Cámaras del C5 de Reynosa fueron atacadas de nueva cuenta por el Cártel del Golfo

Se estima que más de 100 aparatos de vigilancia hayan sido destruídas en la entidad tras diversos ataques por parte del grupo criminal

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El Cártel del Golfo ha señalado como el autor de los ataques (Foto: Twitter/loba_indomable)
El Cártel del Golfo ha señalado como el autor de los ataques (Foto: Twitter/loba_indomable)

Durante la madrugada de este domingo 13 de marzo se registraron diversos ataques en contra de postes con cámaras de seguridad del C5 en Reynosa, Tamaulipas; acciones que las autoridades han atribuido al Cártel del Golfo.

Mediante redes sociales, habitantes de las ciudad fronteriza denunciaron el derribo de los dispositivos de seguridad, los cuales se realizaron mediante la técnica propia del CDG, la cual consiste en robar automóviles pesados, como autobuses de pasajeros o camiones de carga, para posteriormente impactarlos en contra de las estructuras que sostienen las cámaras.

Autoridades estatales han dado a conocer que ya han sido atacadas más de 100 cámaras en la entidad, las cuales según palabras del gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, se sustituirán para garantizar las labores de vigilancia en diferentes entidades.

El alcalde de Reynosa, Carlos Peña Ortiz señaló que la destrucción de alrededor de un centenar cámaras de vigilancia en la entidad podría ser obra del Cártel del Golfo, quienes estarían tomando represalias tras la captura de José Alfredo Cárdenas Martínez, el Contador, uno de los líderes de la organización delictiva.

Las cámaras son derribadas por vehículos pesados (Foto: Twitter/loba_indomable)
Las cámaras son derribadas por vehículos pesados (Foto: Twitter/loba_indomable)

Peña Ortiz detalló en una entrevista para Azucena Uresti a principios de marzo que la vandalización de los equipos de seguridad es algo recurrente en la entidad, pues los criminales destruyen las cámaras para no ser captados realizando diferentes delitos, pero el tema se agudizó tras el arresto del Contador.

Aunque aún no se sabe cuál es el grupo delictivo que está en contra de los ataques, el mandatario manifestó que hay indicios de que el Cártel del Golfo sea el responsable de los hechos: “Desconozco de qué grupo se trata los responsables de la destrucción de las cámaras, aunque se presume que es del Cártel del Golfo”, aseguró.

Por otro lado, elementos de seguridad de Reynosa, Tamaulipas, desarticularon el pasado 6 de marzo una red de videovigilancia del cártel del Golfo, en la que operaban alrededor de 100 cámaras, las cuales estaban conectadas a redes inalámbricas de hogares o comercios en la entidad.

La Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de Tamaulipas informaron que el Grupo de Operaciones Especiales (GOPES) realizó el levantamiento y aseguramiento de los aparatos, así lo manifestaron mediante un comunicado:

El CGD elimina cámaras de vigilancia estatales e instala sus propios dispositivos de vigilancia (Foto: SSP Tamaulipas)
El CGD elimina cámaras de vigilancia estatales e instala sus propios dispositivos de vigilancia (Foto: SSP Tamaulipas)

“La Secretaría de Seguridad Pública de Tamaulipas informa que el Grupo de Operaciones Especiales (GOPES) de la Policía Estatal detectó y desarticuló una red ilegal de video vigilancia, operada por el crimen organizado en la ciudad de Reynosa

En el operativo realizado la tarde de este domingo 6 de marzo se desconectaron “Más de 100 cámaras de video remoto, conectadas de manera ilegal mediante el robo de señales wi-fi caseras o de negocios, las cuales fueron desmanteladas en las últimas horas”, de acuerdo con la información proporcionada por la dependencia.

Las cámaras de vigilancia transmitían de manera directa las imágenes que captaban, pues al estar conectadas a internet de manera inalámbrica, los operadores de los aparatos podían tener acceso a su contenido desde cualquier lugar.

Según la SSP, esta red de vigilancia era utilizada por grupos del crimen organizado para “observar los movimientos de corporaciones de seguridad federales y estatales o para cubrir sus actividades ilícitas”, pues se mantenían ocultas en puntos estratégicos de la ciudad.

Estos dispositivos habían sido instalados en postes de electricidad o de teléfono, así como en registros de ambos servicios y cajas negras, lo cual impedía que se deterioraran por las condiciones atmosféricas y las mantenía alejadas del ojo de las autoridades.

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