Padre de tres hijos, de 8, 6 y 4 años, Bitto Davis, de 32, se tomó de muy mala manera la noticia de que su esposa Pravitha, de 30, había quedado embarazada por cuarta vez.
Cada vez que los veían, sus amigos se burlaban de ellos por la asiduidad con la que engendraban niños. Cansada de ser objeto de cuestionamientos, la pareja tomó una decisión terrible: abandonar a su hijo.
Apenas dos días después del parto, se subieron a un tren en su ciudad, Thrissur, y viajaron 90 kilómetros hasta Kochi, en el estado de Kerala. Fueron hasta la Iglesia St. George Forane, y allí dejaron al bebé.
Un video registrado con una cámara de seguridad muestra al padre besando la cabeza del niño. Tras apoyarlo en el suelo, se fue.
Gracias a la grabación, el matrimonio fue encontrado rápidamente. El sábado a la tarde los arrestaron.
En su declaración ante los oficiales, justificaron lo que hicieron en que se sentían avergonzados. Difícilmente ese argumento los ayude ante la Justicia, que podría condenarlos a una pena de hasta siete años de cárcel.
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