El sindicato de futbolistas de la FIFA reclamó por la detención en Qatar de un agente que denunció las condiciones de los obreros del Mundial 2022

El keniano Malcolm Bidali fue arrestado por “haber violado las leyes y los reglamentos” del Estado árabe. Según la última actualización del informe “Detrás de la pasión”, de la Fundación para la Democracia Internacional publicado a principios de mes, ya hay más de 6.500 trabajadores muertos

Compartir
Compartir articulo
En Qatar ya hay más de 6.500 trabajadores muertos desde que fue elegida sede del Mundial (Reuters)

La Federación Internacional de Asociaciones de Futbolistas Profesionales (FIFPRO) denunció este martes la detención en Qatar de un agente de seguridad keniano después de que criticase las condiciones de trabajo de los migrantes empleados por este país del Golfo donde se celebrará el próximo Mundial de fútbol.

El emirato recibe a menudo las críticas de las ONG internacionales por el trato que dispensa a los miles de inmigrantes que llegan desde África y Asia para trabajar en las obras de uno de los mayores eventos deportivos del mundo.

“La FIFPRO está preocupada por la detención en Qatar, el 4 de mayo, de Malcolm Bidali, un agente de seguridad keniano que ha escrito un blog sobre la suerte de los trabajadores migrantes”, indicó el sindicato en un comunicado en el que se precisó que el arrestado había “hablado con responsables sindicales de sus experiencias en el mercado laboral en el país”.

“Todos los futbolistas están preocupados por la situación de los Derechos Humanos en Qatar ante la proximidad de la Copa del Mundo de 2022 y quieren saber cómo pueden jugar un papel activo para llevar un cambio duradero al país sede”, añadió FIFPRO.

Varias selecciones europeas, como la danesa y la alemana, han protestado por las condiciones en las que deben trabajar los obreros en Qatar (Reuters)

Un responsable qatarí confirmó a la agencia de noticias AFP que “un ciudadano keniano fue detenido y está siendo investigado por haber violado las leyes y los reglamentos de Qatar en materia de seguridad”, sin precisar los cargos que se le imputan. “Todos los procesos de investigación son conformes a la ley qatarí”, añadió esta fuente.

Amnistía Internacional llamó a Qatar a “decir con urgencia dónde se encuentra Malcolm Bidali (...) víctima de una desaparición forzada desde el 4 de mayo”. “Una semana antes de su arresto, Malcolm explicó su experiencia de trabajo en Qatar ante un gran grupo de organizaciones de la sociedad civil y de sindicatos”, indicó la ONG en un documento la semana pasada.

Amnistía ya había reclamado a la FIFA en marzo que haga más presión ante Qatar para que el país mejore las condiciones de trabajo de los inmigrantes. Según esta ONG, ya se han realizado “reformas positivas” desde que se eligió al emirato como sede del Mundial 2022, pero que no son “correctamente aplicadas y miles de trabajadores inmigrantes siguen siendo víctimas de explotación y abusos”.

El Departamento de Justicia de los Estados Unidos ha denunciado coimas en la adjudicación de Qatar como sede del Mundial (Reuters)

Según la última actualización del informe “Detrás de la pasión”, de la Fundación para la Democracia Internacional publicado a principios de mes, ya hay más de 6.500 trabajadores muertos, una media de 12 vidas por semana desde el 2010. El presidente de la Federación de Museos de Derechos Humanos, Guillermo Whpei, denunció las violaciones de los derechos humanos en Qatar a donde viajan miles de inmigrantes procedentes de Nepal, India, Pakistán, Bangladesh, Sri Lanka, Filipinas y Kenia para trabajar en construcciones vinculadas a la Copa del Mundo que se llevará a cabo el año que viene: carreteras, vías de ferrocarril, estadios, hoteles y centros de convenciones, entre otros.

Qatar tiene alrededor de dos millones de trabajadores migrantes que constituyen el 95 % de la fuerza laboral. Casi el 40% trabaja en el sector de la construcción, que ha vivido un repunte al albor de las infraestructuras proyectadas para albergar la competición deportiva más importante del mundo.

Los obreros están obligados a trabajar entre 16 y 18 horas diarias, 7 días a la semana, soportando temperaturas que alcanzan los 50 grados. “Como si esto fuera poco, las viviendas que les proporcionan son espacios reducidos en los que viven hacinados, sin contar con las mínimas condiciones higiénicas”, denunció la Fundación.

SEGUIR LEYENDO:

Con información de AFP