Soldados israelíes en la frontera con Líbano: "Si Hezbollah nos empuja a un conflicto, estamos listos para actuar”

Infobae estuvo en la base Biranit, en la frontera norte israelí, a metros de donde se camuflan comandos del grupo terrorista pro-iraní

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*Desde la base Biranit, en el norte de Israel

Al llegar a la base israelí Biranit, en la frontera con el Líbano, una vocera del Ejército de Israel remarcó las instrucciones oficiales para las visitas de periodistas: "Por razones de seguridad, no se puede fotografiar a los soldados. Puede filmarse lo que ocurre en el lado libanés pero sin que nuestras antenas entren en el cuadro y los testimonios de los oficiales serán off the record".

Lo primero que se nota a simple vista al ingresar a esta instalación militar es el extenso muro de bloques de hormigón en sus alrededores "para evitar infiltraciones de terroristas"; recurso que forma parte de una estrategia bien marcada en la zona considerando que, además, a pocos metros de la cerca fronteriza ya se excavaron fosas de cinco metros de altura para reducir los ataques al lado israelí.

La frontera entre Israel y el Libano se encuentra totalmente cerrada, sin libre paso de personas, desde 2000; los israelíes tienen prohibido el ingreso a ese país vecino. Los dos territorios están separados por un vallado de 150 kilometros de largo y, según el Ejército israelí, cada centimetro limítrofe es peligroso porque el grupo terrorista libanés Hezbollah tiene militantes camuflados en todos los pueblos fronterizos.

"Hezbollah está dentro de esas ciudades, utilizando a los civiles como escudos humanos", explicó una autoridad de las Fuerzas Armadas de Israel desplegado en la base Biranit, que pidió no revelar su nombre. El oficial argumentó que en las poblaciones libanesas fronterizas se detectaron túneles para el traslado de armas y que en 2006 se descubrieron centros de comando de Hezbollah dentro de hospitales. Y se trata de localidades donde también hay comandos del Ejército libanés.

Debido a esta amenaza para Israel, que posee tres grandes ciudades con un total de 200.000 habitantes en esa frontera, la ONU dispuso un helicóptero militar que transita diariamente, de este a oeste, sobre el territorio libanés para detectar maniobras sospechosas.

Aunque los militares de la base Biranit recibieron el encargo solamente de proteger a Israel de los ataques desde el Líbano, tienen claro que esa protección puede incluir contraataques. "Si nos empujan a un conflicto, nuestro deber es proteger nuestra soberanía. Y las tropas que están aquí están siempre listas para actuar", afirmó el oficial anónimo.

Los soldados de Biranit calculan que Hezbollah seguirá lanzándoles misiles e infiltrando terroristas suicidas. "Lo que aprendieron los palestinos de Hamas se los enseñó Hezbollah". Pero el líder extremista que ordene atacar a Israel también debe estimar que la respuesta será con fuerzas terrestres, aéreas y marinas.

En enero de 2015, un misil de Hezbollah mató a dos soldados israelíes que patrullaban por la frontera con el Líbano. Para evitar que vuelva a suceder un ataque así, actualmente el Ejército israelí posee bases militares, algunas visibles y otras ocultas, a lo largo de todo el vallado. El sistema antimisiles Cúpula de Hierro se encuentra activo y hay distintos comandos con tareas especificas según las zonas.

La intranquilidad de Israel por el creciente poder de Hezbollah, apoyado por otros gobiernos de la región, mantiene en vilo a la comunidad internacional. Y recientes declaraciones del presidente del Líbano, Michel Aoun, donde consideró a este grupo terrorista como "una parte del Ejército nacional" no alientan a los interesados en discusiones pacíficas para frenar la violencia.

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