Creó la Universidad del Castillo de Arena y enseña cómo construir obras efímeras

Al principio fue un pasatiempo que se convirtió en un trabajo a tiempo completo y ayuda a la conservación del medio ambiente

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El paso a paso que Janel publica en sus redes sociales (sand_castle_university)

Janel Hawkins dedica entre seis y ocho horas diarias a crear elaboradas esculturas de arena en las playas de Gulf Shores, Alabama, Estados Unidos. Hawkins transforma arena húmeda en estructuras complejas que duran solo hasta la siguiente marea. “La temporalidad de las esculturas es parte de su atractivo”, afirma Hawkins. Ella dice que la importancia de lo efímero le da un valor especial a su arte: “Si mi arte durara para siempre, entonces no sería tan genial”.

La Universidad del Castillo de Arena, fundada por Hawkins, se ha convertido en una atracción imprescindible para visitantes de las playas de Alabama. Esta institución crea esculturas de arena personalizadas y enseña a los interesados las técnicas para construir sus propias creaciones. Hawkins y su equipo de cinco instructores y un asistente a tiempo completo trabajan en una variedad de eventos, que incluyen propuestas de matrimonio, bodas, logotipos corporativos, festivales y eventos de marketing.

Sus consejos

A través de la Universidad del Castillo de Arena, Hawkins ofrece clases de construcción de castillos, pero también comparte consejos prácticos para la construcción de estructuras en arena. Según explicó, uno de los aspectos más críticos es la cantidad de agua utilizada: “Por mucha agua que creas que necesitás, necesitás al menos tres veces esa cantidad”, afirma. “Y lo siguiente es que el lugar en la playa en el que te encuentres es absolutamente importante.”

Las esculturas de Hawkins atraen a usuarios de redes sociales que buscan fotografías únicas
(Universidad de Castillos de Arena)
Las esculturas de Hawkins atraen a usuarios de redes sociales que buscan fotografías únicas (Universidad de Castillos de Arena)

Hawkins desaconseja construir castillos donde la arena ya está mojada. Según ella, esta arena es más “arenosa”, llena de bolitas y conchas que no retienen bien el agua. “Cuanto más fina, más peluda y esponjosa sea la arena, más agua absorberá y retendrá y más fácil será esculpir”, dice.

Además, Hawkins y su equipo tienen un enfoque consciente del medio ambiente. Nunca abandonan la playa sin asegurarse de no haber dejado rastro alguno y siempre usan protector solar. Durante la temporada de tortugas en Alabama, que es de marzo a octubre, Hawkins destruye deliberadamente sus esculturas para evitar interferir con las mamás tortugas que anidan y las crías que nacen.

Sus comienzos

Hawkins encontró su vocación de manera inesperada. Mientras estudiaba una doble titulación en negocios y psicología en la Universidad Waldorf en Iowa, Estados Unidos, descubrió un anuncio que solicitaba escultores de arena sin experiencia previa. Intrigada, decidió investigar y desde entonces ha seguido perfeccionando su técnica.

El lugar en la playa es crucial para una buena construcción de castillos según Hawkins 
(sand_castle_university)
El lugar en la playa es crucial para una buena construcción de castillos según Hawkins (sand_castle_university)

Las creaciones de Hawkins varían desde estructuras arquitectónicas como casas victorianas y réplicas de edificios famosos hasta esculturas de criaturas marinas como caimanes y sirenas. Aunque estas obras son temporales, Hawkins documenta el proceso en redes sociales como Instagram y TikTok, lo que le permite mantener un registro visual de su creatividad y habilidad técnica.

Uno de los aspectos clave de su evolución profesional fue la mentoría de Rick Mungeam, un escultor de arena profesional, quien la ayudó a refinar su estilo y técnica: “Ningún escultor de arena tiene la misma colección de herramientas,” afirma Hawkins. Ella utiliza una variedad de utensilios destinados a la cerámica y alfarería, además de herramientas de albañilería, y emplea técnicas especiales como el “dribbling”, donde una mezcla de arena y agua crea diseños texturizados.

"Cuanto más fina y esponjosa la arena, más fácil será esculpir", explica Hawkins
"Cuanto más fina y esponjosa la arena, más fácil será esculpir", explica Hawkins

Su transición hacia el emprendimiento no fue fácil. Al final de su tercer año universitario, decidió probar suerte en el negocio de la escultura de arena. Inicialmente, sus padres no comprendieron su elección, consideraban de nicho y lo temporal que parecía su negocio. Con el tiempo, sin embargo, ofrecieron su apoyo, ayudándola en la gestión inicial de su empresa. “Siempre he sido un espíritu libre y mis padres me apoyaron muchísimo durante los primeros años cuando necesité ayuda para administrar el negocio”, explica Hawkins.

Actualmente, Janel Hawkins es una figura reconocida en el mundo de los castillos de arena. Su plataforma, la Universidad de Castillos de Arena, le permite ofrecer talleres, cursos y también conectar con una audiencia global a través de redes sociales.

Las esculturas de Hawkins, aunque toman hasta ocho horas para ser construidas, son desarmadas como una medida de protección ambiental. “Nuestras esculturas son tan grandes y tan compactas que pueden representar un peligro para las mamás que anidan o para las crías de tortugas que nacen. Realmente tratamos de liderar el camino y ser un ejemplo, ya que somos la única empresa profesional de la ciudad”, explica Hawkins. “Si podemos destrozar las esculturas, entonces tú podrás destrozar tu castillo de arena y ayudar a la causa”.

La dedicación de Hawkins a educar a los visitantes ha generado un ambiente de aprendizaje único en la playa
La dedicación de Hawkins a educar a los visitantes ha generado un ambiente de aprendizaje único en la playa

Hawkins ha alcanzado un gran número de seguidores en las redes sociales con sus impresionantes creaciones, presenta su arte a personas de todo el mundo. Sus obras han conseguido brindar una nueva perspectiva a los turistas, lo que incentiva la creatividad y también el cuidado del medio ambiente.

Aunque las esculturas de Hawkins desaparecen con las olas, sus seguidores virtuales pueden disfrutar de su proceso creativo y las obras terminadas. Este registro digital le ha dado una visibilidad que pocos escultores de arena han logrado. “Incluso si los castillos de arena no duran más de unas pocas horas en la vida real, se conservan en las redes sociales”, concluye Hawkins.

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