Piden 30 años de cárcel para mujer que presuntamente participó en el homicidio del fiscal paraguayo Marcelo Pecci

Se trata de Margareth Lizeth Chacón Zuñiga quien es señalada de estar implicada en la planeación del crimen del funcionario judicial que se perpetró en mayo del 2022 en Cartagena

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Margareth Lizeth Chacón Zuñiga estaría implicada en la planeación del homicidio del fiscal paraguayo Marcelo Pecci. (Fiscalía General de la Nación)
Margareth Lizeth Chacón Zuñiga estaría implicada en la planeación del homicidio del fiscal paraguayo Marcelo Pecci. (Fiscalía General de la Nación)

El martes 18 de abril, la Fiscalía General de la Nación informó que acusó formalmente a Margareth Lizeth Chacón Zuñiga, quien presuntamente está implicada en la planeación y en brindar apoyo logístico para que se perpetrara el homicidio del fiscal Marcelo Pecci de Paraguay, crimen que ocurrió en Cartagena (Bolívar) el 10 de mayo de 2022.

De acuerdo con el material probatorio que recolectó en su investigación el ente acusador, la mujer estuvo presente en las reuniones que realizaron en Medellín (Antioquia) y en la capital bolivarense, entre los días 5 y 8 de mayo del año pasado para programar los desplazamientos, así como los pagos que se requerían para que se pudiera llevar a cabo el asesinato.

“Fue acusada por los delitos de homicidio agravado; y fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego, accesorios, partes o municiones”, señalaron en la Fiscalía.

Entra las pruebas más contundentes que halló el organismo investigador fue el uso de un vehículo propiedad de Chacón Zuñiga para ejecutar el homicidio.

“Está debidamente incautado con fines de decomiso y se ha solicitado ya la suspensión del poder dispositivo como medida jurídica. (Allí) se transportó un arma de fuego que fue con la que se acabó con la vida de Marcelo Pecci”, destacó el fiscal del caso durante la audiencia judicial.

También establecieron que la mujer estuvo en las reuniones a las que asistieron su compañero sentimental, Andrés Felipe Pérez Hoyos; su cuñado Ramón Emilio Pérez Hoyos; y el señalado articulador del asesinato, Francisco Luis Correa Galeano.

“Para el día 8 de mayo del año 2022, en horas de la noche, se reúnen en el sector Café del Mar (...) para realizar coordinaciones sobre el homicidio. Se fijan rutas de acción, se generan órdenes y en esta ocasión Margareth Lizeth Chacón Zuñiga advierte a los participantes del homicidio que: “Hay que estar alertas porque los planes vacacionales tienen una duración de cinco a seis días y el tiempo se agota”. Hasta (esa) fecha no se tenía claridad de la ubicación de Marcelo Daniel Pecci”, argumentó el fiscal del caso.

En la diligencia, la defensa de la mujer solicitó la nulidad del proceso porque supuestamente hubo una violación al debido proceso, no obstante, la pretensión fue negada en el Juzgado Tercero del Circuito de Cartagena, donde acogieron los argumentos de la Fiscalía donde solicitaron una condena de 30 años de cárcel para la procesada.

Las autoridades en El Salvador confirmaron en enero de este año, que Chacón Zuñiga fue capturada en territorio de ese país centroamericano, diligencia que se llevó a cabo días después de la detención de su esposo Andrés Felipe Pérez Hoyos.

“(Nuestro país) no será refugio de ningún criminal internacional o terroristas organizados que andan esparciendo su cultura de muerte, de luto y dolor de otros países de nuestra querida América Latina”, informó en su momento Gustavo Villatoro, el ministro salvadoreño de Justicia y Seguridad Pública.

El funcionario detalló que la mujer había llegado el 26 de mayo de 2022, y que si bien estuvo viajando y saliendo del territorio centroamericano, lo hizo por naciones latinoamericanas, excepto a Colombia. Aparte, las autoridades salvadoreñas también capturaron a un ciudadano de ese país que le ayudaba a esconderla.

Pecci fue uno de los funcionarios judiciales más destacados en Paraguay por lograr llevar ante la justicia a peces gordos del narcotráfico en ese país, lo que a la postre le costó la vida, cuando disfrutaba de su luna de miel con su esposa, que acababa de quedar embarazada.

El fiscal había decidido viajar a Cartagena para estar en un hotel de la isla de Barú, en zona insular de la capital de Bolívar, hasta donde llegaron sus homicidas en una moto acuática.