Así creció el poder de la Unión Tepito: despojo, extorsión y complicidad de la policía

Por años, las autoridades de la Ciudad de México negaron la existencia de cárteles de droga. La nueva administración aceptó que sí operan grupos criminales en la capital y que han trabajado bajo el cobijo de la policía.

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La policía capitalina dejó crecer las organizaciones criminales que operan en la ciudad, incluso siendo complices de grupos delictivos (Foto:  Luis Carbayo /CUARTOSCURO)
La policía capitalina dejó crecer las organizaciones criminales que operan en la ciudad, incluso siendo complices de grupos delictivos (Foto:  Luis Carbayo /CUARTOSCURO)

Hace unos días la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, tomó protesta a 2 mil 541 policías Jefes de Cuadrante. En el evento estuvo presente el secretario de Seguridad Ciudadana, Jesús Orta Martínez, ahí aceptó que durante años, la policía capitalina dejó crecer las organizaciones criminales que operan en la ciudad, incluso siendo complices de grupos delictivos como el Cártel Unión Tepito.

"Se dejó de lado la gobernabilidad de la ciudad, la policía dejó de actuar con estrategia dejó de coordinarse con las demarcaciones territoriales, dejó crecer a las organizaciones del crimen organizado brindándoles protección y siendo cómplice de sus acciones".

"En el Centro Histórico, en el sector centro hemos cambiado a 150 gentes porque aquí no sólo estamos hablando de manos estamos hablando de tropa que con sus patrullas o pie tierra están acompañando actividades de extorsión, dicen que de grupos de la Unión eso no lo sé pero no me importa están extorsionando y eso es un hecho", dijo Orta Martínez.

Se llegó a cifras históricas tanto como en homicidio doloso como en el robo con violencia (Foto: Armando Monroy /CUARTOSCURO)
Se llegó a cifras históricas tanto como en homicidio doloso como en el robo con violencia (Foto: Armando Monroy /CUARTOSCURO)

Y efectivamente es un hecho que la delincuencia organizada creció exponencialmente en la administración del ex jefe de gobierno Miguel Ángel Mancera, ahora senador por el Partido de la Revolución Democrática.

Durante su gestión creció  la violencia , se llegó a cifras históricas tanto como en homicidio doloso como en el robo con violencia, y aunque todo el tiempo negó la presencia del crimen organizado en la capital del país, se dieron a conocer por sus hechos violentos y extorsiones los cárteles de Tláhuac y Unión Tepito.

Este último grupo criminal está incrustado en el pleno corazón de la Ciudad de México, colonias de la alcaldía Cuahutémoc y alrededores son la zona de operación del cártel, aunque ya ha ido ganando más terreno en la capital.

La primera vez que salió a relucir el nombre de la Unión fue en mayo 2013 con el Caso Heaven, el cual apuntan versiones fue una venganza entre dos bandas criminales,  que  hasta ese entonces se dedicaban al narcomenudeo.

La primera vez que salió a relucir el nombre de la Unión fue en mayo 2013 con el Caso Heaven (Foto: Saúl López /CUARTOSCURO)
La primera vez que salió a relucir el nombre de la Unión fue en mayo 2013 con el Caso Heaven (Foto: Saúl López /CUARTOSCURO)

El  Caso Heaven fue de los primeros hechos delictivos con tintes de cártel que ocurrieron en pleno corazón de la capital.

El grupo delictivo  Unión Insurgentes o Condesa,  fue quien planeó el "levantón y ejecución" de 13 jóvenes, algunos de ellos integrantes de la Unión Tepito. Los sacaron de un bar llamado Heaven, ubicado en la Zona Rosa, y tres meses después sus cuerpos fueron encontrados en un paraje del Estado de México.

De acuerdo con informes policiales, la ejecución de los 13 jóvenes fue una venganza como respuesta al asesinato de un vendedor de droga integrante de la Unión Condesa, que cometieron miembros de la Unión Tepito en un bar de la Condesa.

A partir de ahí el nombre de la Unión Tepito ha estado con más frecuencia en los titulares de noticias porque además de que han utilizado los mismos  métodos violentos de los poderosos cárteles de México con sus rivales, como ejecuciones múltiples y cuerpos desmembrados; también ampliaron su catálogo de delitos.

