo.

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En contraste, durante el mismo periodo de 2023, se tradujo en un 3% de atenciones, 0,7 menos que en 2024, de acuerdo con El Tiempo. La región del departamento con más casos es Villavicencio, que tiene la mayor concentraciones con 64 atenciones.

Además, las autoridades sanitarias informaron que el 12 de enero de 2024, la ocupación de camas UCI en ese departamento alcanzó el 75%, con un aumento del 4% con relación al 31 de diciembre de 2023.

“La declaratoria contempla acciones de preparación para las secretarías municipales de salud del departamento, los prestadores de servicios de urgencia e internación y los prestadores de servicio de transporte de pacientes, tanto públicos como privados”, indicó el secretario de Salud del Meta, Jorge Ovidio Cruz Álvarez.

Desde ese punto de vista, el Gobierno del Meta, según replica El Espectador, ha implementado una nueva medida de salud pública para asegurar que todos los trabajadores del sector salud estén apropiadamente equipados para abordar enfermedades específicas. Esta iniciativa incluye la preparación previa de planes de emergencia y otras estrategias relevantes.

“Los expertos en salud nos habían advertido que el covid llegaba para quedarse y hoy estamos viviendo esa realidad con cuadros infecciosos que en temporadas van a crecer en número de casos”, subrayó el secretario Cruz Álvarez.

Asimismo, el secretario de Salud, expresó la importancia de la higiene sanitaria, el lavado de manos, el uso de alcohol o geles glicerinas para evitar los contagios de procesos respiratorios.

Paralelamente, al anuncio de la secretaría de Salud de decretar alerta amarilla en el Meta, el ministro de Salud, Guillermo Jaramillo, afirmó que hay suficientes camas UCI y vacunas para la atención de posibles nuevos pacientes de covid y otras infecciones respiratorias. Además, El Espectador señala que el jefe de esa cartera, añadió que “están haciendo todo lo posible por conseguir nuevas dosis de la vacuna para las regiones del país que sean requeridas”.

Además, el director del Instituto Nacional de Salud (INS), Giovanny Rubiano García, declaró que el nuevo linaje del virus hallado no ha mostrado incremento en gravedad, hospitalizaciones ni decesos, de acuerdo con lo que reseña El Tiempo.

En línea con esta observación, Rubiano subrayó la continuación de las medidas preventivas ya conocidas para combatir el virus: la recomendación del uso de tapabocas en presencia de síntomas de infección respiratoria, el evitar aglomeraciones, y la importancia de mantener espacios ventilados.

Por último, el director del INS, enfatizó que “estos protocolos buscan minimizar la transmisión y proteger a la población, incluso frente a las nuevas variantes del virus que puedan aparecer en Colombia”.

Las autoridades de salud del Meta emitieron una alerta sanitaria mediante la Circular Conjunta No. 002, instando a la vigilancia activa y la preparación para desplegar acciones necesarias ante posibles situaciones de emergencia. Esta medida proactiva busca garantizar una respuesta eficiente y coordinada en el sistema de salud del departamento.

En detalle, la Circular Conjunta No. 002 fue lanzada con el fin de que todas las estructuras del sistema de salud mantengan un alto nivel de alerta ante el incremento de infecciones respiratorias. La disposición implica que desde el personal de salud de primera línea hasta los niveles más altos de gestión deberán estar preparados para activar protocolos de emergencia y respuestas rápidas, con la finalidad de enfrentar potenciales eventos adversos que puedan surgir.