En el año 1985 los habitantes de Guadalajara, en el estado de Jalisco, tuvieron un aviso de lo que podría suceder: una explosión en el drenaje voló 800 metros de la céntrica calle Sierra Morena, famosa por alojar uno de los hospitales más avanzados del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en el país.
Siete años después sucedería en una zona cercana, en el barrio de Analco, una de las más grandes tragedias en México. El 22 de abril de 1992 por la mañana, 13 kilómetros de calle explotaron y en 3 minutos volaron por el aire autos, casas y personas que después cayeron al suelo y fueron sepultadas por la tierra que cayó sobre ellos.
Una serie de detonaciones en el sector Reforma arrasó todo lo que encontró a su paso, cambiando para siempre el panorama de algunos de los barrios más tradicionales de la ciudad.
Las cifras oficiales señalan que 212 personas murieron, 69 desaparecieron y 1,300 resultaron lesionadas, 600 de gravedad. Los daños materiales fueron calculados en USD 10 millones.
En los días previos a la explosión, vecinos de Analco y zonas cercanas habían reportado a Protección Civil y Bomberos que en percibían un fuerte olor a gasolina que se filtraba desde el subsuelo, además que algunas alcantarillas se habían botado, sin embargo, la explicación del gobierno municipal fue que no era necesario desalojar la zona ya que se trataba de una acumulación de gas hexano, agua y otros químicos.
Después de la tragedia, la investigación oficial reveló que una perforación en un poliducto de la Petróleos Mexicanos (Pemex) que llevaba combustible desde Salamanca, en Guanajuato, hasta Guadalajara, provocó que la gasolina se filtrara al sistema de drenaje.
A pesar de que funcionarios de nivel federal estatal y municipal, entre ellos el alcalde Guadalajara, Enrique Dau Flores, fueron a la cárcel acusados de "negligencia criminal", las determinaron que la explosión fue accidental y no había ninguna responsabilidad para ellos.
Disculpa pública de Pemex
Como cada año, sobrevivientes de la tragedia de la organización 22 de Abril Guadalajara se reunieron este lunes frente al monumento Estela contra el Olvido, en el barrio de Analco, para que se atienda a las personas que casi tres décadas después aún necesitan ayuda del estado por las lesiones que sufrieron.
También pidieron que la estatal Pemex se reconozca como culpable de la tragedia y pida una disculpa pública a los afectados.
Ante la exigencia, el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, propuso crear una mesa de trabajo que realice una recapitulación histórica de los hechos para enviarla al presidente Andrés Manuel López Obrador y obtener la disculpa de la petrolera.
"Creo en la idea del valor de llegar a una conclusión respecto a los responsables, no puede quedar esta historia en bajar los brazos y permitir que Petróleos Mexicanos simple y sencillamente siga sin decir nada al respecto; (…) creo que (Andrés Manuel López Obrador) ha dado muestras de que él también entiende el valor de un perdón aunque sea a destiempo, vamos a hacer un último esfuerzo, porque Pemex le debe a nuestro estado una disculpa y asumir su responsabilidad", señaló.