La Unión Tepito ha utilizado los mismos métodos violentos de los poderosos cárteles de México con sus rivales (Foto: Armando Monroy/CUARTOSCURO)
La Unión Tepito ha utilizado los mismos métodos violentos de los poderosos cárteles de México con sus rivales (Foto: Armando Monroy/CUARTOSCURO)

El despojo, extorsión y secuestro, además de  la distribución y venta de droga, se sumaron a las actividades delictivas que la Unión Tepito realiza, todas, con la complicidad de algunos miembros de la  policía de la Ciudad de México, como lo reconoció el secretario de Seguridad Pública, Jesús Orta.

Despojo

También, personas que se identifican como integrantes del Cártel Unión Tepito se dedican a invadir predios,  desde donde instalan centros de operaciones o cobran rentas de 3,000 a 5,000 pesos a quienes deciden permanecer viviendo ahí.

Unión Tepito se dedican a invadir predios, desde donde instalan centros de operaciones o cobran rentas (Foto: Armando Monroy /CUARTOSCURO)
Unión Tepito se dedican a invadir predios, desde donde instalan centros de operaciones o cobran rentas (Foto: Armando Monroy /CUARTOSCURO)

Un caso reciente es el de Andrea "N", quien  rentó un departamento de una récamara en la zona Centro de la ciudad a espaldas de la Catedral Metropolitana, cerca de la zona conocida como La Merced.

Después de una semana de haberlo ocupado, una noche cerca de las 10:00 p.m. un hombre llamó a la puerta, se identificó como integrante del cártel Unión Tepito y le informó que debía pagar a la organización por vivir en el edificio.
 
“Este edificio es nuestro”, dijo el hombre espigado y con gesto adusto. Advirtió que periódicamente pasaría por la “cuota”.
La joven que utilizó un alias por seguridad contó que esa misma noche tomó una maleta con sus pertenencias y abandonó el lugar. Se refugió en la casa de una amiga, dejando atrás sus enseres domésticos.

Todo esto sigue pasando ante los ojos de la policía que no hace nada,  o por miedo o por un pacto de impunidad.

Secuestros

Empresarios de la Ciudad de México han denunciado ser víctimas de secuestros exprés en sus propios locales y obligados a pagar  un rescate de hasta un millón de pesos por dejarlos en libertad.

También han realizado secuestros a huéspedes dentro de hoteles del centro de la capital. En noviembre del año pasado medios de comunicación dieron a conocer el caso de una pareja de visitantes, quienes recibieron llamadas a  su habitación exigiendo dinero a cambio de dejarlos ir, a nombre del cártel de la Unión.

Empresarios de la Ciudad de México han denunciado ser víctimas de secuestros exprés en sus propios locales (Foto: Saúl Lopez /CUARTOSCURO)
Empresarios de la Ciudad de México han denunciado ser víctimas de secuestros exprés en sus propios locales (Foto: Saúl Lopez /CUARTOSCURO)

Empleados del hotel los sacaron del cuarto y los llevaron a otra habitación en donde había dos personas más en la misma situación, eran víctimas de secuestro exprés por el cártel.

Cobro de piso y extorsión

El cobro de derecho piso o "seguridad" a los establecimientos puede ir de cinco a 50 mil pesos mensuales dependiendo del giro del local. Este dinero sirve a La Unión para financiar sus actividades.

Las zonas en donde operan principalmente son el corredor comercial Roma- Condesa, Centro y Polanco.

Son decenas los afectados pero aún así, no denuncian por miedo a que los criminales les puedan puedan dañar sus negocios o en su integridad física.

Jóvenes adolescentes de entre 14 y 15 años, son los que acuden en motocicletas a los comercios para, por medio de amenazas, cobrar ” la seguridad” (Foto: Saúl López /CUARTOSCURO)
Jóvenes adolescentes de entre 14 y 15 años, son los que acuden en motocicletas a los comercios para, por medio de amenazas, cobrar ” la seguridad” (Foto: Saúl López /CUARTOSCURO)

Además de lo anterior, existe el temor que al acudir a la policía, sean ellos mismos quienes den aviso al grupo criminal desatando con ello  una venganza en su contra.

Según víctimas de la Unión, desde hace 3 años jóvenes adolescentes de entre 14 y 15 años, son los que acuden en motocicletas a los comercios para, por medio de amenazas, cobrar " la seguridad" que ellos brindan a los negocios.