La Fiscalía alemana anunció la apertura de una investigación contra los servicios de inteligencia de Turquía (MIT) por espiar en su territorio a supuestos simpatizantes del clérigo Fethullah Gülen, a quien el presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan, acusa de haber organizado el golpe militar fallido del mes de julio de 2016.
El Ministerio Público alemán sospecha que el MIT realizó una acción de espionaje contra cientos de personas vinculadas al movimiento de Gülen. Se basa en una lista con datos de unas 300 personas y 200 asociaciones que el presidente de la inteligencia alemana, Bruno Kahl, habría recibido durante la Conferencia de Seguridad de Múnich el pasado febrero por parte del jefe del MIT, Hakan Fidan, con la esperanza de que Berlín colaborase con la causa.
Sin embargo, Kahl hizo circular la lista entre las administraciones regionales para que adviertan a las víctimas del espionaje turco de que tomen precauciones.
"No estoy en condiciones de confirmar o desmentir si fue así pero en caso afirmativo sería muy grave", advirtió el ministro de Asuntos Exteriores alemán, Sigmar Gabriel, durante una rueda de prensa.
Por su parte, el ministro de Interior, Thomas de Maizière, declaró: "El espionaje en suelo alemán es punible y no lo vamos a tolerar".
Para Alemania, las acciones del gobierno turco son injustificables sin tener pruebas irrefutables de la culpabilidad del predicador. Hasta entonces, consideran el comportamiento de Erdogan como un acto de "paranoia" que no tolerarán.
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