El ministro de Defensa de Qatar, Khalid al Attiyah, dijo el domingo que los países árabes liderados por Arabia Saudita que cortaron relaciones diplomáticas con Doha están intentando un "golpe de Estado blando" contra la monarquía petrolera, y aseguró: "Estamos listos para defender a nuestro país".
"Qatar no es un país que pueda ser tragado por otro fácilmente", dijo el ministro en una entrevista con la cadena británica Sky News. "Estamos listos para defender a nuestro país, aunque espero que no lleguemos a la instancia de necesitar una intervención militar", dijo.
Al Attiyah consideró también que la crisis iniciada a principios de junio, cuando la monarquía petrolera fue acusada de apoyar al terrorismo y su economía bloqueada, es "definitivamente un intento de golpe de Estado blando", similar al promovido en 2014 cuando también hubo un corte de relaciones diplomáticas, o en 1996.
"Y están equivocados, porque la diferencia entre Qatar y otros países es que el pueblo de Qatar ama a su emir, preferirían morir a que algo le pase a su emir", advirtió.
Por otro lado, el ministro de Exteriores qatarí entregó este lunes su respuesta oficial a la lista de 13 demandas que Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos (EAU), Egipto y Bahréin establecieron como condición para restablecer las relaciones diplomáticas, reportó la agencia AFP.
El domingo por la noche se había cumplido el ultimátum establecido por los cuatro países árabes, debido a lo cual se extendió una prórroga de 48 horas, pero el gobierno del emir de Qatar, Tamim bin Hamad al Thani, decidió entregar su respuesta, de todas formas.
El encargado de entregar el documento fue el ministro de Exteriores, Mohamed bin Abdelrahman al Zani, durante una visita a Kuwait, uno de los principales mediadores en la crisis diplomática que está generando fuertes tensiones en el Golfo Pérsico.
Si bien no se conoce el contenido de la respuesta, el domingo, el mismo ministro había adelantado en Roma que las demandas "no estaban hechas para ser aceptadas ni para ser negociadas" y que Qatar las rechazaba "como principio".
Entre los 13 puntos marcados por los países liderados por Arabia Saudita se encuentran el cierre de la cadena qatarí Al Jazeera, la suspensión de las relaciones entre Qatar e Irán y el desmantelamiento de la base que Turquía mantiene en el país.
La crisis comenzó el pasado 5 de junio, cuando los cuatro países cortaron sus relaciones diplomáticas con Doha e impusieron una serie de restricciones al comercio y el transporte sobre la pequeña monarquía, a la que acusan de apoyar al terrorismo y desestabilizar la región por medio de su cadena televisiva.
Comoros, Maldivas, Mauritania y Senegal, así como el gobierno de Tobruk en Libia y el de Abd Rabbu Mansour Hadi, en Yemen, se sumaron al aislamiento de Qatar en los días siguientes.
Pero la crisis golpeó especialmente entre los países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), donde solo Oman y Kuwait, principal mediador, se mantuvieron neutrales.
La región había vivido una crisis similar en 2014, cuando también hubo un corte de relaciones diplomáticas de estos países con Qatar. Pero la situación actual parece haberla superado en gravedad, especialmente en cuanto al bloqueo económico de Doha.
La respuesta de los Estados Unidos, aliado de Arabia Saudita, Bahréin y de Qatar, se mostró ambivalente al condenar el apoyo de Doha a organizaciones terroristas.
La mayor base militar de Washington en Medio Oriente se encuentra, precisamente, en Qatar.
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