Juez niega la solicitud de libertad de la reconocida diseñadora Nancy González

El Juzgado 30 del Circuito de Bogotá negó la solicitud de libertad de la reconocida diseñadora colombiana Nancy González. Esto, pese a que la defensa de la diseñadora alegó que hubo errores al momento de la captura por exportar ilegalmente productos hechos con pieles de animales exóticos a Estados Unidos.

Según el juzgado, González “no ha sido objeto de detención ilegal, desaparición, tratos crueles, o incomunicada por parte de las autoridades, y tampoco acredita que haya solicitado la libertad ante el Fiscal. No existiendo vulneración de sus derechos y habiendo sido puesta a disposición de la autoridad competente, que deberá definir, en el menor tiempo posible, lo concerniente a la petición de extradición, entre otros aspectos, no es posible concluir que se encuentra privada ilegalmente de su libertad”.

Por lo pronto, González seguirá recluida en la cárcel El Buen Pastor de Bogotá, a la espera de ser extraditada a Estados Unidos, ya que una Corte del Distrito Sur de La Florida la requiere para que responda por cargos como concierto para importar y llevar vida silvestre a dicho país en contra de la ley; defraudar a los Estados Unidos, impidiendo, perjudicando, obstruyendo y anulando las funciones gubernamentales legítimas; y contrabandear mercancía a los Estados Unidos.

El juez que negó la solicitud de libertad que presentó la defensa señaló que el trámite de envío a Estados Unidos se está haciendo conforme a la ley. En el fallo, adivrtió que “el procedimiento especial de extradición del accionante se está realizando de conformidad con lo establecido en la Constitución y la ley, circunstancia que impide la intervención del juez constitucional colombiano; sin más consideraciones, se declarará la improcedencia del amparo deprecado”.

Es de recordar que Nancy González, nacida en Cali, Valle del Cauca, inició en el mundo de la marroquinería en 1989, pero ganó amplio reconocimiento en la moda internacional a finales de los 90. Sus diseños de carteras aparecían en manos de las protagonistas de películas y series de culto como Gossip Girl y Sex and the City, llamó la atención de curadores de revistas de moda como Vogue y hasta inspiraron a una curadora del Museo de Louvre para escribir un libro biográfico sobre la empresaria.

Los bolsos y carteras que llevan su firma se distinguen por los colores llamativos y alegres, que ella atribuye a su ciudad natal. En la capital del Valle del Cauca también eran fabricados alrededor de 40 mil bolsos por año.

No obstante, hasta este viernes se conoció públicamente el mecanismo a través del cual estos lujosos artículos de moda llegaban hasta las vitrinas de sus boutiques —ubicadas en Seúl y Toronto— y de grandes superficies que distribuyen las firmas más prestigiosas del mundo, que vendían cada una de sus carteras hasta por quince millones de pesos colombianos.

Por eso tenían un esquema para exportar los productos sin ser importunados por las autoridades ambientales locales y extranjeras, con lo cual violaban lo dispuesto en la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES).

Presuntamente, su modus operandi era similar al utilizado por los carteles de narcotráfico: exportaban los bolsos y carteras sin pasar por aduanas, a través de mulas. La empresa contactaba a ciudadanos del Valle del Cauca para viajar a los Estados Unidos con los artículos en el equipaje, a cambio de los tiquetes aéreos y 600 dólares de viáticos.

Ante cualquier pregunta de las autoridades, decían que los bolsos eran obsequios para familiares y amigos. Una vez en Estados Unidos, los productos eran comercializados y exhibidos en exposiciones de moda internacional.

SEGUIR LEYENDO: