El mal negocio que hizo Bogotá con el Movistar Arena: Contraloría dice que el Distrito ha dejado de recibir $11 mil millones

El concesionario habría utilizado un área mayor a la pactada para locales comerciales y un área para parqueaderos que no calculó la Alcaldía para definir el pago de su retribución

Compartir
Compartir articulo
Movistar Arena en Bogotá
Movistar Arena en Bogotá

El éxito del Movistar Arena no estaría beneficiando al Distrito y en cambio tendría mayores beneficios para el operador privado por un posible error en el cálculo del contrato de construcción de ese escenario. Las pérdidas para la Alcaldía serían millonarias, constituyendo un posible detrimento patrimonial, según advirtió la Contraloría de Bogotá.

“Hay unos hallazgos en el IDRD y consisten básicamente en que, al parecer, no ha habido el suficiente control sobre las áreas y dependencias físicas de explotación comercial, superan las establecidas contractualmente para ser explotadas por parte del concesionario y eso requiere un mayor control por parte del Instituto. Presuntamente se han dejado de percibir por parte del Instituto dineros por más de 11 mil millones de pesos”, señaló el contralor Julián Mauricio Ruiz en atención a medios de comunicación.

La Contraloría encontró 10 hallazgos administrativos en el contrato del IDRD con el Movistar Arena, de los cuales cuatro tienen impacto fiscal por $11.719.709.295 pesos. A parte de las modificaciones al contrato que no habrían sido reportadas debidamente, como la falta de iniciar acciones correspondientes o activar alertas ante las posibles irregularidades por parte del instituto.

El Movistar Arena fue una iniciativa privada que le propuso al Distrito construir un escenario para múltiples eventos culturales. Desde la empresa ponían el dinero de la obra a cambio de tener la operación del espacio durante 25 años. En ese tiempo debían realizar labores de mantenimiento, operación y pagar una compensación del 2%, como quedó en el contrato, a la Alcaldía.

Según el ente de control, de 2018 hasta diciembre de 2022, se habían recibido ganancias brutas por más de 99 mil millones de pesos. De los cuales la ciudad ha recibido $1.988.376.031 y el resto se ha invertido, casi que la mitad en impuestos y obras voluntarias, y lo demás como ganancia.

Esa distribución de las ganancias que producía la explotación se realizó con base en el área de explotación que iba a tener el espacio y sus usos. Sin embargo, la Contraloría halló en su visita fiscal que el concesionario ha explotado más área de la pactada contractualmente, pasando de los 1.888 m2 del contrato hasta casi 3.845,29 m2 para 2019 y 2020.

Eso se traduce en más ganancias que no fueron incluidas en el cálculo en que se fijó la contraprestación al Distrito y la recuperación de la inversión por parte del constructor. ”En total, el presente equipo auditor estableció que, entre octubre de 2018 y noviembre de 2022, se logró evidenciar un total consolidado de 79.330.91 m² explotados por encima de lo pactado contractualmente, que al precio de $60.000 por metro cuadrado y descontado el 2% de contraprestación en favor del IDRD, determina un detrimento para el patrimonio público de ($4.664.657.508); valor que corresponde al daño patrimonial lucro cesante consolidado”, dice el informe del ente de control.

El ente también encontró facturas de patrocinio con fecha anterior a la entrada en fase de operación, en las cuales no podían percibirse ganancias. Estas no habrían ingresado por tanto al patrimonio del concesionario y no habrían generado retribución al Distrito, por lo que se calcula un detrimento de $3.920.000.000.

Adicionalmente, el cuarto hallazgo, es que el concesionario habría utilizado infraestructura como el patio de maniobras para ofrecer servicio de parqueadero, pese a que no se contemplaba ese uso en el contrato y no puede disponer de una infraestructura para aumentar sus ingresos. “El equipo auditor evidenció que el concesionario durante la etapa de operación ha recaudado recursos por concepto de explotación de parqueaderos en un monto total de $1.253.457.993″, que constituirían también un detrimento para la contraprestación del Distrito.

Colombiana de Escenarios, la empresa que tiene a su cargo el Movistar Arena, señaló que “está totalmente disponible para que cualquier autoridad revise y examine” el contrato, porque están seguros de la transparencia y el equilibrio en cuanto a las responsabilidades asumidas.

“Vale la pena resaltar que, debido a la pandemia, durante cerca dos años el escenario estuvo cerrado, y, a pesar de esta situación, nunca dejamos de responder por nuestras obligaciones con nuestros clientes y empleados, quienes son pilares para nosotros. Hoy, estamos recuperando ese tiempo perdido, entregándole a los colombianos un escenario que ofrece lo mejor en infraestructura, movilidad, logística y espectáculos musicales, deportivos y de entretenimiento, los cuales han permitido hacer de Bogotá y de Colombia, una parada obligada para las audiencias nacionales e internacionales”, sostuvieron desde la firma.