Paro Nacional de 1977: Así fue como una huelga ayudó a restaurar la democracia en el Perú

Como muy pocas veces, el país entero se unió cansado del régimen militar y se manifestó en las calles. Esto es lo que pasó.

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(Captura: documental "Desde el lado del corazón")
(Captura: documental "Desde el lado del corazón")

De acuerdo con la Real Academia Española, una huelga es la “interrupción colectiva de la actividad laboral por parte de los trabajadores con el fin de reivindicar ciertas condiciones o manifestar una protesta”.

Y a través de la historia ha habido millones de este tipo de manifestaciones, pero han sido solo un puñado de ellas que han quedado en la memoria colectiva por los resultados obtenidos luego de una movilización.

De las más conocidas a nivel universal, podemos mencionar a la que se realizó en 1886, en Chicago (Estados Unidos) y dio origen a lo que hoy conocemos como el Día del trabajo. Otra de ellas es las que se dio en 1989 en la plaza de Tiananmén (China) y su dura represión que provocó la condena del mundo entero.

Pero hablando de lo que ocurría en los convulsos años setenta en el Perú, hay un día que quedará marcado en los calendarios de la historia como el día comenzó el fin de la dictadura militar que gobernó el Perú por casi 12 años y se volvió a la democracia. Ese día fue un 19 de julio de 1977, cuando literalmente todo el país se paralizó.

Antecedentes

(Caretas)
(Caretas)

Como casi siempre ocurre en cualquier ámbito de la vida, cuando ponen en un cargo importante a alguien que no sabe ni donde está parado, entonces el fracaso está asegurado.

La chispa que lo inició todo se dio en 1975, cuando el Perú todavía estaba bajo el mando de Juan Velasco Alvarado. Ese año la crisis económica golpeaba a todos los sectores y el país parecía ir a la deriva pues el dictador no se mostraba como antes debido a una enfermedad que lo aquejaba.

Aprovechando la situación, el general de División Francisco Morales Bermúdez dio un golpe de estado y se hizo del poder.

Aunque al principio de su gestión no se notaron grandes cambios, de a pocos se fue alejando de la retórica socialista que habían intentado imponer Velasco en los ocho años que estuvo en el gobierno.

Para 1976, en el Perú se vivía en la incertidumbre de que camino seguir en el plano económico pues una cosa era el discurso de las autoridades y otra era la práctica. Hasta que por fin en agosto de ese año desde Palacio de Gobierno se deslinda con todo el proyecto socialista y comienzan a aplicarse políticas que deshacían todo lo hecho por su antecesor.

Como, por ejemplo, varios sectores de la economía fueron privatizados, se dio apertura a la inversión extranjera, se vieron cambios en la política exterior, se flexibilizaron las políticas en el terreno laboral. Es decir, se dio un giro de 180°. Estos cambios trajeron opiniones dividas en todo el sector de la población.

(Captura: documental "Desde el lado del corazón")
(Captura: documental "Desde el lado del corazón")

Eso sí, el Estado y los grupos de poder, todavía controlaban los medios de comunicación y no permitieron que ningún movimiento social tenga un espacio en donde darse a conocer.

Justamente esta última parte afectó a gran parte de la población, pues una de las medidas impuestas por el gobierno era los famosos toques de queda. Si bien se aplicaban para toda la población, lo cierto es que era el sector obrero el más afectado, pues no solamente no tenían el derecho a la huelga ni a ningún tipo de protesta; sino que tampoco podían salir muy temprano a trabajar. La criminalización de la huelga se convirtió en una bomba de tiempo que estallaría en cualquier momento.

La única salida que halló el gobierno fue la apertura del espacio político a diferentes partidos. Eso sí, todos debían conservadores o capitalistas, nada que ver con la izquierda.

Pero la gente ya no quiere más represión y, a pesar de las prohibiciones, diversos sindicatos salen a protestar a las calles. Uno de ellos es el SUTEP (Sindicato Unitario de Trabajadores en la Educación del Perú) que no teme expresar su opinión en contra de las medidas económicas tomadas por el gobierno, además de solidarizarse con los demás sindicatos que también manifestaron su descontento.

Ya no aguanto más

(Captura: documental "Desde el lado del corazón")
(Captura: documental "Desde el lado del corazón")

Luego de varios meses en que se criminalizó el derecho a huelga, los toques de queda y el Estado de Emergencia, diversos estamentos de la sociedad peruana parecen ponerse de acuerdo para realizar un paro nacional. La fecha elegida era el 19 de julio de 1977.

Sin embargo, desde el mando de la CGTP (Confederación General de Trabajadores del Perú) no estaban seguros del todo seguros de plegarse o no a la movilización nacional. Entonces las bases, al ver la indecisión de sus directivos crean el CUL (Comando Unitario de Lucha) para unirse. Pero al ver la magnitud de lo que se venía, a la CGTP no le quedó más opción que unirse y promoverlo por todo el país.

A ellos se unieron organizaciones sindicales independientes como la Federación Gráfica del Perú; la Federación de Trabajadores Cerveceros; la Federación de Trabajadores en Compañías de Seguros; la Federación de Luz y fuerza; y la Central de Trabajadores de la Revolución Peruana CTRP-Lima.

El pliego de reclamos pedía el aumento general de sueldos y salarios de acuerdo con el alza del costo de vida. Otro de los reclamos era la plena vigencia de la estabilidad laboral, la no intervención en las universidades, entre otros.

(Captura: documental "Desde el lado del corazón")
(Captura: documental "Desde el lado del corazón")

Según cuentan reportes de la época, desde tempranas de ese 19 de julio todas las grandes y medianas empresas se encontraban paralizadas. Solo alguna que otra tienda de barrio atendía, pero de manera muy restringida.

Un punto para entender el éxito de este paro nacional era que contó con el apoyo de la inmensa mayoría de la población. Sin importar su filiación política, todo aquel que salió a las calles a protestar lo hacía porque verdaderamente se encontraba harto del régimen militar.

Además, lo hizo sin importarle las amenazas y duras medidas de represión que fueron aplicadas por las autoridades, bajo las órdenes del ministro del interior, el tristemente célebre ‘Gaucho’ Cisneros.

Luego de la larga y tensa jornada de protesta nacional, que no estuvo libre de algunos enfrentamientos con la policía, el gobierno entró en desesperación y decretó el estado de emergencia, implantándose el toque de queda desde las 11 de la noche hasta las cinco de la madrugada.

Pero esta medida no asusta nadie, pues el pueblo ya le dio la espalda. Y lo que es peor, los grandes empresarios y grupos de poder hacen lo mismo. ¿Qué hacer, entonces, cuando nadie te respeta?

(fernandobelaundeterry.com.pe)
(fernandobelaundeterry.com.pe)

No pasó ni un mes cuando el estado de emergencia fue levantado. Ya corroído y en soledad, el gobierno de Morales Bermúdez proclama el fin del régimen. Lo más importante es que se anuncia un cronograma para dejar el poder a partir de 1980. En el camino se convoca a una Asamblea Constituyente, en 1978, para promulgar una nueva Constitución Política y Fernando Belaúnde Terry regresa al poder una vez más, tras haber sido derrocado en 1968 por Juan Velasco Alvarado. Justicia poética dirían algunos.

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