Ya no te necesito,
cariño, y no es porque no
respondieras a la primera mi carta.
Y no es porque estas líneas
escritas desde la tristeza
las leerás riéndote.
(Escritas por mí en la soledad
-¡Sólo para ti!- ¡por primera vez!-
Las leerás con otra)
Y no es porque sus rizos
rozaran tu mejilla -¡yo misma
soy maestra en leer acompañada!-
Y no es porque ustedes juntos
suspiraran inclinándose
sobres mis tenues mayúsculas.
Y no es porque ustedes decidieran
dejar caer los párpados al mismo tiempo
-es difícil mi letra y además ¡poemas!-
¡No querido! -Es más fácil,
es mayor que cualquier enojo:
Ya no te necesito-
es porque… es porque…
¡Ya no te necesito!
Marina Tsvetáieva (1877-1932)
Amor enterrado
He venido a enterrar al amor
debajo de un árbol,
en el bosque negro y alto,
donde nadie pueda verlo.
No pondré flores en su cabeza,
ni una lápida a sus pies,
pues esos labios que tanto amaba
fueron amargos, nada.
No volveré al sepulcro,
pues el bosque es frío.
Reuniré toda la alegría
que mis manos puedan abarcar.
Estaré todo el día bajo el sol,
donde los salvajes vientos soplan,
pero lloraré por las noches,
cuando no haya nadie para escuchar.
Sara Teasdale (1884-1933)
*Selección: Tamara Tenenbaum
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