En una nueva escalada de tensiones dentro de las diferentes alas políticas de Irán, el ex presidente Mahmud Ahmadinejad acusó al líder supremo Alí Khamenei de robar el dinero de la gente para acumular una fortuna mayor a los USD 190.000 millones que utiliza en su propio beneficio.
El ex presidente de Irán publicó el domingo dos cartas dirigidas a Khamenei en el sitio web dolatebahar.com en las cual dijo que el ayatollah adquirió el dinero de forma ilegal, ya que no está sujeto al control financiero de las instituciones del propio líder religioso.
Según Ahmadinejad, los fondos robados fueron asignados ilegalmente a instituciones bajo el control de la oficina del Líder Supremo, como la Fundación Benayad Mistaathafen, el Centro del Imám Stad Agri Ferman y la cooperativa del ejército Benayad Artash, entre otras.
También declaró que el descontento popular por las políticas del régimen es severo, peligroso y se está expandiendo rápidamente. "¿Cómo podemos permanecer en silencio cuando vemos cómo la gente y la juventud están sufriendo injusticia y represión por parte del poder judicial y las agencias de seguridad simplemente por criticar y protestar?" preguntó.
"En las últimas décadas, tres políticas, junto con muchos fracasos, han llevado a la acumulación de problemas, las crisis y la insatisfacción pública: la opresión y el entorno de seguridad en el país, la afirmación de que la situación en otros países es peor que la nuestra, de modo que todo el mundo debe permanecer en silencio sin criticar y, en tercer lugar, la falta de transparencia en asuntos importantes y la ocultación de cuestiones importantes a la gente", agregó.
La carta del ex presidente iraní se produjo tras la detención de dos de sus asistentes: Esfandiar Rahim Mashai y Hamid Baka'i, ambos acusados de corrupción.
En una segunda carta, Ahmadinejad hizo un llamamiento para que se celebren elecciones anticipadas, se destituyera el Tribunal Supremo (el poder judicial iraní cercano a Khamenei) y se liberen a los manifestantes detenidos para acabar con la crisis política del país.
El mismo Ahmadinejad, cuando fue presidente de Irán, fue uno de los que sostuvo que el Holocausto era "un mito inventado por Occidente".
Esta declaración ha sido utilizada por sus sucesores en el gobierno de Teherán para intentar lavar la imagen de Teherán y decir que el país -cuyas autoridades a menudo pregonan la destrucción del estado de Israel- no niega la matanza nazi y que quien lo hacía "ya no está más".
Más sobre este tema: