Turquía: detuvieron a 60 empresarios por presuntos lazos con el clérigo Fethullah Gülen

Las autoridades turcas detuvieron a 60 empresarios por supuestos vínculos con el movimiento acusado del fallido golpe de Estado de julio, dijo el miércoles la agencia de noticias estatal del país.

Según Anadolu, 110 empresarios comparecieron ante una corte de Estambul el miércoles para ser acusados formalmente de "pertenencia a organización terrorista". De ellos, 55 obtuvieron la libertad condicional, aunque la Fiscalía apelará la decisión.

Los sospechosos están acusados de pertenecer al movimiento del clérigo asentado en Estados Unidos Fethullah Gülen, a quien Turquía acusa de orquestar el intento de alzamiento. Gülen, por su parte, niega cualquier implicación.

Ankara detuvo y cesó a decenas de miles en una purga contra los seguidores del movimiento, tanto en el sector público como en el privado.

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Los 110 empresarios están entre las 380 personas contra las que pesaba una orden de detención como parte de la investigación sobre la financiación del movimiento.

Reforma constitucional

Mientras sigue siendo incierto quién estuvo en efecto detrás del levantamiento contra Recep Tayyip Erdoga, lo cierto es que el episodio le ha valido para emprender una ambiciosa enmienda que garantice una concentración aún mayor de poderes. 

El Parlamento turco aprobó los dos primeros artículos de la polémica reforma que pretende convertir a Turquía en un sistema presidencial, donde el jefe del Estado ejercería todo el poder ejecutivo, informó Anadolu.

Cada artículo debe obtener al menos 330 votos para ser aceptado, o se eliminará del paquete antes de que se vote de nuevo en una segunda ronda.

El primer artículo aceptado obtuvo 347 votos y define que el poder judicial debe ser ejercido por tribunales "independientes y neutrales".

El segundo artículo, aprobado con 343 votos, pretende aumentar el número de escaños en el Parlamento, de los 550 actuales a 600.

El paquete de 18 enmiendas constitucionales fue propuesto por el gobierno islamista del Partido de Justicia y Desarrollo (AKP), fundado y dirigido de facto por el presidente Erdogan.

La propuesta de reforma tiene el apoyo del ultranacionalista Partido de Acción Nacionalista (MHP), cuarta fuerza en el Parlamento, con la que consigue sumar 355 escaños de los 550 de la Asamblea Nacional.

El opositor Partido Republicano del Pueblo (CHP) y el prokurdo Partido Democrático de los Pueblos (HDP) se oponen a la modificación y quieren ralentizar al máximo las votaciones para impedir el proceso.

Durante la votación se produjeron fuertes discusiones entre diputados del CHP y del gobierno islamista AKP, que votaron abiertamente mostrando el color de sus votos, pese a que la Constitución vigente pide votación secreta en caso de enmiendas constitucionales.

Según el periódico Cumhuriyet, el Tribunal Constitucional declaró en 2010 el resultado de una votación no válido porque los diputados mostraron su voto.

El vicepresidente del grupo parlamentario del CHP, Engin Altay, dijo que los diputados del AKP mostraban sus votos a Erdogan para demostrar que obedecían sus órdenes.

"¡Es una vergüenza, un escándalo! ¡Qué pena! Obedezcan las leyes por una vez en su vida. ¿A quién enseñan el voto? ¡Al presidente! Están faltando al respeto a la gente", dijo Altay durante la votación.

El gobierno del AKP espera terminar el debate y la votación parlamentaria en una semana y poder celebrar un referéndum sobre los cambios a principios de abril, mientras que el CHP espera dilatar al máximo el proceso.

Con información de AP y AFP