Ucrania acusó a Rusia de lanzar bombas de fósforo a los soldados que resisten en la planta de Mariupol y difundió imágenes del ataque

El video muestra una lluvia de fuego sobre el complejo siderúrgico de Azovstal, donde cientos de ucranianos resisten

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Ucrania acusó a Rusia de lanzar bombas de fósforo en la planta de Mariupol

Ucrania acusó a las fuerzas rusas de lanzar bombas de fósforo sobre la planta siderúrgica Azovstal de Mariupol y difundió un impactante video que muestra el feroz ataque sobre el último bastión ucraniano en Mariupol.

Las bombas de fósforo blanco producen un fuego que no se puede apagar con agua y sus componentes se pegan a la piel de las víctimas, que pueden arder hasta los huesos.

Las imágenes aéreas fueron publicadas este domingo en las redes sociales y muestra cómo las municiones incendiarias rusas hacen llover fuego sobre los edificios ya muy dañados que se encuentran debajo.

Las imágenes del ataque comienzan con una vista aérea de la inmensa planta de Azovstal, cuando de repente un misil ruso detona en el aire, liberando una ráfaga de fuego sobre los edificios de la fábrica, ya muy dañados.

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Las “chispas” -que en realidad son un conjunto de municiones incendiarias- caen al suelo y se encienden. Desde la distancia, las explosiones parecen casi como petardos, pero en realidad son una serie de innumerables detonaciones. A medida que la cámara se aleja, se ven más estallidos de municiones sobre la planta, lloviendo explosivos en llamas desde arriba.

El ataque es implacable, con cientos de bolas de fuego que caen sobre los tejados y los terrenos de la acería y los incendian.

Los ucranianos afirman que el video muestra a las fuerzas de Vladimir Putin lanzando “bombas incendiarias y de fósforo 9M22S” sobre Azovstal, que, según el informe oficial, arden a temperaturas de más de 2.000 grados centígrados. “La temperatura de combustión es de unos 2.000 a 2.500 grados Celsius. Es casi imposible detener la combustión”, dijo el domingo Petr Andryushchenko, asesor del alcalde de Mariupol.

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Tras semanas de asedio y bombardeos rusos, Mariupol -que se encuentra en la región oriental ucraniana de Donbás- está en manos rusas, pero cientos de combatientes ucranianos resisten bajo un intenso fuego en la planta siderúrgica.

El video se difundió mientras las esposas y madres de los soldados ucranianos que siguen en el interior de la planta siderúrgica declaraban a Sky News que temían que los combates estuvieran llegando a su fin.

Natalya Zarytska, que se casó con Bohdan en una ceremonia por Internet en abril pasado, dijo a la cadena que su marido vive “en un verdadero infierno”. “Ha perdido más de 20 kilos de peso. Tiene muy mal aspecto y está en un estado terrible. Creo que este es el final”, contó angustiada.

El puerto de Mariupol, en el mar de Azov, está ahora en gran parte bajo control ruso, a excepción de los pocos cientos de soldados que quedan en la fábrica de acero. Varios civiles que se refugiaban en la planta fueron evacuados este mes con la ayuda del Comité Internacional de la Cruz Roja y la ONU. Ayer, un convoy de entre 500 y 1.000 coches que transportaba civiles fuera de la ciudad pudo llegar a la ciudad de Zaporizhzhia, controlada por Ucrania, mientras que la viceprimera ministra ucraniana, Iryna Vereshchuk, dijo que las autoridades estaban negociando la evacuación de 60 soldados gravemente heridos en la acería.

Foco en el este

Después de fracasar en la toma de Kiev tras la invasión del 24 de febrero, el presidente ruso Vladimir Putin ha cambiado su enfoque hacia el este, hacia el Donbás, con el objetivo de rodear a las tropas más experimentadas y mejor equipadas de Ucrania, y tomar el territorio que aún está bajo el control de Ucrania.

Moscú se está centrando ahora en vigilar las rutas de suministro, mientras lanza ataques de mortero, artillería y aéreos en la región oriental de Donetsk en un intento de reducir las fuerzas ucranianas y destruir las fortificaciones.

Las fuerzas rusas controlan una franja de territorio en forma de herradura en las zonas ucranianas de Donetsk y Lugansk, que conforman la región de Donbás, la zona fronteriza en la que Ucrania ha combatido a los separatistas respaldados por Moscú desde 2014.

Los ataques aéreos y las descargas de artillería hacen que sea extremadamente peligroso para los periodistas desplazarse por el este, lo que dificulta los esfuerzos por obtener una imagen completa de los combates. Pero parece que se trata de una lucha de ida y vuelta sin grandes avances por parte de ninguno de los dos bandos.

Rusia ha capturado algunos pueblos y ciudades del Donbás, como Rubizhne, que tenía una población de unos 55.000 habitantes antes de la guerra.

Zelensky dijo que las fuerzas ucranianas también han hecho progresos en el este, recuperando seis pueblos o aldeas en el último día.

En su discurso nocturno de ayer dijo que “la situación en Donbás sigue siendo muy difícil” y que las tropas rusas “siguen intentando salir al menos algo victoriosas”. “Paso a paso, estamos obligando a los ocupantes a abandonar el territorio ucraniano”, dijo.

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