La increíble historia de la joven que cayó por un acantilado con su auto y fue rescatada viva 7 días después

Ángela Hernández sufrió un derrame cerebral, fractura de las dos clavículas y cuatro costillas, un pulmón colapsado y otras lesiones en los ojos, los pies y las manos

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A pesar del terrible accidente, la joven de 23 años dice que tiene todo lo que siempre quiso tener
A pesar del terrible accidente, la joven de 23 años dice que tiene todo lo que siempre quiso tener

Al séptimo día, la familia de Ángela Hernández estaba ofreciendo 10.000 dólares de recompensa por información que permitiera traerla sana y salva de vuelta a casa.

Fue entonces cuando una pareja que estaba paseando por los acantilados del parque Big Sur, en California, la encontró.

Con este mensaje la familia de Angela Hernández trató desesperadamente de encontrarla mientras estaba en el fondo del acantilado.
Con este mensaje la familia de Angela Hernández trató desesperadamente de encontrarla mientras estaba en el fondo del acantilado.

Con un derrame cerebral, las dos clavículas y cuatro costillas fracturadas, un pulmón colapsado y otras lesiones en los ojos, los pies y las manos, Hernández había sobrevivido una semana después que su auto cayera más de 60 metros en un acantilado al borde del Océano Pacífico.

"La vida es increíble", escribió Hernández en el hospital.

La joven de 23 años, de Oregon, iba de Portland al sur de California en su Jeep Patriot por la carretera 1 cuando un animal se le cruzó en el camino. Al esquivarlo perdió el control del vehículo.

En ese momento hubo un lapso que no logra recordar.

Lo primero que le vino a la mente al recuperar el conocimiento fue su hermana Isabel, y empezó a gritar su nombre, según relató en un mensaje en su cuenta de Facebook con las fotos que acompañan esta historia.

El Jeep Patriot de Hernandez antes y después del accidente.
El Jeep Patriot de Hernandez antes y después del accidente.

Su Jeep estaba parcialmente sumergido en el mar. Logró salir, nadó hasta la orilla y se quedó dormida, no sabe cuánto tiempo.

Al despertar aún era de día y le dolía todo el cuerpo. Allá arriba, bien alto, los autos pasaban, y ella no podía creer que sus gritos pidiendo ayuda fueran incapaces de llegar a oídos de alguno de los que pasaban.

En uno de estos acantilados al borde de la carretera 1 en el parque de Big Sur, California, se despeñó más de 200 pies el auto de la joven.
En uno de estos acantilados al borde de la carretera 1 en el parque de Big Sur, California, se despeñó más de 200 pies el auto de la joven.

Le fue imposible recuperar un galón de agua que llevaba en el auto, y con una manguerita que evidentemente había saltado durante la caída logró tomarse el agua que salía a gotas de una placa de musgo.

Y así empezó a pasar el tiempo. Se despertaba en medio de la niebla, caminaba de un lado a otro gritando "ayuda", buscaba el agua…

Así tenía el brazo Ángela Hernández cuando fue rescatada.
Así tenía el brazo Ángela Hernández cuando fue rescatada.

"Mentiría si digo que las cosas fueron haciéndose más fáciles con el paso de los días", escribió Hernández. "Nunca fue así. Lo que sí se hacían previsibles".

Canciones que llevaba años sin oír empezaron a llenarle la cabeza.  Soñaba con lo que comería cuando la encontraran, y se imaginaba el rostro de la persona con la que eventualmente iba a encontrarse.

Hasta que apareció.

Chelsea Moore venía caminando por la playa con su esposo Chad cuando encontraron a Ángela Hernández, que llevaba una semana allí después del accidente
Chelsea Moore venía caminando por la playa con su esposo Chad cuando encontraron a Ángela Hernández, que llevaba una semana allí después del accidente

Era el 13 de julio, y Chelsea Moore venía caminando por la playa con su esposo Chad. Al verla, Hernández creyó que era un sueño (había tenido unos cuantos así en esos días, escribió entre paréntesis).

Lo primero que la pareja se había encontrado media hora antes era el jeep de Hernandez. Recogieron varias cosas, entre ellas la placa, para entregarlas a las autoridades.

Angela y Chelsea antes de que llegaran los rescatistas.
Angela y Chelsea antes de que llegaran los rescatistas.

Le dieron agua fresca, algunas de las cosas que habían encontrado, y llamaron a las autoridades de rescate. Al final, lo que escribió la joven en su cuenta de Facebook es una lección de vida.

"Siento que tengo todo lo que siempre he querido", aseguró. "Estoy sentada aquí en el hospital, riéndome con mi hermana hasta que me hace doler los huesos rotos. He conocido algunas de las personas mas hermosas que jamás pensé que iba a conocer en toda mi vida. He experimentado algo tan único y tan terrible que no puedo imaginar un propósito mayor en mi vida".

Y concluyó: "No sé ustedes, la vida es increíble".

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