“Maradona, inconmensurable”: radiografía de un genio que conquistó México

Roberto Gómez Junco compartió con Infobae su percepción del astro argentino y el lugar que México ocupa en su vida

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(Imagen: Jovani Pérez / INFOBAE)
(Imagen: Jovani Pérez / INFOBAE)

El astro, la leyenda, el tocado por Dios. Diego Armando Maradona ha puesto su marca en este inédito 2020. Falleció el dios del balompié. A los 60 años, este 25 de noviembre, se le apagó el corazón al ídolo. Querido, odiado, pero sobretodo admirado en todo el globo terráqueo. Y en un lugar como México en el que el fútbol es parte de la idiosincrasia del pueblo, el personaje de Maradona es parte del culto.

Para Maradona México también fue un lugar más que especial. El punto más importante e inolvidable de su carrera lo vivió en tierras aztecas. Maradona –prácticamente solo– ganó para Argentina el Mundial de México ’86. Pero no solo eso, inmortalizó un partido, un momento: cuando la “mano de Dios” metió un gol y no hubo regla de ese deporte que lo invalidara.

Años después, en septiembre de 2018, el destino volvió a cruzar a México en el camino de Diego Armando. Se convirtió en el entrenador de los Dorados de Culiacán, un equipo de la extinta División de Ascenso.

Roberto Gómez Junco, exfutbolista mexicano y analista deportivo, compartió con Infobae una radiografía del astro argentino y de su vínculo, más fraternal que adoptivo, con México.

Los grandes momentos de Maradona en México. (Infogafía: Jovani Pérez Silva/Infobae)
Los grandes momentos de Maradona en México. (Infogafía: Jovani Pérez Silva/Infobae)

Maradona, genio y figura

“Como futbolista, sus características saldría sobrando remarcarlas”, indicó el experto, “tenía una pierna izquierda como no ha habido en la historia del fútbol”, comparándola, si a caso, solo con la de Messi “en ese sentido de hacer con la pierna izquierda exactamente lo que quería, poner el balón donde prefería”.

También lo destaca como “un magnífico generador de juego, un líder incomparable. Se sentía el peso de Maradona en la cancha; se sentía lo que transmitía a sus compañeros, sobretodo cuando se trataba de la selección argentina”.

Para Gómez Junco, el argentino es uno de los cuatro más grandes en la historia de este juego, a quienes solamente acomoda por orden cronológico: Pelé, Johan Cruyff, Maradona y Messi.

Maradona, más que un estratega un motivador

No tenía capacidad como entrenador; su inteligencia era dentro de la cancha. Nunca le vi dotes de entrenador”, comenta Gómez Junco sin rodeos, pero también sin intención negativa. Y es que para el analista “sus virtudes para nada tenían que ver con la dirección técnica; todas fueron volcadas en la cancha”.

Eso sí, lo pinta como un gran inspirador: “Simplemente su figura motivaba”. Y eso, recalca, fue lo que lo llevó a hacer un gran papel con los Dorados de Culiacán, en el estado mexicano de Sinaloa. “Se veía la admiración que sentían por él, tenía un buen equipo de trabajo y su presencia claro que proyectaba mucho. Ver de cerca a quien sabemos que hizo todo lo que hizo por supuesto que tenía un peso”.

Aunque, insiste, al menos para él, el argentino no tenía dotes estratégicas de capacidad para hacer jugar bien a un equipo o realizar planteamientos inteligentes.

Maradona, un ‘rockstar’ fuera de la cancha

Gómez Junco describe a Diego Armando como “una persona muy sensible, comprometida, dispuesta a defender sus ideales… pero en muchos sentidos mal encauzado”. Para él, el astro argentino podría haber dirigido su irreverencia y rebeldía genuina de una manera más inteligente, con más preparación, y sobretodo, con mejores compañías.

“Era una persona bien intencionada, que sí quería el bien de los demás. Pero no es fácil; debe ser dificilísimo ser Maradona y mantenerse más o menos bien ubicado. O quizás le faltó rodearse de gente mejor, que lo asesorara, de gente que no nada más se pusiera a lado de él sino que realmente lo orientara. Y quizá por eso también su vida fue tan tormentosa”.

Esto último en referencia al problema de adicción, confeso por el mismo argentino, que lo llevó a tener altibajos bastante alarmantes una vez que se retiró de las canchas.

El analista de ESPN lo resume en un dicho que le escuchó a otro grande del fútbol argentino, Jorge Valdano: “Desde hace 15 años que decía: ‘Es increíble que alguien que hizo lo que nadie más ha hecho en la cancha no puede ir a recoger a su hija a la escuela; alguien que en la cancha hizo lo que nadie más ha hecho, no puede hacer lo que cualquier padre de familia de 45 años que va por sus hijas al colegio”.

Pero si su vida fue tormentosa, apunta Roberto, fue porque a Maradona así le gustaba. “Él era alguien que vivía a tope, dentro y fuera de la cancha”. Característica que le resultó contraproducente –como a tantos rockstars– al combinarse con la tremenda fama que el ‘Pelusa’ se cargaba. “Claro que no pudo con tanta fama. Es casi imposible poder con esa fama, con ese reconocimiento pleno mundial, multitudinario. Cuando sabes que hay una iglesia maradoniana, cuando sabes a qué niveles llega tu figura”.

Maradona y su romance con la tierra azteca

Para México, señala Gómez Junco, Diego Armando Maradona es una figura inconmensurable, incomparable, pese a las preferencias que cada quien tenga, insiste en que nadie puede negarle un lugar entre los tres o cuatro mejores en la historia del juego.

“Maradona es reconocido en México, como en el resto del mundo, dentro del mundo del fútbol. Quien lo vio jugar no puede negar las virtudes de Maradona, el tamaño de su figura. Sin ponerse camiseta o nacionalidad alguna”.

Y para el argentino, “México ocupó un lugar importante, un lugar especial”.

El analista se refiere a algo grande con eso ya que menciona varios factores con un gran significado: el único mundial que ganó Maradona fue en el Estadio Azteca. El peso que tuvo en la selección argentina de esa época. El inmortal gol que metió con la mano, nada más y nada menos que contra Inglaterra, en el entonces reciente contexto de la Guerra de las Malvinas (entre Argentina y Reino Unido). El otro tiro con la izquierda, “el mejor de todas las copas del mundo”, con el que se consagró y pasó a semifinales.

En pocas palabras, fue en México que Maradona se convirtió en leyenda: “Fue el apogeo, el momento culminante, la cumbre de un grandioso futbolista”.

La anécdota

Algo que el analista también recordó en la charla con Infobae, es la entrevista que él le hizo al argentino, misma que se volvió viral: “Una pregunta que era nada más ‘¿cómo has visto al fútbol mexicano en estos seis meses que llevas en México?’; se tardó 15 segundos en no decir nada”.

Además a las memorias añade que off the record le preguntó qué le pasaba en las rodillas, por qué se le dificultaba caminar, y Maradona le contó que padecía una especie de artrosis creciente y que sí batallaba mucho con el problema. “Su única respuesta larga fue para eso, para explicarme el problema que tenía en las rodillas y que sabía que no era tan fácil de solucionar”.

No obstante reconoce que Maradona no siempre era así, que también tenía unos momentos brillantes. “Estaba esa falta de preparación y sin embargo tenía esas genialidades de decir ‘ese gol fue la mano de Dios’ o ‘la pelota no se mancha”.

Para Roberto Gómez Junco, el hablar de Diego Armando se sintetiza en una sola frase: “Lo que hizo en la cancha, los que disfrutamos del fútbol, no lo olvidaremos nunca”.

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