Productores de malbec advierten que cobran un precio que representa el 40% del promedio histórico

Desde hace tiempo las producciones regionales atraviesan una situación de crisis por la falta de competitividad, que afecta la rentabilidad del sector primario e impide que se potencien las inversiones en el negocio y en el recambio tecnológico.

Y en un contexto donde en el Gobierno hay voces a favor de promover las exportaciones nacionales, los dirigentes de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) advirtieron que dicho objetivo se cumplirá si el primer eslabón de las cadenas agroindustriales, que es la producción, aumenta sus niveles de producción.

“Se necesita una combinación de factores que generen un círculo virtuoso, capaz de lograr la manifestación completa de todo su potencial; y el principal de estos factores es la rentabilidad, pero también acompaña un sistema de comercialización transparente, con contratos de compra - venta escritos que contengan reglas claras de precio y plazos de pago, y con mercados institucionalizados”, señalaron desde CRA.

En un documento, la entidad que preside Jorge Chemes presentó a modo de ejemplo de la crisis de las economías regionales, lo que sucede en la actualidad con los productores de uva varietal del Valle de Uco, donde se produce el vino malbec de alta calidad, que un emblema de nuestro país.

Un estudio realizado por especialistas de CRA, reflejó que la dinámica de los precios percibidos por los productores en una serie que empieza en el 2003, presenta una pérdida de valor del productor a partir del año 2018, llegando a un piso histórico para esta serie, donde en el presente año el productor está cobrando un 40% del promedio histórico para la serie.

Según precisaron desde la entidad, el precio promedio histórico es de $76, pero en la actualidad los productores cobran 31,16 pesos. Además, de acuerdo al ajuste por inflación, el kilo de uva Malbec debería valer 77 pesos.

“La comparativa tanto con el precio promedio de la serie o la Moda (el valor más repetido) en la misma, ya sea medida en dólares oficiales, o pesos actualizados por inflación dejan en evidencia la fragilidad en la que se encuentran los productores en la actualidad”, comentaron los encargados de realizar el trabajo, quienes agregaron que de acuerdo al ajuste por inflación, " el kilo de uva Malbec debería valer 77 pesos”.

Además, precisaron que desde 2007 hasta la actualidad la participación de la producción en el precio final al público del producto se ha reducido a la mitad, eso ha sido pura y exclusivamente pérdida de precio al productor. Y también aclararon que esa baja de rentabilidad no se reflejó en el precio pagado por el consumidor.

Pero no solamente afecta al productor el menor precio percibido por la materia prima, sino también el período de pago por parte de las industrias. El trabajo señaló que una vez que se generó la liquidación al productor de lo entregado, el pago real se extiende en algunos casos hasta 7 u 8 meses. Una situación que genera numerosos inconvenientes en lo financiero, demoras en los pagos de las obligaciones fiscales y patronales, entre otros.

Costos y reclamo de medidas

En lo que respecta a los costos de producción, desde el Departamento Económico de CRA, comentaron que “si tomamos una comparativa de precios de venta de producto con respecto a los precios de los recursos involucrados en el proceso de producción para generar los mismos, las tasas de crecimiento de estos últimos duplican en dólares a los primeros”.

Y agregaron: “Los costos subieron por el ascensor y los precios de venta por la escalera. En este caso la escalera bajaba al subsuelo, como tomadores de precios de mercado, el área de gestión del productor se encuentra precisamente en los costos, lo que redundó en una pérdida de reinversión en las fincas, suspensión de las tareas de mantenimiento o secundarias, por consecuencia golpeando la productividad en el corto plazo y en el mediano la sustentabilidad del sistema”.

Por último, desde CRA reclamaron al Gobierno mejorar la competitividad de la actividad vitivinícola. Para eso, el Estado deberá respaldar una mejora de su calidad y productividad, con reconstitución de capital de trabajo, insumos, reconversión tecnológica, créditos a tasas que guarden relación con la actividad que los demanda y la formalización de un sistema de comercialización transparente con precios ciertos y plazos de pagos razonables.

“Reduciendo los costos financieros ocultos, que erosionan la rentabilidad del productor y su capacidad de reinversión, la creación de un esquema tributario no distorsivo y adecuado acorde a la escala productiva, así los pequeños productores que son los más afectados bajo estas inequidades”, concluyó el informe de Confederaciones Rurales Argentinas.

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